Jaime II, rey de Mallorca desde 1276 a 1311
Nació en Montpellier el 31 de mayo
de 1243, era el segundo hijo de Jaime I el Conquistador y de Violante de Hungría, fue rey de Mallorca, conde del Rosellón y de la Cerdaña, señor de
Montpellier, barón de Omeladès y vizconde de Carladès. Menorca, aún habitada
por los musulmanes, le rendía vasallaje.
Aunque no era habitual en esa época,
su padre le dejó escoger esposa, casándose en 1265 con Esclaramunda de Foix,
hija de Roger IV, conde de Foix. Del matrimonio nacieron seis hijos: Jaime, que profesó como monje
franciscano; Sancho I de Mallorca,
muerto sin descendencia y sepultado en la Catedral de Perpignan; Fernando de Mallorca, cuyo hijo Jaime III de Mallorca sucedió a su hermano Sancho I de Mallorca; Isabel de Mallorca, que casó
con don Juan Manuel, hijo del infante Manuel de Castilla y nieto de Fernando III de Castilla; Sancha de Mallorca; Chiara de Nápoles y; Felipe, regente de Mallorca entre 1324
y 1329. Además de una hija ilegítima, Saura
de Mallorca, hija de la dama Saura de Monreal.
Recibe, Jaime, el reino en virtud al
último testamento, de su padre, de 1272, que dividía la Corona de Aragón en dos
entidades independientes, naciendo así, un nuevo reino bajo el amparo del
papado. El 12 de septiembre de 1276 juraba en la iglesia de Santa Eulalia, e
iniciaba su reinado como soberano independiente. Pedro III de Aragón, protesta secretamente, no aceptando el testamento. Finalmente, ante la
inoperancia del papado, se ve obligado a jurar en 1279 en el convento de los
Predicadores de Perpiñán, tras declarar su disconformidad alegando la “potentia
armorum” de su hermano, el pacto de vasallaje. Hecho que condicionaría las
relaciones entre ambos.
Tras la conquista de Sicilia por
parte de Pedro III de Aragón, Jaime II se alió con el papa Martín IV y con
Felipe III Capeto, rey de Francia, al invadir estos Cataluña. Rechazada la
invasión, tras la derrota infligida por la flota aragonesa, comandada por Roger de Lauria, a la flota francesa en
la batalla de Formigues, los monarcas aragoneses inician le conquista de las
Baleares. Alfonso III el Franco, rey de Aragón conquista Mallorca en 1285, Ibiza en 1286, y Menorca en 1287 a los
musulmanes de forma definitiva. Las Baleares estarán bajo control de Aragón
hasta 1295, mientras que, los territorios de Rosellón y Cerdaña, y el señorío
de Montpellier permanecen en su poder durante todo su reinado.
El sucesor de Alfonso, Jaime II de Aragón, acepta la decisión del papa Bonifacio VIII, en el Tratado de Anagni de 1295
y devuelve todas las islas a Jaime II de Mallorca, aunque el reino de Mallorca
siga siendo vasallo del rey de Aragón, según las condiciones del tratado de
1279. Jaime sólo reconocería este vasallaje mediante el Tratado de
Argilers de 1298.
Jaime II reinaría durante más de dos
décadas, impulsó una vasta política de colonización agraria, con la creación de
nuevos núcleos poblacionales; incrementó las rentas reales; favoreció la
creación de consulados en el Norte de África y en el reino de Granada; creó un
nuevo sistema monetario para el reino; fomentó la creación de industrias
textiles; procedió a incrementar el poder real sobre la nobleza y la Iglesia; e
impulsó la construcción de palacios y castillos, como los palacios-castillos de
Perpiñán y de Ciudad de Mallorca —La Almudaina—, catedral de esta última,
castillo de Bellver. La apertura de proceso a los templarios y posterior
supresión de la orden permitiría la incautación de las rentas de la Orden en
las islas. También fue protector de Ramon Llull.
A su muerte, en Mallorca en 1311, el
cadáver recibió sepultura en la Capilla Real de la Catedral de Palma de
Mallorca, y en el siglo XVIII, Carlos III ordenó que sus restos fueran depositados en un sepulcro colocado en el
centro del templo, causaba una mala impresión a los visitantes, por el mal
gusto que lo caracterizaba. Era posible por el público en general abrir el
sepulcro para ver directamente el cadáver del rey. Muchos aprovechaban para
llevarse recuerdos como sus dientes, cabellos o trozos de piel. La reina Isabel II visitó el féretro y al verlo ordenó que se cubriese con una tapa de
cristal para su protección y que se vistiera el cadáver con nuevas ropas para
dignificarlo.
Los restos del rey Jaime II de
Mallorca reposan actualmente, desde el año 1947, después de numerosos traslados
a lo largo de la historia dentro del mismo edificio, en un sepulcro de piedra
de alabastro de estilo neogótico, en la Capilla de la Trinidad, en compañía de
los restos de su nieto, el rey Jaime III de Mallorca, que se halla en otro
sepulcro situado a su lado.
Fuente: Casa Real de España
Imagen: Casa Real de España
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