Sancho VII el Fuerte, rey de Navarra desde 1194 a 1234


    Era hijo de Sancho VI el Sabio y de la reina doña Sancha. Sancho VII el Fuerte se nos aparece con un matiz novelesco, a raíz de sus relaciones con musulmanes y reyes cristianos, además de su voluntario encierro en Tudela. La muerte de su padre le sorprendió, luchando en tierras francesas, junto a su cuñado Ricardo Corazón de León. En los primeros años de su reinado, intentó ayudar a Castilla en la batalla de Alarcos del año 1195, donde llegó tarde. Los reyes cristianos, molestos, emprendieron una guerra contra él. Por iniciativa de Alfonso VIII comenzó la guerra, devastando Sancho las tierras de Soria y Almazán. Las desavenencias acabaron en una entrevista celebrada entre Ágreda y Tarazona a principios de 1196, por los reyes de Castilla, Aragón y Navarra. 

    De 1198 a 1200, Sancho el Fuerte, permaneció al servicio de Miramamolín. De este tiempo es la leyenda de los amores de la hija de este con el caudillo pamplonés. En la primavera de 1199, Alfonso VIII conquistó Miranda de Ebro; y un año después, conquistó Vitoria, lo que facilitó la incorporación a Castilla de Álava y Guipúzcoa, tierras que establecían comunicación con Francia, especialmente con Gascuña, que aportaba como dote doña Leonor de Inglaterra, al contraer matrimonio con Alfonso VIII. 

    Las relaciones castellano-navarras, tras la repulsa por parte de la Santa Sede, a la amistad de Sancho con los musulmanes, fueron cordiales. El año 1212, Navarra participó activamente en la cruzada contra los almohades, que culminó en la batalla de las Navas de Tolosa. De ahí parte la leyenda sobre el origen del escudo de Navarra. 


    Sancho VII, consiguió el vasallaje de algunos señores franceses, como Arnaldo Raimundo, vizconde de Tartaix, en 1196, y Bibiano, señor de Agramunt, en 1203; en 1228, recibió el señorío de Ostabat. En el 1202 suscribió el tratado de amistad y alianza, por Sancho, a favor de Juan sin Tierra, en Chinon. 

    Con Aragón mantuvo relaciones cordiales. En una fecha desconocida, se trató el matrimonio de Pedro II de Aragón con una hermana del navarro, quizá Constanza; pero el papa Inocencio III no dio su consentimiento, fundándose en el parentesco. Sancho ayudó a resolver los problemas económicos, tanto de Pedro II como de Jaime I el Conquistador, entregándoles sumas de dinero, por las que recibía algunos castillos fronterizos. Al tiempo que, el rey de Aragón debía facilitar el paso de tropas navarras por su territorio, en su paso a las tierras limítrofes al señorío de Albarracín, ya que el papa Honorio III confirmó en ellas la posesión de ciertos castillos al rey navarro. 

    Las buenas relaciones mantenidas entre Sancho y Pedro II de Aragón continuaron con Jaime I, aunque el infante don Fernando, ofreció al navarro algunos castillos si conseguía alcanzar la corona frente a los derechos de Jaime. Posteriormente firmaron en el castillo de Tudela, un documento por el que, se acordaba que el, de los dos reyes, que sobreviviese al otro ocuparía el reino sin obstáculos, sin tener en cuenta los derechos que pudiese tener la posible descendencia. 

    Murió en Tudela el 7 de abril de 1234, siendo enterrado en la iglesia del hospital de Roncesvalles, que el había mandado edificar. Le sucedió su sobrino Teobaldo I.


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