Castillo de Burgalimar

 


    Conocido como castillo de Bury al-Hammam (castillo de los Baños) o Burgalimar, es un impresionante castillo de origen árabe, situado en la villa de Baños de la Encina, en el cerro del Cueto, en plena Sierra Morena. Su situación era de gran estrategia, pues dominaba el camino del Puerto del Muradal, camino usado durante el siglo XVIII antes que Despeñaperros como paso entre Castilla y Andalucía. Desde sus torres se puede ver una decena de kilómetros a su alrededor.

    Conozcamos la historia de esta fortaleza:

    En el siglo X, el entonces califa cordobés Al-Hakam II, hijo de Abderramán III, mandó construir el castillo. Algo que podemos ver por una lápida que dice: “Mandó edificar esta fortaleza el siervo de Dios Alhacam Almostánsir Bilá Emir Almuminín, cuya vida Dios guarde. Medió su cliente y gobernador militar suyo Maysur Benalhacam. Acabóse, mediante el poder de Dios y su ayuda. Y esto fue en el mes de Ramadán del año 357.

    El año 357 que figura en dicha lápida es del calendario musulmán, correspondiéndose con el año 968 del calendario cristiano. El castillo fue diseñado como fortaleza, con una arquitectura muy avanzada para la época, por lo que se le rodeó de murallas y torres de vigilancia que protegieran el castillo de posibles ataques. Debido a esto, durante el periodo en que estuvo ocupado por los musulmanes, tuvo un papel crucial en la defensa de la zona, siendo, por lo tanto, testigo de numerosos conflictos y batallas.



    El año 1147, el rey de León Alfonso VII toma el castillo, aunque al morir en el 1157, volvió a poder de los musulmanes. Doce años después, en 1189, la fortaleza volverá a ser conquistada por las tropas de Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León, aunque por poco tiempo. Tras la Batalla de las Navas de Tolosa, el año 1212, de nuevo es ocupado por los ejércitos aliados de Alfonso VIII de Castilla, Pedro I de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra, aunque la conquista definitiva, la realizará el rey Fernando III el año 1225, incorporándolo a la ciudad de Baeza.

    El castillo jugará un papel de gran importancia a lo largo de la segunda mitad del siglo XV, cuando se producen los enfrentamientos entre los partidarios del rey de Castilla Enrique IV junto a los del marqués de Villena y don Pedro Girón, maestre de la Orden de Calatrava, el cual pretendía casarse con doña Isabel la Católica, que años después sería reina de Castilla. Posteriormente, durante el reinado de Enrique IV, en el castillo tendrán lugar continuos enfrentamientos entre los partidarios del rey, y los maestres de la Orden de Calatrava y de la Orden de Santiago, que apoyaban al príncipe Alfonso. En el año 1458, Baños de la Encina, junto con Linares, pasaría a formar parte del señorío del Condestable Iranzo, situación que no se prolongaría durante mucho tiempo.

    Llegamos a una parte crucial de nuestra historia que lo fue también de nuestra fortaleza, ya que, durante la Guerra de la Independencia, fue ocupada por las tropas francesas y, desde entonces hasta 1828, su patio se utilizaría como cementerio parroquial.

    El año 1931, es declarado Monumento Nacional Histórico-Artístico, formando parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Destacaremos también, que, a partir de 1969, en su Torre del Homenaje, ondea la bandera del Consejo de Europa, privilegio que le fue otorgado, al celebrárselos mil años de la construcción. Teniendo el honor de ser, junto al de Florencia en Nápoles, los únicos en Europa donde ondea dicha bandera.

    Tras este breve repaso a su historia, vamos a dedicar un espacio a su arquitectura: el castillo está construido con tapial rojizo, un material típicamente árabe consistente en una mezcla de arcilla, arena, cal y pequeñas piedras. Este material tiene la virtud de ofrecer un proceso de construcción rápido y barato.



    Cuenta con un acceso secundario, que está formado por un postigo de poca altura, del que era necesario descolgar alguna escalera de mano para la entrada y salida de las personas. Los muros estaban recubiertos de una capa de arena y cal sobre la que se grabaron pinturas que imitaban fuertes sillares de piedra, para ocultar su pobre material e intimidar al enemigo.

    La principal modificación aportada por los cristianos se produjo en el siglo XV, efectuada sobre una de las torres originales, lo que dará lugar a la Torre de Homenaje, también conocida como Almena Gorda. Siendo de estilo gótico, la torre está construida con mampostería irregular en forma semicilíndrica, teniendo las esquinas exteriores forma redondeada, a fin de eludir los daños que podía provocar la artillería. La torre está orientada hacia la población, lo que proporciona una sensación de control e intimidación.

    En lo que respecta a la Muralla, ésta dispone de catorce torreones que sobresalen del resto de la muralla, con planta rectangular casi cuadrada. Constan de tres pisos de altura, coincidiendo el primero, con el nivel del patio de armas y el más alto al del adarve. Cada nivel tiene una puerta independiente, en cambio, desde la planta superior se podía acceder a la terraza subiendo por una escalera interior. El suelo de cada piso era de madera apoyada en vigas. El interior de los torreones es hueco, aunque es posible que, en un principio, fueran macizas; no siendo hasta la llegada de los cristianos que se abrieron huecos en su interior.

    Al Patio de Armas se accede por una puerta localizada al este, situada entre dos grandes torres que la defienden. La puerta está coronada por un arco de herradura y en la parte superior se localiza un gran matacán.

    En el patio interior del castillo, podemos contemplar un aljibe dividido en dos naves separadas por pilares. Allí podemos apreciar una modificación de época cristiana: la creación de un alcazarejo mediante la construcción de una muralla interior coronada por un gran torreón circular, del que hoy sólo se conserva la base.

    No podemos acabar el artículo, sin mencionar algunas curiosidades del castillo de Bury al-Hammam:

-Existe la creencia que, el año 1189, durante la estancia de la reina Berenguela de Castilla en el castillo, dio a luz a su primogénito, el futuro Fernando III el Santo.

-  El castillo de Burgalimar, también llamado la fortaleza de los siete reyes, debido a que, a lo largo de los años pasaron por el: Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IXPedro I, Sancho el Fuerte, Fernando III y Fernando el Católico.

-       Es el castillo más antiguo de España y el segundo más antiguo de Europa. Siendo, además, una de las fortalezas más imponentes de toda Europa.

Ramón Martín

Comentarios

  1. Cuantas aventuras y desventuras debió pasar entre esos muros. Preciosas imágenes. Un abrazo

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