José María Gil Robles y Quiñones
Nace
nuestro personaje de hoy en Salamanca, el 27 de noviembre de 1898, en el seno
de una familia cristiana dedicada a la Judicatura, en la que su padre era un
ferviente tradicionalista, de hecho fue elegido diputado a Cortes por Pamplona
en 1903 por los carlistas. José María comenzó sus estudios en el Colegio de los
Jesuitas y el bachillerato en los Salesianos; los estudios superiores los cursó
en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de
Salamanca. Se licenció en Derecho en 1919 y hizo el doctorado en la Universidad
Central de Madrid, obteniendo la cátedra de Derecho Político en la Universidad
de La Laguna en 1922. Este mismo año inicia su participación en política,
dentro del Partido Social Popular, que dirige Ángel Ossorio Gallardo,
colaborando después, junto a José Calvo Sotelo en la redacción del Estatuto
Municipal.
Tras las caídas de la dictadura de Primo de Rivera y de la Monarquía, y
la proclamación de la Segunda República, fundó Acción Nacional.
Utilizando las páginas de El Debate, intentando agrupar a las fuerzas
conservadoras que habían sido derrotadas el 12 de abril. La insistencia de sus
amigos, hizo que se presentara como candidato a las elecciones para Cortes
Constituyentes de 1911, por el Bloque Agrario de Salamanca,
consiguiendo un acta de diputado. Intervino activamente en la redacción del
proyecto constitucional oponiéndose, entre otros, a la política religiosa del
nuevo régimen, la incautación de los bienes de la Compañía de Jesús, el
divorcio, el Estatuto de Catalunya.
En 1932 lidera el Partido Acción
Nacional, que había sido rebautizado como Acción Popular, naciendo
en marzo de 1933 la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA),
siendo uno de sus dirigentes. En las segundas elecciones celebradas durante la
Segunda República en noviembre y diciembre de 1933, la CEDA fue el partido
mas votado, consiguiendo 115 diputados. El Presidente de la República don Niceto Alcalá-Zamora, dio su apoyo al
gabinete presidido por Alejandro Lerroux, en detrimento de la
posibilidad de formar gobierno Gil Robles.
Al
estallar la sublevación militar, prefirió permanecer en Biarritz, de donde fue
expulsado por el Gobierno Francés, trasladándose a Portugal, donde permaneció
durante toda la contienda.
Una vez acabada la Guerra Civil, Franco no contó con él, debido a su posición ambigua durante el conflicto. Por esto Gil Robles se integró en el Consejo del Pretendiente Juan de Borbón, conde de Barcelona. En 1948 ante la imposibilidad de instaurar la monarquía, intentó un acuerdo con el líder socialista Indalecio Prieto. Regresó a España en 1953, aspirando a formar un movimiento demócrata-cristiano, similar al de los países europeos occidentales. En 1962, entabló contactos con la oposición democrática y con el líder socialista Rodolfo Llopis, participando en el llamado Contubernio de Múnich, lo que supuso su expulsión del entorno de Juan de Borbón. En 1968 volvería a tener una posición destacada en la Universidad de Oviedo.
José
María Gil Robles no pudo volver a la política hasta fallecido el dictador Franco, aunque en 1974
colaboró en la creación de la Plataforma de Convergencia Democrática. Un
año después los pequeños grupos que e aprovecharon de la ley de 1964, se
transformaron en la Federación Popular Democrática. El fracaso de su
Partido, que se había integrado junto al de Joaquín Ruíz-Giménez en la Federación
de la Democracia Cristiana, en las elecciones de 1977, le apartó
definitivamente de la política. Falleciendo el 14 de septiembre de 1980.
Le perjudicó claramente jugar a dos bandos y no definir por quién se inclinaba. Un contenido muy revelador e interesante sobre esta gran figura de la política.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos
En todo momento quiso llegar al poder, no importaba con quién. Son sintomáticos sus devaneos con don Juan de Borbón.
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