El Siglo XX en España (Capítulo 9) – La derecha se reorganiza



    Tras el 14 de abril, a las derechas les costó unos meses salir de su estupor, pero su organización fue creciendo, a pesar del fracaso del 10 de agosto, con el intento de sublevación del general Sanjurjo, adquiriendo el empuje necesario para derribar el gobierno de Azaña.

    El grupo de derechas, más importante, fue el democratacristiano, siendo su Dom Sturzo, el jesuita Ángel Ayala, siendo los hombres fuertes: el después cardenal Ángel Herrera y José María Gil-Robles. Con su organización Acción Nacional, luego Acción Popular, nació en 1932 la Confederación de Derechas Autónomas (CEDA) bajo el mando indiscutible de José María Gil-Robles. La CEDA, en contra de lo que se piensa, no fue nunca un grupo monárquico, ya que aceptó la República, aunque con poco entusiasmo. Gil-Robles, desplegó durante 1932 y 1933, sus dotes de organizador y orador, ya que los errores de Azaña, le ofrecían buenas bazas.




    Los monárquicos alfonsinos crearon en 1931, Acción Española, que reunía a Ramiro de Maeztu, Eugenio Vegas Latapié, el marqués de Quintanar y Calvo Sotelo. Su ideología no estaba demasiado definida.

    Los políticos activos de la Monarquía eran, el desterrado José Calvo Sotelo y Antonio Goicoechea, éste en un principio, colaboró con Acción Nacional, para poco después crear un grupo abiertamente monárquico, cuya jefatura fue ofrecida a Juan de la Cierva, quién declinó el ofrecimiento por considerar que su vida política había acabado el 14 de abril de 1931. Nacía así el nuevo partido monárquico Renovación Española.

    Hay una serie de acercamientos entre alfonsinos y carlistas. El 26 de junio de 1932, el príncipe de Asturias, don Alfonso, renunciaba a sus derechos al trono para casarse con Edelmira Sampedro. También renunció don Jaime, quedando como heredero de Alfonso XIII, su tercer hijo, el infante don Juan. Éste por su matrimonio con doña Mercedes de Borbón y Orleáns, se acercaba al viejo pretendiente Alfonso Carlos que, desde Viena, no acababa de renunciar a sus derechos, que posteriormente trasmitió a su sobrino, el príncipe francés Javier de Borbón-Parma.

    El tercer grupo de oposición a la República fue el integrado por los brotes fascistas, de los que hablaremos más adelante.

    La coalición gubernamental se vio fortalecida, en un principio, por los hechos del 10 de agosto, con el levantamiento de Sanjurjo, pero un suceso trágico, el drama de Casas Viejas, desmontaría ese fortalecimiento y propinó el golpe de muerte al gobierno de Azaña. La reacción popular y parlamentaria fue tempestuosa.

    Las elecciones del 25 de abril fueron otro descalabro para Azaña. Se trataba de elegir concejales entre dos millares y medio de ayuntamientos que votaron a la monarquía el 12 de abril de 1931. La oposición dobló al Gobierno. Azaña, irritado, habló de burgos podridos. Alcalá Zamora provocó la crisis y se formó un nuevo gobierno Azaña, que consiguió sacar adelante el 21 de julio de 1933 la ley de reforma electoral. Ley que favorecía a los grandes partidos y a las listas de coalición, una ligera mayoría absoluta de votantes se traducía, por circunscripciones, en una neta mayoría de diputados. La ley favoreció a las derechas en 1933 y a las izquierdas en 1936.




    El final llegó pronto, tras la amplia derrota en las elecciones de vocales para el Tribunal de Garantías, Lerroux formó un nuevo gobierno sin socialistas que, fue rechazado por las cortes y Diego Martínez Barrio formó un gobierno de transición que, inmediatamente, convocó elecciones generales.

    El 29 de octubre se celebraba en el teatro de la Comedia de Madrid un mitin de gran importancia posterior, por parte de Falange.




    Durante la campaña electoral, don Juan March, con sus carceleros se fugaba de la prisión de Alcalá y llegaba tranquilamente a Gibraltar. En las Cortes se dijo: “O la República acaba con Juan March, o Juan March acaba con la República”.

    El resultado de las elecciones dio un importante triunfo a las derechas. Los socialistas fueron derrotados en sus feudos de Bilbao, Andalucía y Extremadura. La Lliga Catalana, ganaba en Cataluña. Triunfaban los hombres de la Dictadura: Calvo Sotelo, fue elegido en La Coruña y Orense, así como el hijo del dictador José Antonio, Goicoechea, Gil-Robles y Juan March, entre otros. En Bilbao los nacionalistas se adjudicaron las mayorías, mientras en Madrid, ningún candidato, obtuvo el 40% exigido por la ley. Había que repetir la elección en Madrid y en trece circunscripciones más.

    Para la segunda vuelta, comenzaron las negociaciones entre republicanos y socialistas, para afrontarla unidos. Mientras, Gil-Robles, temeroso de la plétora, se decidió a ayudar a los republicanos más idóneos.

    En la segunda vuelta, celebrada el 3 de diciembre, volvieron a triunfar las derechas, salvo en Madrid, donde los socialistas obtuvieron 13 puestos, por 4 de sus oponentes de derechas, cosas de la nueva Ley Electoral, ya que la diferencia de votos no fue muy grande: 177.331 para los marxistas, contra 171.757 de las derechas. En cifras generales las derechas obtuvieron 5,190.881 votos, contra 2,820.189 de los socialistas e izquierdas.

    Tras el aplastante triunfo derechista, llegan dos años con muchos paralelismos con el predecesor gobierno azañista. En aquel el gobierno resulta de una coalición de dos partidos bastante heterogéneos: republicanos de izquierda y socialistas; ahora serán radicales y democristianos. La diferencia es que en el gobierno Azaña, hubo una relativa estabilidad gubernamental, ahora es todo lo contrario, recordando los días monárquicos. Como entonces, las derechas se preocuparán más de destruir el pasado, que de construir el futuro. La principal bandera de Gil-Robles, será el revisionismo.

Enlaces al resto de los capítulos de esta serie:

Capítulo 1: La Herencia recibida

Capítulo 2: Reinado de Alfonso XIII

Capítulo 3: Un repaso a las Instituciones

Capítulo 4: La Dictadura de Primo de Rivera

Capítulo 5: Fin de la Monarquía

Capítulo 6: ¡Hola República!

Capítulo 7: Los primeros tiempos republicanos

Capítulo 8: La izquierda se consolida

Capítulo 9: La derecha se reorganiza

Capítulo 10: Reacción y Revolución

Capítulo 11 y último: Llegando al final de este periodo



Para la realización del siguiente artículo se han empleado apuntes tomados de diversos periódicos de la época. Las imágenes son de Pinterest.

Ramón Martín

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