Bermudo II
Llamado el Gotoso por sus continuos ataques de gota, nace entre el año 948 y 953. Parece claro que su padre fue Ordoño III, lo que ya no está tan claro es que fuera hijo de Urraca Fernández. Pelayo obispo de Oviedo, afirmaba que era hijo de una segunda mujer de Ordoño III llamada Elvira, pero no hay constancia de que éste se separara de Urraca Fernández, Claudio Sánchez Albornoz admite la posibilidad de que fuera hijo ilegítimo. Se supone que nació en el Bierzo en la localidad de Carracedelo, por lo que recibe el nombre, además de el Gotoso, el de rey berciano.
Desde el año 966 reina en León Ramiro III, hijo de Sancho I y sobrino de Ordoño III, por lo que era primo hermano de Bermudo. Los nobles gallegos y portugueses no querían a Sancho I y tampoco a su hijo Ramiro III, cuando éste fue coronado rey. Los tiempos estaban revueltos y las circunstancias hacían que ese sentimiento de desafecto aumentara: las incursiones vikingas de 968, la grave derrota de San Esteban de Gormaz en el 975 ante los sarracenos y sobre todo las continuas aceifas de Almanzor que asolaron las tierras leonesas en la década de 970. Por fin en 981 un grupo de nobles encabezados por Gonzalo Menéndez se rebela contra Ramiro III y proclama a Bermudo II en el monasterio de Guimaräes, siendo coronado rey en Santiago de Compostela en el año 982.
Pronto los dos ejércitos se encontraron en Portilla o Portela de Arenas, cerca de Antas de Ulla, el resultado fue incierto, permaneciendo Bermudo en Galicia y volviendo Ramiro a León. En la primavera del 984 las tierras del Cea y del condado de Saldaña reconocen a Bermudo como rey. Ante su debilidad tuvo que ponerse bajo la protección del califato de Córdoba, recuperando Zamora. Mientras, los ejércitos de Almanzor se quedaron ocupando el reino de León, del cual no fueron expulsados hasta el año 987. Se le recrudecen los problemas y es obligado por las autoridades eclesiásticas a repudiar a Velasquita, casándose entonces con Elvira, hija del conde castellano Sancho García.
Almanzor montó en cólera y destruyo Coimbra, avanzando después contra León, la sitió y la arrasó. Huyo Bermudo a Zamora, pero perseguido por Almanzor tuvo que continuar hasta Lugo. Las huestes de Almanzor destruyeron Zamora y Lugo, conquistaron Gormas, Coruña del Conde (Clunia), Astorga y saquearon Castro Bergidum (El Bierzo) y Santiago de Compostela.
La gota se agravó en el 999 y le era imposible cabalgar, razón por la que tenía que ser transportado en litera. Ese mismo año en septiembre moriría en el monasterio de Vallbuena, recibiendo sepultura en el monasterio de Santa María de Carracedo (San Salvador de Carracedo). Posteriormente Fernando I y Sancha trasladaron los restos al Panteón de Reyes de San Isidoro de León.
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