Iván V, zar de Rusia (1682 a 1696)

 


Iván Alexéievich fue un importante zar de Rusia, que gobernó junto a su medio hermano Pedro. Nacido el 6 de septiembre de 1666, en el seno de la familia Romanov; dinastía que gobernaría Rusia durante más de trescientos años. Era hijo de Alexéi Mijáilovich, y de María Miroslávskaya. Desde joven fue educado en un entorno donde la política y la intriga eran algo común. Pronto se pudo comprobar que su salud era frágil, lo que, más tarde, influiría en su capacidad para gobernar. 

La infancia de Iván estuvo marcada, políticamente, por la tensión existente entre las facciones de la corte. Muerto su padre en 1676, Iván fue proclamado zar a los diez años de edad, aunque su reinado efectivo comenzó en 1682. Durante este tiempo, la figura de Pedro, su medio hermano, comenzó a tomar protagonismo, haciéndose evidente la influencia de Pedro sobre el gobierno, lo que generó tensiones entre ambos hermanos y sus partidarios.

Iván V y Pedro I gobernaron juntos durante un periodo crítico de la historia Rusa. Su gobierno conjunto fue complicado por culpa de la desigualdad en cuanto a su salud y capacidades. Puesto que, mientras que Pedro era enérgico y tenía una visión clara para modernizar Rusia, Iván era más débil y tenía dificultades para tomar decisiones firmes. Esto llevó a que Pedro asumiera un papel dominante, lo que generó descontento entre los partidarios de Iván. Durante este tiempo, los hermanos tuvieron que enfrentarse a varios desafíos, como los ocurridos con los boyardos, que constituían la nobleza terrateniente de Rusia. Estos conflictos reflejaban las luchas de poder en la corte y la necesidad de que ambos hermanos consolidaran su autoridad. A pesar de las diferencias entre ellos, Iván fue una figura simbólica de gran importancia, y su presencia era crucial para mantener la legitimidad del trono. Esto hizo que el gobierno se viera marcado por la lucha entre la tradición y el cambio.

Pero, la salud de Iván siempre fue un tema preocupante, ya que, desde joven, sufrió una serie de problemas de salud que limitaron su capacidad para gobernar. Se decía que tenía problemas mentales y físicos que afectaban a su estado de ánimo. Problemas que contribuyeron a la percepción de que era un gobernante débil, lo que a su vez alimentó la ambición de Pedro. El deterioro de la salud de Iván supuso que, mientras éste enfrentaba sus problemas de salud, Pedro continuaba fortaleciendo su posición en la corte y en el gobierno. Esto conllevó una serie de decisiones que, aunque tomadas en nombre de Iván, en realidad eran impulsadas por Pedro. Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos que, la salud de Iván se convirtió en un punto de tensión que afectó, no solo su reinado sino también el futuro de Rusia.

 


La corte rusa durante el reinado de los dos hermanos estaba llena de intrigas y conspiraciones, ya que, los nobles y los boyardos estaban constantemente luchando para ganar el poder y la influencia, lo que complicaba la situación política. Los aliados de Iván intentaron utilizar su posición como zar para debilitar a Pedro, pero se encontraron en desventaja debido a la energía y ambición de este último.

Además, la influencia de la madre de Pedro, Natalia Naryshkina, y la familia de Iván jugaron un papel en las intrigas de la corte. Las luchas de poder entre las familias llevaron a un clima de desconfianza y traición. Iván, a menudo, se encontraba atrapado en una red de intrigas que limitaban su capacidad para gobernar, como consecuencia, las decisiones políticas estaban fuera de su control, exacerbando su vulnerabilidad como líder. A pesar de las dificultades, el legado de Iván V se puede considerar notable. Su vida y gobierno representan un periodo de transición en la historia Rusa, donde las viejas tradiciones comenzaron a chocar con las nuevas ideas que Pedro I estaba introduciendo. Este conflicto entre tradición y modernidad se convirtió en un tema recurrente. El legado de Iván también se ve reflejado en la forma en que ayudó a consolidar el poder de la dinastía Romanov. Su gobierno, complicado y a menudo opacado por Pedro, contribuyó a la estabilidad política en un momento en que Rusia dedicada a consolidar grandes cambios. Pedro fue implantando sus reformas, llevando al país a una nueva era, lo que tendría gran influencia en el curso de la historia rusa. El reinado de Pedro I estuvo marcado por una serie de reformas que cambiaron la imagen de Rusia, mientras que Iván V fue visto como un zar más simbólico, Pedro aprovechó la oportunidad para hacer cambios en el ejército, la administración y la economía de Rusia, mientras que, la figura de Iván, aunque debilitada, proporcionó a Pedro la legitimidad necesaria para llevar a cabo estas reformas.

 

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Iván V Alexéievich falleció el 29 de enero de 1696. Su muerte marcó el final de una era y dejó a Pedro I como el único gobernante. A pesar de que Iván fue visto como un zar menos efectivo, su muerte tuvo un impacto significativo en la política rusa, puesto que, con la eliminación de la figura de Iván, Pedro pudo consolidar su poder y continuar con sus reformas. La muerte de Iván también simbolizó un cambio en la monarquía, puesto que, con un solo zar, se pudieron realizar una serie de transformaciones que llevarían al país a convertirse en una potencia europea.

Ramón Martín

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