Carlos I. rey de España desde 1516 a 1556

    Para algunos este es el rey más grande que hemos tenido en España, para otros no. Yo no puedo ni debo manifestar mi opinión en ese sentido, para mí es un rey que me complica la exposición, son tantos los hechos que se reparten a lo largo de sus cincuentaiocho años de vida, que relatarlos uno a uno, sería una cronografía. Como no es esa mi intención, seguiré empleando el sistema de relato, como he venido haciendo.




    Estamos en el Palacio Casa del Príncipe de Gante, durante la celebración de un baile, son poco más de las tres de la madrugada del 24 de febrero de 1500, cuando la archiduquesa doña Juana (futura Juana I de Castilla), siente dolores en el vientre, se encuentra embarazada, y piensa que puede ser una mala digestión, acude al baño y allí mismo, sin ayuda de nadie, y con la facilidad demostrada anteriormente, da a luz a las 03:30 de aquel martes a su primer hijo varón. Aunque ella quería ponerle de nombre Juan, fue bautizado el 7 de marzo del mismo año, por el obispo de Tournai, Pierre Quick en la Catedral de San Bavón, con el nombre de Carlos en honor a su bisabuelo Carlos el Temerario. Fueron sus madrinas Margarita de Austria y Margarita de York, y sus padrinos Carlos de Croy, príncipe de Chimay y el señor de Vergás.

    El 20 de julio falleció el príncipe Miguel, heredero de los Reyes Católicos y del Reino de Portugal, pasando la sucesión a Felipe y su esposa Juana.

    El 16 de noviembre de 1501, sus padres parten hacia España, para ser jurados como herederos de los Reyes Católicos, dejando a Carlos, junto con sus hermanas Leonor e Isabel, al cuidado de Margarita de York. Al regreso de Felipe a Flandes, pone a Carlos al cuidado de Ana de Borgoña, nombra gentilhombre de cámara a Carlos de Croy, y fueron sus educadores, borgoñones. Fernando el Católico envió a Luis Cabeza de Vaca para que le enseñara castellano y las costumbres españolas. En 1506 Juana y Felipe vuelven a España, ya que la muerte de Isabel la Católica les ha convertido en herederos. El 25 de septiembre de ese mismo año falleció Felipe y Juana fue encerrada en Tordesillas ante los problemas mentales que padecía. De los hijos de la pareja, Leonor, Carlos, Isabel y María siguieron en Flandes al cuidado de su tía Margarita de Austria, mientras que Fernando y Catalina estaban en España.

    El 5 de enero de 1515, Carlos es declarado mayor de edad por las gestiones realizadas por Chièvres ante el emperador Maximiliano. Este mismo año Navarra pasa a formar parte del Reino de Castilla. En 1516 se firma el Tratado de Noyon por el que se declara vasallo de Francia por sus señoríos de Flandes y Artois, tras morir Fernando el Católico sin descendencia de su matrimonio con Germana de Foix, Carlos se convirtió en heredero de todos los estados que habían pertenecido a los Reyes Católicos. En el testamento de Fernando el Católico se establecía que mientras Carlos llegara a España, el cardenal Cisneros sería el Regente de Castilla y el arzobispo Alonso, hijo natural del rey, lo sería de Aragón.

    El 17 de septiembre de 1517, Carlos llegó a España para hacerse cargo de su herencia. Era un joven que desconocía las costumbres y el idioma de sus súbditos, y rodeado de una corte de extranjeros. La reina legítima, pese a su incapacidad, seguía siendo Juana I de Castilla, Carlos quería ser coronado rey, por lo que se ideó una fórmula legal: "Doña Juana e don Carlos, su hijo, por la gracia de Dios reyes de Castilla, de León, de Aragón...". A su llegada a la península, se dirige a Tordesillas, para ver a su madre y conocer a su hermana pequeña, Catalina, pasaron una semana juntos. Tras abandonar Tordesillas va al encuentro de su hermano Fernando al que tampoco conocía. La entrevista fue muy positiva y siguió viaje a Valladolid, donde la entrada fue apoteósica, a pesar de lo cual el pueblo vio en Carlos un príncipe demasiado joven, extranjero y desconocedor de sus costumbres, además había llegado rodeado de consejeros flamencos que habían recibido todos los puestos importantes de la administración; es el caso de Guillermo de Croy un joven de 17 años, que era el sustituto de Cisneros en el Arzobispado de Toledo.


    El 9 de febrero de 1518 convoca sus primeras Cortes en Valladolid, en ellas se produce el primer enfrentamiento entre Carlos y sus nuevos súbditos. El rey quería implantar un poder absoluto y las cortes asentar el principio medieval, según el cual reinaba por un pacto tácito entre el monarca y su pueblo. Carlos les pidió dinero para hacer frente a la amenaza musulmana a la frontera oriental del Imperio Germánico, las cortes se lo concedieron pero a cambio de que aprendiera castellano, que no se concedieran cargos a los extranjeros, que se respetaran los usos de Castilla, que se respetara el rango de la reina Juana y el testamento de la reina Isabel, la unidad territorial de la Monarquía Hispánica, que no se malgastasen los bienes de la corona y que su hermano Fernando no saliese de la península mientras él no tuviera un heredero. El 22 de marzo partió de Valladolid hacia Aragón, acompañado de sus hermanos Fernando y Leonor y de la reina viuda Germana de Foix. El 9 de mayo entraban en Zaragoza y el 20 se reunieron las Cortes de Aragón. Tras meses de negociaciones, Carlos logró el juramento de fidelidad y económicamente algo menos de la mitad que en Castilla.

    Mientras tanto, Sauvage, el canciller de Carlos I falleció, entrando en su lugar Mercurio de Gattinara; en junio se produjo en Zaragoza la boda por poderes de la infanta Leonor y el rey de Portugal, Manuel I el Afortunado; al tiempo que llegaban noticias del deterioro de salud de Maximiliano I.

    El 16 de febrero en Barcelona se reúnen las Cortes Catalanas, sabiendo que Maximiliano I había muerto el 12 de enero de 1519. Entre el 5 y 8 de marzo reunió la Orden del Toisón de Oro, como Gran Maestre que era para nombrar los nuevos caballeros. El 6 de julio recibió la noticia de su elección como nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el nombre de Carlos V.

    En 1519 abandonó la península para dirigirse al Imperio Germánico, siendo coronado el 23 de octubre de 1520. Tuvo que hacer frente a la gobernabilidad de los territorios más extensos de la Cristiandad. Muchos fueron los objetivos: Acometer la dirección de las conquistas de América y el comercio con el Nuevo Continente, el cisma religioso planteado por los protestantes, la amenaza del poderío otomano con Solimán el Magnífico, y sobre todo la supremacía europea con Francisco I y Enrique II de Francia, contando con la ayuda del canciller Gattinara y el secretario Francisco de los Cobos. Antes de partir, convocó Cortes en Valladolid el 31 de marzo de 1520, en un clima enrarecido, ya que los representantes castellanos consideraban desplantes de su rey, no acudieron a la cita los representantes de Toledo y Salamanca. Expuso su concepción de Europa, dejando claro que era emperador por expreso deseo de Dios. Este fue su primer discurso en castellano. Hicieron falta varias sesiones para aceptar las peticiones de Carlos. Por fin el 20 de mayo de 1520 la flota partió de la Coruña. Francisco I había tratado de atraerse a Enrique VIII de Inglaterra en su lucha por el trono imperial, por lo que Carlos V necesitaba asegurarse la alianza del rey inglés, este estaba casado con Catalina de Aragón, tía de Carlos I, situación que convertía a Inglaterra en aliado contra Francia. Recordemos que en 1517, Martín Lutero, había elevado su famosa queja contra la Iglesia romana, iniciando así la mayor división de la Cristiandad. La unidad de la Cristiandad que tanto perseguía León X, estaba amenazada por la elección del sustituto de Maximiliano I, así las cosas la amistad de Enrique VIII era disputada por Francisco I y Carlos I. 
    
    Enrique VIII veía a Carlos un joven rey inexperto, que viajaba a Inglaterra en busca de su protección y consejo, por lo cual accedió a entrevistarse con él. El encuentro tuvo los frutos esperados para Carlos I, firmándose una alianza y se convino la boda de María Tudor con Carlos I, aunque ella solamente tenía cuatro años. Posteriormente se encontraron Enrique VIII y Francisco I, pero ya sin ningún interés.


    A finales del verano de 1520 llega Carlos a Bruselas, recibiendo las inquietantes noticias de Castilla que se referían a la Guerra de las Comunidades. El 29 de septiembre era el día elegido para la coronación de Carlos en Aquisgrán, aunque un brote de peste puso en peligro la ceremonia, retrasándola al 23 de octubre en que tuvo lugar. Lutero que en primer momento no inquietó a Roma, fue excomulgado por León X y presionó a Carlos para que acabara con la herejía. En abril de 1521 Carlos I reunió la Dieta de Worms, invitando a Martín Lutero. Nadie logró que éste se retractara de sus tesis, por lo que la Dieta acabó confirmando su excomunión. La ruptura de la Cristiandad había comenzado.

    Nada más salir la flota del puerto de A Coruña, la ciudad de Toledo inició la Guerra de las Comunidades, la siguiente ciudad fue Segovia. Ante estos hechos, el cardenal Adriano de Utrecht, regente en ausencia de Carlos, convocó el Consejo Real y se inició la represión, el clero apoyó la sublevación y el toledano Juan de Padilla se puso al frente dirigiendo las milicias toledanas en auxilio de Segovia, sitiada por las tropas imperiales. León, Ávila, Salamanca, Madrid y Medina del Campo entre otras ciudades se unieron a la sublevación. En el verano de 1520 conquistan los comuneros la villa de Tordesillas, donde se encontraba la reina Juana, en una entrevista la reina se negó a levantarse contra su hijo Carlos. Todo estaba a favor de los comuneros, cuando cometieron el error de enfrentarse a la nobleza, que hasta entonces estaba pasiva y pasaron a la ofensiva. Las tropas imperiales fueron recuperando terreno y el 5 de octubre expulsan a los comuneros de Tordesillas, el 23 de abril de 1521 les derrotan en Villalar, dándose por finalizada la amenaza, aunque Toledo no se rindió hasta febrero de 1522. A finales de 1519, el Reino de Valencia, molestos por la no convocatoria de las cortes antes de la partida de Carlos I. iniciaron una revuelta antinobiliaria conocida como Guerra de las Germanías, para fortuna de Carlos no llegaron a unirse a los comuneros. En julio llegó Carlos I a Santander decidido a acabar con los comuneros, así el 13 de agosto de 1522 Pedro Maldonado fue ajusticiado en Palencia, mientras que otros siete dirigentes lo fueron en Medina del Campo.

    Entre 1521 y 1522, durante la estancia de Carlos I en Alemania mantuvo una estrecha relación con una joven de modesto linaje, Juana Van der Gheenst, con la que tuvo una hija, Margarita, que llegaría a ser gobernadora de los Países Bajos. Carlos I pensó en su hermano Fernando como su lugarteniente al frente del Imperio. En estas fechas comenzó la guerra con Francia que duraría hasta la Paz de Cateau-Cambresis de 1559. Los primeros éxitos fueron para Carlos I, logrando un acuerdo con León X para expulsar a los franceses de Milán. Enrique VIII firmó una alianza con Carlos para luchar contra Francia, momento que aprovechó éste para regresar a España. El 2 de diciembre de 1521, fallecía León X, ante todo pronóstico fue elegido Adriano de Utrecht, convirtiéndose en Adriano VI. En el verano de 1522 asentó su corte en Valladolid, visitó a su madre y hermana en Tordesillas. El 24 de julio de 1523 convocó Cortes en Valladolid, la oposición fue tal que el propio Carlos tuvo que comparecer ante ellas. Las cortes le exigieron que fijara su residencia en Castilla, que sólo los castellanos ocuparan cargos en la administración y que la guerra se hiciera únicamente contra los infieles.

    El mayor defecto físico de Carlos I era su prominente mentón que le ocasionaba problemas para hablar y comer. Solía oír varias misas diarias, era parco en palabras y de carácter moderado. Pese a sus victorias militares no hacía alarde de ellas y no se dejaba vencer por las adversidades. No perdonaba fácilmente a los que le ofendían y sus excesos culinarios le llevaron a padecer gota.

    En 1523 falleció Adriano VI y en el verano de 1524, el duque de Borbón fue derrotado al intentar invadir Francia desde Italia, Francisco I recuperó Milán en octubre y el nuevo papa Clemente VII y Venecia se pasaron al bando francés. Tras el regreso de su hermana Leonor, las relaciones con Portugal se habían enfriado, era necesario volver a potenciarlas, para ello acordó la boda de su hermana Catalina y Juan III de Portugal.

    La derrota francesa en Pavía fue más por la imprudencia de Francisco I, que por la decisión de los generales imperiales. El rey francés fue hecho prisionero y trasladado a Madrid. Los más allegados a Carlos I le aconsejaban acabar con la amenaza francesa, pero su ideal caballeresco le impedía invadir un país de un rey que no le podía defender, mas siendo su prisionero, Carlos pretendía un pacto ventajoso. Las negociaciones no fueron fáciles, el 14 de enero de 1526 se firmó el Tratado de Madrid, Carlos se comprometía a no invadir Francia y a devolver la libertad a Francisco, y éste a devolver Borgoña a Carlos, en prenda Francisco I, el delfín y el duque de Orleans, quedaron como rehenes en Castilla. Sin embargo, Francisco I firmó un documento secreto en el que negaba los términos del Tratado y aseguraba que había firmado bajo presión y para salvar su vida.

    En 1526 contrae matrimonio con Isabel de Portugal, con la que tendrá cinco hijos, aunque sólo llegarán a edad adulta Felipe y las princesas María y Juana, tuvo una hija, Margarita de Parma, de una relación anterior, y ya viudo a don Juan de Austria. Isabel entró en España el 7 de febrero de 1526, con un cortejo impresionante, y fue recibida por el duque de Calabria. El cortejo llegó a Sevilla el 3 de marzo y Carlos siete días después. El enlace se celebró la noche del 10 de marzo, siendo consumado esa misma noche. La afinidad de los esposos comenzó en ese mismo momento y duraría toda la vida de Isabel.


    Los emperadores permanecieron en Sevilla, hasta el mes de marzo, en este tiempo Carlos I convenció al duque de Calabria para que contrajera matrimonio con su antigua amante Germana de Foix. A finales de ese mes se trasladaron a Granada, donde fue concebido su primer hijo, el futuro Felipe II, que nacería en Valladolid el 21 de mayo de 1527, tras dieciséis horas de parto. Los reyes abandonaron Granada ante las noticias en las que se les comunicaba que, Francia había reunido la Liga llamada Clementina o de Cognac para expulsar a los imperiales de Milán y Nápoles. Solimán vio una posibilidad de atacar y reunió un enorme ejército, el avance sobre Hungría fue fulminante, Luis II de Hungría plantó batalla en Mohacs con su reducido ejército; la batalla fue una carnicería y Solimán se apoderó de Hungría. Carlos intentó desmontar la Liga de Cognac, reunió Cortes en Valladolid a principios de 1527, pero estas le negaron ayudas económicas.

    En 1527 los mandos del ejército imperial del duque de Borbón, perdieron el control en la Toscana. Ante la falta de pago los mercenarios se revelaron y arrasaron todo el territorio llegando a Roma, donde exigieron un rescate de 300.000 ducados que Clemente VII no pudo satisfacer, por lo que entraron en la ciudad y la saquearon. En el asalto falleció el duque de Borbón y la anarquía se adueñó de las tropas. Lo que ocurrió a continuación fue el llamado Saco de Roma.

    En febrero de 1528 Carlos I convocó Cortes en Madrid para obtener nuevos fondos y hacer jurar a su heredero. Como las cortes de 1527 no le habían otorgado servicio alguno, al respetar el plazo de tres años, obtuvo 400.000 ducados. La situación en Italia era insostenible, el ejército francés y la flota de Andrea Doria, se dirigían a Nápoles, pero dos cosas vinieron en ayuda de Carlos, de un lado Andrea Doria se cansó de los incumplimientos de los franceses y cambio de bando, y por otro la peste atacó al ejército francés. Nápoles se había salvado. En junio, Margarita de Saboya firmó una tregua entre los Países Bajos e Inglaterra. Francisco I mandó sus tropas a conquistar el Milanesado, pero Antonio de Leyva los derrotó en Landriano el 21 de junio de 1529. Tras esta derrota se firmó la Paz de Cambrai, Fernando I renunciaba al Milanesado, Génova. Nápoles y Flandes, y Carlos I a Borgoña y le devolvía sus hijos a cambio de dos millones de ducados. El tratado se ratificó con la boda de Fernando I y Leonor de Austria.

    Meses después, el 30 de mayo de 1528 convoca las Cortes de Aragón en Monzón, anteriormente estuvo tres semanas en Valencia, para solventar la afrenta hecho a este reino. Durante las Cortes de Monzón recibió la declaración de guerra de Francia e Inglaterra, a lo que Carlos I contestó retando a singular combate a Francisco I para acabar con sus diferencias. El 8 de marzo de 1529 firmó en Toledo los Poderes de Sucesión en su hijo Felipe y que dejaban a la emperatriz como regente en caso de ausencia.

    En octubre de 1520 Carlos I había sido coronado en Aquisgrán, pero aún le faltaban dos coronas, por un lado la corona de hierro de Lombardía y por otro la definitiva corona imperial. Recibió la primera el 22 de febrero de 1530 y dos días mas tarde la imperial. Una vez coronado Emperador de manos del Papa y con Italia pacificada, salió de Bolonia, llegando dos meses después a Augsburgo y convocando allí la Dieta imperial. En la Dieta de Augsburgo se plantearon tres cuestiones: el problema protestante, la amenaza turca y la reorganización del Imperio. La ideas protestantes fueron defendidas por Melanchthon, ya que Lutero tenía prohibida la asistencia, Melanchthon presentó la Confesión de Augsburgo, para acercar posiciones, pero por desgracia se fueron imponiendo las tesis más reaccionarias. En el transcurso de la Dieta, Carlos recibió la triste noticia del fallecimiento el 13 de julio de su segundo hijo Fernando, que había nacido el 22 de noviembre de 1529.

    A principios de 1532 convocó la Dieta de Ratisbona, haciendo un llamamiento en favor de la paz en la Cristiandad y por la guerra contra los turcos. Carlos I se puso al frente del ejército y marchó hacia Viena. El ejército otomano había encontrado diversos puntos de resistencia en su camino a Viena y Solimán empezó a plantearse la retirada. El 27 de septiembre tras unos pequeños combates, Solimán el Magnífico inició la retirada. Tras la derrota de éste, Carlos I emprendió el regreso a España el 28 de febrero de 1533. Tras un accidentado viaje marítimo, desembarcó en Rosas y de allí marchó a galope a Barcelona, donde le esperaban la emperatriz y sus hijos. Carlos pasó la primavera en Barcelona.

    El 19 de junio de 1533 se abrieron las Cortes de Monzón, tras concluir las cuales, Carlos llegó a Zaragoza para reunirse con la emperatriz y juntos viajar a Toledo. A partir de mayo viajó por las principales ciudades de Castilla, aprovechando para visitar a su madre en Mojados, ya que Tordesillas era asolada por la peste.

    El 2 de agosto de 1534 Barbarroja se apoderó de Túnez y atacado Nápoles. Nueva convocatoria de Cortes en Madrid para recabar fondos, obteniendo 200.000 ducados, estos ducados, más el dinero llegado de América, más 800.000 de particulares y otras, hicieron subir los fondos del Emperador hasta los dos millones de ducados, empezando a reunir su flota en Barcelona. El 31 de mayo de 1535 la flota sale de Barcelona, navegando hacia Cagliari al encuentro del resto de las fuerzas, el 15 de junio ocupan Puerto Farina, pero pronto empezó a faltar el avituallamiento. Tras un mes de continuo avance, Carlos I llega a los muros de La Goleta y se lanza al ataque, cayendo en manos imperiales el 16 de julio de 1535. El 20 de julio se puso en camino para capturar Túnez, las condiciones eran terribles para un ejército no acostumbrado a ese calor. Los miles de esclavos cristianos se sublevaron y se adueñaron de la fortaleza. Barbarroja tuvo que huir y Carlos entró en Túnez sin resistencia. Concluida la campaña se iniciaron los preparativos para desplazarse a Sicilia. Barbarroja aprovechó para conquistar Mahón y en España cundió el malestar.

    El 19 de febrero de 1536 Carlos I recibió la noticia de que Francisco I había invadido el ducado de Saboya, buscó el apoyo de Paulo III y el nuevo Papa se comprometió a mediar entre ambos reyes. Carlos volvió a retar a Francisco a un combate singular. En el mes de junio Carlos llegó a Lombardía con un ejército de 60.000 soldados, cruzó los Alpes marítimos y el día 25 entraba en Niza y recorría toda la Provenza. Las tropas mandadas por Montmorency aplicaron la táctica de tierra quemada, haciendo fracasar el ataque imperial a Marsella, ante esto el 4 de septiembre Carlos ordenó la retirada, en la que fallecieron Antonio Leyva y el poeta Garcilaso de la Vega.

    El 5 de diciembre Carlos I desembarcó en Cataluña y emprendió camino hacia Tordesillas para reunirse con su familia, llegando el 19 de diciembre, el 29 se trasladó a Valladolid, donde permaneció hasta el mes de julio, atacado por la gota. El 23 de julio de 1537 salió de Valladolid, llegando el 10 de agosto a Monzón, donde le esperaban los representantes de Cortes, estas se prolongaron hasta mediados de noviembre. El 27 de noviembre llegó a Valladolid avisado de que la emperatriz no se recuperaba del parto de su nuevo hijo.

    Carlos regresa a Barcelona el 20 de julio de 1538, satisfecho por la entrevista tenida con Francisco I, gracias a la mediación de su hermana Leonor. El 23 de octubre la corte llega a Toledo, la economía de la Hacienda era caótica y Carlos necesitaba dinero para realizar la campaña de Argelia, según lo acordado en La Santa Liga, había que levantar un poderoso ejército y entre todos se consiguió algo menos de la mitad y logró una primera victoria sobre Barbarroja en Herzeg Novi, acorralando a la flota de Barbarroja en el golfo de Artá, a pesar de lo cual La Santa Liga no consiguió los objetivos deseados y Carlos I renunció a sus sueños de cruzada.

    La emperatriz Isabel que nunca había gozado de una buena salud, debido principalmente a los continuos partos, en doce años de matrimonio estuvo embarazada siete veces, el 1 de mayo de 1539 abortó de tres meses, muriendo a consecuencia de ello.. Mucho afectó a Carlos la muerte de Isabel, refugiándose en el monasterio toledano de Sisla, mientras el cortejo fúnebre de su esposa se dirigía a Granada, donde fue enterrada.

    Llegan noticias de la sublevación de Gante y Carlos I debe abandonar España en diciembre de 1539, dejando a su hijo Felipe, de doce años, como regente, asistido por el cardenal Tavera. Carlos llegó a Gante el 14 de febrero de 1540 al frente de un poderoso ejército, acabando con la sublevación de modo expeditivo.

    El 5 de abril se inauguró la Dieta de Ratisbona para intentar llegar a un acuerdo entre protestantes y católicos y aunque en un principio parecía ir todo bien, finalmente tanto Lutero como Paulo III se negaron a aceptar ninguno de los acuerdos alcanzados. La Dieta fue clausurada el 29 de julio de 1541. En España era un clamor la necesidad de poner fin a las correrías de Barbarroja, había que conquistar Argel. Carlos, reunió a su ejército en Mallorca y el 19 de octubre desembarcaron en Matafú. El ejército imperial se disponía a sitiar Argel, pero en este caso los elementos se pusieron en contra, grandes tormentas hicieron que se perdieran muchos de los suministros de la flota. La situación era desesperada y se decidió una retirada definitiva para salvar lo que quedaba el 2 de noviembre de 1541, llegando a Cartagena el 1 de diciembre y encaminándose al interior de la península para encontrarse con su hijo Felipe.

    El 12 de julio de 1542, Francisco I proclamó la guerra a Carlos I, acusándole de la muerte de dos embajadores y de no devolverle el Milanesado, la respuesta no se hizo esperar y Carlos I rompió todas las relaciones con Francia. Solo Paulo III abogaba por la paz. Francisco I inició el ataque sobre Milán, Flandes y Cataluña, lugar este último donde se concentraron las mayores fuerzas; el ataque sobre Cataluña fue un fracaso; en el Milanesado también fracasaron los ejércitos franceses; pero el Flandes el duque de Orleans se apoderó de Luxemburgo y el duque de Clèves estuvo a punto de conquistar Amberes. El 1 de marzo de 1543 Carlos I salió de Madrid rumbo a Bruselas, tras diversas escalas, el 20 de agosto llegó a Bonn y dos días mas tarde se plantó ante Düren al frente de un poderoso ejército, conquistándola y saqueándola. El 6 de septiembre Clèves se rindió. En la campaña falleció el príncipe de Orange siendo sustituido por Guillermo de Orange. El 18 de septiembre de 1544 Carlos I y Francisco I firmaron la Paz de Crépy, con lo que la guerra llegaba a su fin. Los acuerdos de Crépy tuvieron dos consecuencias de gran importancia: el Concilio de Trento y la guerra de Carlos I contra los protestantes alemanes. El 19 de noviembre de 1544 Paulo III convocó el Concilio de Trento mediante la bula Laetare Hierusalem, para iniciarse el 15 de marzo de 1545, aunque se retrasaría hasta el 13 de diciembre.

    El 15 de diciembre de 1545 se abrió la Dieta de Worms, prolongándose las sesiones hasta el 4 de agosto de 1546 sin obtener resultados. Entre diciembre de 1545 y febrero de 1546 la Liga de Esmalkalda se reunió en Frankfurt ante la posible amenaza de las reuniones entre Carlos y Paulo III. Felipe de Hesse, era partidario de la guerra, pero el príncipe elector de Sajonia no creía que el Emperador pasase a la ofensiva. Carlos comenzó sus preparativos, formalizando el 7 de junio de 1546 la alianza con Paulo III, el 20 del mismo mes emitió un decreto declarando proscritos al elector de Sajonia y a Felipe Hesse. La guerra era un hecho. Pese a la ventaja de medios de La Liga, estos fueron incapaces de atacar Ratisbona en la primera fase de la guerra, la campaña del Danubio, Carlos Salió de Ratisbona y ocupó Landhut. El duque de Alba comenzó una serie de ataques fugaces que destrozaban la moral del enemigo. En noviembre Fernando rey de Romanos y Mauricio de Sajonia atacaron al príncipe elector Juan Federico, el cual abandonó el campo de batalla con su ejército dando la victoria a las fuerzas imperiales.

    En la primavera de 1547, Juan Federico de Sajonia estaba derrotando a las tropas de su hermano y del duque Mauricio. Al atardecer 22 de abril de 1547 Carlos I dio alcance a Juan Federico a orillas del río Elba, en la localidad de Mühlberg. Al amanecer siguiente el ejército imperial, amparándose en la niebla, se situó junto al de la Liga, separados por el río Elba. Al levantarse la nieva el ejército de la Liga vio al imperial junto a ellos dispuesto a atacar. El pánico hizo mella en los protestantes que emprendieron la huida. El ejército imperial se lanzó al ataque, obteniendo una sonada victoria. Juan Federico cayó prisionero.. Tras esta victoria La Liga de Esmalkalda estaba desarticulada, el día 23 de mayo la ciudad de Wittemberg, cuna del luteranismo se rindió a Carlos I. El 1 de septiembre se abrió la Dieta de Augsburgo para acabar con la disidencia luterana. Carlos I acudió, el Concilio de Trento, se había suspendido temporalmente y de La Dieta salió el Ínterin de Augsburgo, concluido el 12 de marzo de 1548, declarándose el 30 de junio ley del Imperio.

    A principios de 1548 Carlos I atravesó grandes problemas de salud que hicieron temer por su vida, aprovechando para escribir el Testamento político de Carlos V, con consejos para su hijo Felipe y la intención de que su hija María contrajera matrimonio con Maximiliano, hijo del Rey de Romanos. Recomendaba a Felipe mantener la paz con Francia, en cuanto a Inglaterra mantener las alianzas, lo mismo que con Escocia y Dinamarca. En cuanto a América, se sentía fascinado por la labor de los españoles y atraído por las riquezas que aliviaban su maltrecha economía, fiel reflejo de ello fue la promulgación de las Leyes Nuevas.

    El 12 de abril falleció en Tordesillas la reina Juana, con lo que Carlos se convertía en rey en solitario, su hijo Felipe ya tenía edad para gobernar, lo hacía en Nápoles y Sicilia y la situación internacional estaba relativamente en calma. Era el momento de realizar una idea que llevaba tiempo rondándole, abdicar en su hijo Felipe. El 25 de octubre de 1555, ante los personajes mas relevantes de todos sus reinos, tuvo lugar la ceremonia, entró ayudado por Guillermo de Orange, vestía de negro riguroso, solo adornado por el Toisón de Oro. Con un discurso en francés expuso los motivos de su abdicación, e hizo un repaso a sus años de gobierno. El discurso acabó con una emotiva despedida y el anuncio de que en el retiro le acompañarían sus hermanas, Leonor y María. En enero de 1556 se produciría formalmente la abdicación. El 28 de septiembre desembarcó en Laredo, pasó por Burgos, Valladolid, llegando el 12 de noviembre a Jarandilla (Cáceres), acompañado de don Juan de Austria. El 3 de febrero hizo su entrada en Yuste, su vida allí transcurrió entre oración, descanso y ocio, atendiendo las consultas de su hijo Felipe. A finales de agosto Carlos I enfermó gravemente de paludismo, el 19 de septiembre recibió la extremaunción y finalmente, a las dos de la madrugada del 21 de septiembre de 1558, Carlos I, falleció.
Ramón Martín

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