Fernando III rey de Castilla desde 1217 a 1252, y de León desde 1230 a 1252
Había nacido en
la villa de Valparaíso (Zamora) el 19 de agosto de 1201. Hijo de Alfonso IX de León y de la infanta castellana doña Berenguela, hermana del rey de Castilla Enrique I. Con tres años de edad el papa Inocencio III declaró nulo el
matrimonio de sus padres, debido al grado de parentesco, circunstancia por la
cual sus padres se separaron y Fernando tuvo que trasladarse a la corte de León
con su padre, pero el 6 de junio de 1217 muere Enrique I de Castilla, por lo
que al no tener descendencia, la corona pasa a manos de su hermana doña Berenguela, la cual acto seguido hace llamar a su hijo Fernando y le traspasa
la corona en una ceremonia celebrada en la catedral de Valladolid.
Pero el alférez
mayor de Castilla, don Alvar Núñez de Lara se oponía e inmediatamente preparó
un ejército con el que se presentó a las mismas puertas de Valladolid, Fernando
III y su madre se tuvieron que retirar a Burgos, desde donde lanzaron varias
propuestas de paz al rebelde Alfonso IX de León firmo una tregua el 11 de
noviembre con Fernando, adquiriendo Alfonso ciudades castellanas como
Villagarcía, Ureña, Villalar y otras; Fernando se hacía cargo de una deuda
contraída por Enrique I de 11.000 maravedíes con Alfonso; garantizando así
mismo los bienes y señoríos de los Lara.
En el año 1218
don Alvar Núñez de Lara ayudado por Alfonso IX de León se levanta contra
Fernando III, pero cuando se disponía a asaltar el castillo de Castrejón, tras
una serie de éxitos, muere repentinamente. Por mediación de doña Berenguela se
firma el Pacto de Toro el 26 de agosto de 1218, entre padre e hijo, finalizando
así las guerras entre León y Castilla. Berenguela para asegurar la posición de
su hijo Fernando, arreglo la boda de éste con Beatriz de Suabia. La boda se
celebró en la catedral de Burgos el 30 de noviembre de 1219.
La muerte de Abu
Yusuf en el año 1224 y las disidencias a que dio origen su sucesión, dieron
lugar a que Fernando III se aliara con al-Bayasí, gobernador de Jaén,
apoderándose de la ciudad de Quesada en ese mismo año y dirigiendo
posteriormente sus fuerzas contra Priego, Loja y Granada. Al-Adil se retiró a
África y su hermano al-Bayasí entregó a Fernando las ciudades de Salvatierra y
Baños. Al-Mamum, rey de la Taifa de Sevilla, firmó una tregua con Fernando
pagando 300.000 maravedíes por mantener la paz. En julio de 1230 puso sitio a
Jaén, teniendo que retirarse al no poder conquistarlo.
Ese mismo año,
1230, muere su padre Alfonso IX de León, que dejó como herederas a las dos
hijas habidas de su primer matrimonio. Enterado Fernando, acude prontamente a
León reivindicando sus derechos al trono leones, mientras tanto Berenguela había allanado el camino con el Tratado de Valençia do Minho, que reconocía a
Fernando III como rey de León a cambio de una importante dote. Poco después
Fernando III y Sancho II de Portugal se entrevistaron en Sabugal el 2 de abril
de 1231, confirmando todos los acuerdos.
En diciembre de
1232 Fernando concentra un poderoso ejército en Toledo, tomando Baeza, mientras Sancho II de Portugal y Jaime II de Aragón conquistaban a los musulmanes una
importante franja de terreno. El 29 de junio del 1236. Fernando III entró en
Córdoba, tras lo cual regresó a Castilla confiando la defensa de la frontera a
don Alvar Pérez de Castro. Al año siguiente se vuelve a casar con Juana de Ponthieu, biznieta de Luis VII de Francia, con la que tuvo tres hijos más para
acompañar a los diez (siete varones y tres hembras) que había tenido
anteriormente con su primera esposa, Beatriz de Suabia.
Fernando III
vuelve a requerir la intervención de la caballería de las órdenes militares,
las cuales habían conquistado Santiella, Hornachuelos, Mirable, Zafra y otras
poblaciones del valle del Guadalquivir, mientras él lo hacía con Aguilar,
Cabra, Osuna y Morón. En el año 1243 mandó a su hijo Alfonso a la conquista de
Murcia y el año siguiente el Maestre de Santiago, don Paio Pérez Correira lo
hizo con Lorca, Cartagena y Mula. La conquista de Murcia dio lugar a
enfrentamientos con la corona de Aragón, siendo necesario firmar un tratado en
la localidad de Almizra el 25 de mayo de 1244. Fernando, entonces se encaminó a
la poderosa Jaén, conquista que se dilató desde agosto de 1245 hasta abril del
año siguiente.
A mediados de
1246 comenzó el cerco a Sevilla, en el que contó con la colaboración de Muhammad I sultán de Granada y una escuadra naval mandada por Ramón Bonifaz, que
remontó el rio Guadalquivir. El 23 de noviembre del 1248, la ciudad se rindió,
ondeando el estandarte real en el alcázar. Fernando III hizo su entrada diez
días más tarde. En su afán repoblador, asigno los territorios recién
conquistados entre los que participaron en el proceso de reconquista, Las
grandes concesiones dieron lugar a los latifundios, muchos de los cuales aún
perduran en los llamados Libros de Repartimientos.
Fernando III
siempre protegió los intereses de la iglesia y de la cultura. En el año 1242
concedió privilegio y exenciones al Estudio General de Salamanca. Gracias a su
mecenazgo se comenzó a construir las catedrales de Burgos y Toledo. Mandó
traducir al castellano el Fuero Juzgo, ley que se remontaba al reinado del rey
visigodo Recesvinto en el año 654, que posteriormente sería sustituido por su
hijo Alfonso X el Sabio por Las Partidas, Fuero Real.
Intentó preparar
una nueva campaña en territorio africano, pero la muerte le sorprendió en la
preparación de la misma el 30 de mayo del año 1252. Fue enterrado en la
catedral de Sevilla, y el 7 de febrero de 1671 fue canonizado por el papa
Clemente X.
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