Alcázar de Toro


La ciudad de Toro posee una situación estratégica dominando el río Duero. Aunque Alfonso IX construyó su alcázar entre 1188 y 1195, la forma data de 1283, fecha en la cual Sancho IV donó Toro y su alfoz a su esposa María de Molina. En este alcázar fue coronado rey de León Fernando III el Santo. Allí fue encerrada doña Constanza, prometida del rey Alfonso XI, cuando este se desposó con María de Portugal. También en él, fue asesinado por orden del citado rey, Juan de Haro, el Tuerto, Señor de Vizcaya. Allí murió el niño Sancho de Castilla, hijo natural de Pedro I de Castilla, encarcelado por Enrique II

En el siglo XV sirvió de prisión a parte del séquito de los Delfines de Francia. En ese mismo siglo, el Alcázar de Toro fue el último baluarte de Juana la Beltraneja en esas tierras. Estaba gobernado por doña María Sarmiento que resistió heroicamente a la artillería de los Reyes Católicos, al mando del conde de Benavente y del duque de Alba, hasta que se vio obligada a capitular. En el siglo XIX fue matadero y cárcel. 

Hasta 1505 albergó las famosas tablas de Juan de Flandes que compusieron el retablo de Isabel la Católica y que hoy lucen en el Palacio Real de Madrid y en varias colecciones extranjeras.


La desdicha de haberse posicionado a favor de la Beltraneja en tiempos de los Reyes Católicos y de los Comuneros en época del emperador Carlos I, hizo que el Alcázar estuviera deshabitado en días de Felipe II. Se sabe incluso que el Alcázar fue desalmenado para mermar sus defensas y evitar una posible sublevación. 

Situado en el ángulo S.E. del primer recinto amurallado. Del edificio primitivo subsisten tan sólo los muros exteriores. De forma rectangular, posee siete cubos macizos situados en las esquinas y en la parte central de cada lienzo. En el lado septentrional se sitúa la que es hoy en día la puerta principal, que ocupa el lugar donde se ubicó la torre del homenaje, demolida en el siglo XIX. Los restos de la puerta original se encuentran a la izquierda de la actual donde se aprecia un arco cegado. En el lado Este, una puerta secundaria adintelada se encuentra cegada sin que conozcamos si es original o un añadido posterior. Igualmente varias ventanas cuadrangulares cegadas en la actualidad. La cerca se encuentra protegida por un recinto anterior, que hoy sirve de mirador, del cual apenas se sabe, pero parece proteger la ronda de muralla desde el sur y el este.

De aparejo de hormigón de cal y canto rodado, enchapadas sus caras con mampuesto de piedra caliza, lo cual imposibilita la apreciación de posibles remiendos. En la plataforma natural sobre la que está asentado el alcázar se aprecian los arranques de la muralla que bajaba hasta el puente y la que iniciaba su recorrido para abrazar la ciudad hacia el este. En origen lo aislaba del caserío un foso profundo, rellenado hoy con tierras de derribo. Además, se encontraba protegido por otro muro macizo.






De su interior original apenas nada subsiste aparte de muros y restos de sillares y elementos arquitectónicos. A principios del siglo XIX sabemos que se mantenían dos crujías que fueron destinadas a matadero municipal. Éstas fueron demolidas posteriormente para realizar el proyecto de cárcel del partido judicial. Como cárcel, se reestructura del mismo modo celular que las demás instalaciones este carácter. A la derecha del ala principal se sitúan las oficinas para el Juzgado de Instrucción. Perpendicular a la puerta de entrada se halla un nuevo cuerpo terminado en rotonda y destinado a la capilla y de ella parten los radios que compartimentan los patios antepuestos a las celdas.

En las últimas reformas que en él se hicieron se eliminaron los muros radiales de las celdas para dejar un amplio patio. Como dependencias municipales ha albergado diferentes usos entre los que podemos citar sedes de asociaciones, usos sanitarios, sede de escuelas taller y algún otro.


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