La batalla de Uclés en 1809
Monasterio de Uclés |
Pedro Alcántara de
Toledo y Salm-Salm, duque del Infantado fue nombrado para dirigir el
ejército del Centro. Comenzando a reorganizar en Cuenca este ejército, recabó
recursos económicos y reclutó hombres procedentes de la Mancha y Andalucía,
consiguiendo reunir a unos 21.000 efectivos mal armados y bajos de moral. El
día 25 de diciembre envió al mariscal Venegas con un conjunto de
unidades dispares, a Aranjuez y Tarancón con intención de recuperar Madrid. Los
franceses enviando al general Víctor, que se situó al sur del Tajo.
El ataque se produjo
el día 25 de diciembre, y la infantería española estuvo a punto de cortar la
retirada a los dragones franceses, pero una gran nevada impidió que la
caballería llegara a tiempo. Ante esta situación, y por temor a una ofensiva
inminente de Víctor, Venegas solicitó permiso del duque del
Infantado para retirarse hasta Cuenca. El duque se lo denegó, permitiéndole
retirarse a Uclés, mientras él avanzaba desde Cuenca con el resto del Ejército
del Centro. Venegas retiró su fuerza en la media noche del 11 de enero,
bajo un fuerte temporal de lluvia y nieve, para dirigirse hacia Uclés. Al día
siguiente se unieron las tropas al mando de Senra en Uclés, mal
equipados y bajos de moral.
La
batalla
La noche
del día 12 al 13 de enero, Venegas ordenó reforzar el destacamento de
Tribaldos. Al amanecer del día 13 de enero los franceses avanzaron hacia dicha
posición. A las 08:00 horas, Villatte la atacó, la infantería española
aguantó, en un principio, el bombardeo artillero de las baterías francesas,
hasta que tuvieron que replegarse hacia Uclés. En Villarrubio se encontraba el ala
izquierda española a las órdenes del brigadier Senra, que se replegó
hasta alinearse en el ala izquierda de Uclés. Venegas se encontraba
enfermo, y dispuso su cuartel general en el convento
de la Orden de Santiago. El mariscal
Víctor, partió desde Tarancón hacia Alcázar del Rey. Pero se perdieron
en el camino, y acabaron dirigiéndose hacia Uclés por el camino de Paredes. Hacia
las 11:00 horas, comenzó la batalla propiamente dicha. La brigada de Puthod
maniobró sobre la izquierda española para tomarla de flanco. Maniobra que pasó
desapercibida para los españoles, que tenían fija su atención en su centro. Cuando
se apercibieron de la amenaza, era demasiado tarde: cinco batallones les
arrollaron, huyendo en desbandada hacia Uclés. Se intentó reconstruir el ala
izquierda, pero el avance de las columnas francesas era imparable, y fueron
arrollando los sucesivos intentos de las tropas españolas al descender de la
sierra del Pavo. La brigada Patchod asaltó frontalmente el centro, en
dirección al convento. Su ataque tuvo éxito, ante unos batallones españoles que
se veían desbordados por su ala izquierda. En el ala
derecha española, Venegas había sido herido levemente y no había nadie
que lo relevase. Entonces Pedro de Girón, marqués de las Amarillas,
decidió abandonar su posición. La división de Ruffin, se encontró
frontalmente con la columna de Girón y le cerró el paso, quedando rodeada
por los franceses Los españoles intentaron abrirse paso a la bayoneta y Pedro
Girón consiguió escapar junto con otros oficiales. Entretanto, los
regimientos Castilla, Lusitania y cazadores de Sevilla consiguieron escapar
hacia Carrascosa, sin encontrar resistencia. Los regimientos de caballería
Borbón, Príncipe y Reina atacaron a la caballería francesa, logrando desorganizarla,
pero en su huida tropezaron con la artillería del Cuerpo de Ejército-I. Para
mayor desgracia, una acequia ancha y profunda, les cortaba el paso. Muchos murieron
y otros fueron heridos o hechos prisioneros, tan solo unos pocos consiguieron
llegar a Huete y ponerse a salvo camino de Cuenca. |
Ramón Martín
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