Leonor de Austria, segunda esposa de Francisco I rey de Francia
Nacida en Lovaina, el 15 de
noviembre de 1498, fue la hija primogénita de Felipe I de
Habsburgo, archiduque de Austria y duque de
Borgoña, y de Juana I, reina
de Castilla. Fue célebre gracias a su extraordinaria belleza y cultura, siendo
pretendida por reyes y condes de diversas naciones europeas. Siendo joven, su abuelo
Maximiliano trató de desposarla con Enrique, príncipe de
Gales, futuro Enrique VIII de Inglaterra, quien se desposaría
con la hermana de su madre, la reina Juana, la
infanta Catalina.
Posteriormente, trataron otras propuestas matrimoniales con los reyes franceses
Luis XII y Francisco I, el
polaco Segismundo I o el duque Antonio de Lorena.
También pudo tener un romance con Federico II conde Palatino del Rin,
puesto que, en 1517, cayó en manos de su hermano Carlos una
carta de amor del conde dirigida a ella. Carlos, tras
descubrirla, les obligó a jurar que no estaban casados en secreto y expulsó a Federico
de la corte de los Habsburgo. Ese mismo año, partió con su hermano a
Castilla, donde éste debía ocupar el poder vacante tras el fallecimiento de su
abuelo Fernando.
Siguiendo la política de
los Habsburgo, de procurar ventajosos a nivel político, que, aseguraran
el futuro de la dinastía, la comprometen con su tío, el rey Manuel
I de Portugal, apodado el Afortunado, que era viudo de
sus dos tías, Isabel y María, ambas, hermanas de su madre, uno
vez que no llegaron a un acuerdo para casarla con su heredero el príncipe Juan,
que se casaría con su hermana Catalina. El matrimonio se celebró en Lisboa,
el 7 de marzo de 1519, fruto del cual nacerán dos hijos: Carlos y María.
Cuando fallece el 13 de diciembre de 1521, Manuel
I, con 52 años, Leonor tiene apenas 23, y decide retornar al lado de su
hermano Carlos, teniendo
que dejar en Portugal, a su hija María, de sólo seis meses. No volvería
a verla en muchos años, la infanta portuguesa, jamás perdonó a su madre el
abandono. En 1523, se la promete a Carlos III de Borbón, un noble
francés que se oponía a Francisco I, no obstante,
dicho matrimonio nunca tendría lugar.
La rivalidad entre Carlos I y Francisco I sacudía
a Europa en una sangrienta lucha. Por lo que, cuando el rey francés es
capturado por el monarca español y encarcelado, tras su derrota en la Batalla
de Pavía, que tuvo lugar en 1525, se ve forzado a firmar el Tratado
de Madrid de 1526, que pronto incumple, reanudándose las hostilidades;
aunque si cumplirá el francés, una de las cláusulas; la que le compromete a
casarse con Leonor de Habsburgo, que será celebrado ese mismo año en la
Imperial Villa de Illescas (Toledo), pese a que el monarca francés no lo
reconocería como tal, hasta firmar el 3 de agosto de 1529, el Tratado de
Cambrai o de las Damas. Llamado así porque fue firmado por Luisa de
Saboya —madre de Francisco I—, y Margarita de Austria
—tía de Carlos I—.
Tras la celebración de una nueva ceremonia, por poderes, en
Torrelaguna, el 20 de marzo de 1530, a la que acudió la emperatriz Isabel,
Leonor emprendió viaje a Francia junto a los dos hijos de Francisco I, el delfín
Francisco y su hermano Enrique, duque de Orleans, que habían
quedado como rehenes de Carlos V en 1526,
siendo garantía de que su padre cumpliría el Tratado de Madrid y
devolvería Borgoña. Como no lo cumpliera, el cautiverio de los príncipes duró
más de cuatro años. En Fuenterrabía, se hizo un intercambio: los niños por cuatro
toneladas de oro, a pesar de lo cual Francisco I no
devolvió Borgoña. Leonor se había vuelto enfermiza, delicada, y estaba, además,
afectada por elefantitis.
La vida de Leonor en la
refinada y lujuriosa corte francesa fue difícil y angustiosa: viendo cómo su
marido la rechazaba, desviando sus atenciones hacia otras mujeres. El intento
del emperador de conseguir mejorar las relaciones con el rey francés, casando
con él a su hermana, había resultado inútil. Fue un sacrificio más para Leonor.
Francisco I, murió
en Rambouillet, el 31 de marzo de 1547. Tras enviudar, Leonor fue nombrada duquesa
de Turena; viuda y sin hijos de este matrimonio, regresó a la corte de
Bruselas. Durante muchos años trató, ayudada por su hermano, el consentimiento
del rey de Portugal para que su hija María viviera con ella.
Tras la abdicación de Carlos I en 1555,
y su retiro a San
Jerónimo de Yuste, Leonor y su hermana María deciden
seguir a su hermano. Entonces, sucede lo inesperado: el rey Juan
III de Portugal permite que la infanta María viviera junto
a su madre. Pero los años de separación había sido demasiados, y una vez en
España, la infanta regresa a Portugal. Para Leonor fue un duro golpe; su salud resentida
salud, y el rechazo de su única hija fue más de lo que pudo soportar. Falleció
en Talavera la Real, el 18 de febrero de 1558. Su hermana María la
siguió el 18 de octubre del mismo año. Fue enterrada en la Concatedral de
Mérida, hasta que su hermano Carlos I mandó
que sus restos fueran trasladados al San
Monasterio de Yuste. Aunque, actualmente,
reposan en el Panteón de Infantes del Monasterio
de El Escorial.
De su matrimonio con Manuel
I de Portugal, tuvo dos hijos: Carlos y María.
Ramón Martín
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