Violante de Aragón, esposa de Alfonso X

Nacida en Zaragoza en el año 1236, y fallecida en Roncesvalles en el año 1300 o 1301 al volver de Roma, donde había ganado el Jubileo. Era hija de Jaime I, el Conquistador y de su segunda esposa Violante de Hungría. Casó en la Colegiata de Valladolid el 26 de diciembre de 1246, con Alfonso X, con tan solo diez años de edad.

Alfonso X consideró la posibilidad de solicitar la nulidad matrimonial, pues creía que su esposa era estéril. El médico la mandó reposo y tras la conquista de Alicante, se retiró a descansar a una finca próxima; allí quedó embarazada por lo que decidió llamar al paraje: Pla del Bon Repós, nombre que aún perdura en un barrio de Alicante.

En 1275 muere el infante Fernando de la Cerda, heredero del trono, y Alfonso X haciendo caso omiso de los derechos del los hijos del infante fallecido, nombra heredero a su segundogénito Sancho, que será el futuro Sancho IV, el Bravo, rey de Castilla y León. Blanca de Francia, viuda de Fernando de la Cierva, solicita la ayuda de su hermano Felipe III, el Atrevido. La reina Violante pide, a su vez, apoyo para los nietos de su hermano, el rey Pedro el Grande de Aragón, que acepta protegerlos, Fernando y Alfonso de la Cerda, en el Castillo de Játiva.

Durante los reinados de Sancho, el Bravo y de Fernando IV, el Emplazado, la reina Violante reside permanentemente en Aragón, apoyando los derechos al trono de Castilla y León de su nieto Alfonso de la Cerda y combatiendo a su otro nieto, Fernando IV, el Emplazado y a la madre de éste María de Molina.

En 1276 funda el convento de San Pablo de Valladolid, de la orden húngara de San Pablo. A la muerte de la reina Violante, recibió sepultura en la colegiata de Santa María de Roncesvalles, aunque en la actualidad no se sabe a ciencia cierta, donde se encuentran sus restos.

Del matrimonio con Alfonso X, el Sabio, nacieron once hijos: Berenguela, que fue la única hija legítima, que permaneció junto a su padre durante la rebelión del infante Sancho; Beatriz; Fernando de la Cierva, a su muerte prematura, su hermano Sancho se convirtió en rey; Leonor; Sancho IV, el Bravo, rey de Castilla, y tras la muerte de Alfonso X, de León; Constanza, monja en el Monasterio de Santa María La Real de Burgos; Pedro, padre de Sancho de Castilla, el de La Paz; Juan, murió en el desastre de la Vega de Granada; Isabel; Violante; y Jaime.