Pedro Alcántara de Toledo y Salm-Salm. 5º Presidente desde 1825 a 1826.

Quinto Presidente del Consejo de Ministros durante la Década ominosa (1823-+1833) reinando Fernando VII, desde el 24 de octubre de 1825 al 26 de agosto de 1826.


El decimotercer duque del Infantado nació en Madrid el 20 de julio de 1768. Era el primogénito de Pedro de Toledo y de María Ana de Salm-Salm. En París, donde su familia pasaba largos períodos, entró en contacto con la Ilustración. Al morir su padre cuando el contaba veintidós años, le convirtió en heredero de la casa del Infantado, uno de los más importantes títulos y patrimonios nobiliarios españoles del siglo XVIII.

Durante su juventud formó parte en la creación de varios proyectos: la construcción de canales o la creación de una fábrica de hilado en Torrelavega, llegando a presidir la Sociedad Cantábrica. La formación militar adquirida, le permitió participar en las guerras del Rosellón contra la Francia revolucionaria al frente de un regimiento de voluntarios de Castilla, costeado por él el 3 de abril de 1793; alcanzando el grado de brigadier y, al terminar la guerra en 1795 con la firma de la Paz de Basilea, el de mariscal de campo. Participó en la Guerra de las Naranjas contra Portugal declarada el 27 de febrero de 1801, siendo nombrado un año más tarde teniente general.

En aquellos primeros años mantuvo una estrecha relación con el príncipe Fernando, convirtiéndose en uno de los miembros más destacados del partido fernandino. Su decidido rechazo al valido Manuel Godoy, le granjearon graves problemas en dos ocasiones: en 1807 el Proceso de El Escorial, la conspiración contra el rey Carlos IV, del que fue absuelto en el proceso seguido contra los cabecillas, aunque siendo encerrado durante tres meses, y , posteriormente desterrado; la segunda fue la conspiración del príncipe Fernando contra su padre Carlos IV y Godoy, durante los sucesos de Aranjuez de 1808. Momento en que abdicó el rey Carlos IV en su hijo Fernando VII, el 27 de marzo de 1808, reafirmándose como uno de sus más leales súbditos.

De nuevo el estallido de la Guerra de la Independencia nos lo presenta en su faceta militar, siendo el coronel jefe de la Guardia Española. En abril de 1808, unos meses antes del inicio de las hostilidades, acompañaba a Bayona al rey Fernando VII, para entrevistarse con Napoleón, encuentro que, don Pedro, aconsejó en un principio. Sin embargo, pronto se opuso a la abdicación de Fernando VII, llegando a prevenirle sobre una posible trama napoleónica. Participó en los enfrentamientos, y como comandante en jefe del Ejército del Norte perdió la batalla de Uclés. El 12 de noviembre de 1808 con la llegada de José Bonaparte, su patrimonio fue confiscado por orden de Napoleón. Antes de finalizar la guerra fue nombrado embajador en Londres. El 22 de enero de 1812, a su regreso de Londres, ostentó el cargo de presidente de la Regencia establecida por las Cortes en Cádiz. Ese mismo año, el 8 de agosto tras la batalla de los Arapiles, firmó una proclama, instando a los españoles contra el invasor francés.

Prudente en lo que respecta a las intenciones del rey Fernando VII de derogar la Constitución, lograba los más altos niveles de poder del Reino. Entre los años 1812 y 1813, formó parte de la Tercera Regencia, fue presidente del Consejo Real de Castilla hasta 1820; y ese mismo años, al producirse la insurrección liberal en la que fue implicado, fue desterrado acusado de participar en la conspiración del cura, el párroco de Tamajón, Matías de Vinuesa. En el último período del Trienio Liberal, regresó a Madrid para presidir la Regencia provisional, mientras Fernando VII permanecía retenido en Cádiz. Con la llegada de la Segunda Restauración fernandina, presidió el Consejo de Ministros y se convirtió en ministro de Estado. En agosto de ese año fue cesado como jefe de Gobierno. La cuestión sucesoria de Fernando VII terminó por ser admitida por el duque que, alejado definitivamente de la Corte, reconoció a Isabel II en 1833.

Falleció en Madrid un 27 de noviembre de 1841, dejando un hijo: Manuel de Toledo y dos hijas.

Ramón Martín

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