Claudia de Francia, primera esposa de Francisco I rey de Francia
Nacida en Romorantín-Lanthenay, el
13 de octubre de 1499. Era la hija mayor del rey Luis
XII y de Ana
de Bretaña. Se le dio el nombre por Claudio de Besançon,
un santo invocado por su madre para poder dar a luz a un niño vivo. Al morir el
rey Carlos
VIII de Francia en 1498, Ana
tenía 21 años y no tenía hijos, por lo que se vio obligada a casarse con el
nuevo rey, Luis
XII, aunque él ya estaba casado, con Juana,
hija de Luis
XI y hermana de Carlos
VIII. Luis
se vio obligado a repudiar a su mujer para poder acceder al trono, por lo que optó
por comprar la voluntad del papa Alejandro
VI, el cual consintió en una tercera boda real para Ana. En 1506, Luis
XII y Ana
de Bretaña tomaron una decisión que, al pasar el tiempo, se
revelaría como fatal: comprometer a Claudia con Francisco
de Angulema, que sería coronado como Francisco I tras la muerte
de Luis
XII, en 1515. Como Ana
de Bretaña no tuvo hijos de su primer matrimonio con Carlos
VIII, Claudia fue la heredera del ducado de Bretaña, mientras
que la Corona de Francia, pasaría a su primo, Francisco
de Angulema, ya que, de acuerdo con la Ley Sálica, la
corona francesa solo podría pasar a través de herederos varones.
Claudia era de baja estatura y
padecía escoliosis, por lo que tenía la espalda encorvada. Fue eclipsada en la
corte por su suegra, Luisa de Saboya, y su cuñada, la literaria Margarita,
reina consorte de Navarra. El año 1504 Ana
de Bretaña. en un intento de mantener su ducado independiente de Francia,
firmó el Tratado de Blois, por el que se prometía la mano de Claudia, al
joven Carlos
de Austria, futuro Carlos I de España, pero el compromiso fue
cancelado por Luis
XII, temeroso por verse rodeado por norte y oeste y norte por lo
Habsburgo. Por eso, en 1506, Claudia fue comprometida a su primo tercero, el conde
de Angulema y duque de Valois, Francisco
de Angulema, presunto heredero del
reino.
Ana
de Bretaña murió el 9 de enero de 1514, por lo que su hija mayor, heredó
el ducado de Bretaña. El 18 de mayo de ese mismo año, en el castillo
de Saint-German-en-Laye, Claudia, ya nueva duquesa de Bretaña, se
casaría con Francisco,
entonces delfín de Francia. Ella nunca gobernó en Bretaña, puesto que,
en 1515, le dio el gobierno de sus dominios a su esposo. A diferencia de su
hermana menor, Renata, Claudia, nunca mostró ningún interés en su
herencia materna, ya que prefería dedicarse a la religión influida, según fuentes,
por Christopher Numar de Forli, confesor de su suegra. El nombre
de Claudia estaba relacionado con el de Francisco desde su
más temprana infancia, y aunque era la mejor opción dinástica para él, algunas
personas se opusieron a causa del frágil físico de Claudia. El padre de
Claudia, Luis
XII, con el objetivo de tener un heredero varón, se casó con la
inglesa María
Tudor, pero su salud se deterioró y falleció a finales de 1514. En su
agonía, confió su reino a, Francisco
I, su pariente masculino más cercano. La coronación del éste se
produjo tres semanas después de la muerte del rey. Francisco fue
preferido antes que sus hijas: Claudia y Renata, en virtud a la Ley
Sálica, una antigua ley del reino de Francia, que excluía a todas las
mujeres. Claudia sería reina consorte de Francia desde el fallecimiento de su
padre hasta su propia muerte, fue coronada reina de Francia en la Basílica
de San Denis, el 10 de mayo de 1517.
Claudia pasó casi todo su
matrimonio en una ronda interminable de embarazos. Sabía que necesitaba
demostrar su valía al dar a luz a un heredero varón, un deber que su madre
nunca cumplió. Cada vez que quedaba embarazada, la mayoría asumía que moriría
mientras daba a luz, pero demostró que estaban equivocados, dando a luz a siete
hijos durante el período de 1515 a 1524: Luisa, comprometida brevemente
a Carlos
I; Carlota; Francisco, que murió a los 18 años, en
extrañas circunstancias, con sospechas de envenenamiento; Enrique duque
de Orleans, delfín y rey de Francia como Enrique II; Magdalena,
reina consorte de Escocia; Carlos murió posiblemente envenenado; Margarita;
Luisa de Francia, su padre la ofreció en matrimonio al emperador Carlos
V; Carlota de Francia; Francisco de Francia;
Enrique II de Francia fue reconocido duque de Bretaña en
1536, y coronado rey de Francia en Reims en 1547; Magdalena de
Valois fue reina consorte de
Escocia; Carlos de Valois, duque de Angulema, murió,
posiblemente, envenenado; y Margarita de Francia, duquesa de
Berry.
En sus últimos años, sufrió de
una gran obesidad. Se supone que a causa de la sífilis. Claudia murió el 20 de
julio de 1524, en el castillo de Blois, a los veinticuatro años. La
causa de su muerte fue muy discutida, pues mientras que unos alegaron que murió
en el parto o tras un aborto espontáneo, otros creyeron que murió por
agotamiento después de sus muchos embarazos o después de sufrir tuberculosis
ósea (como su madre). Fue enterrada en la basílica de San Denis,
mientras que su corazón descansa en Nantes.
Fue sucedida en el gobierno de Bretaña
por su hijo mayor, Francisco, que se convirtió en Francisco III, con Francisco
I, como tutor. Tras la muerte de éste en 1536, el segundo hijo de
Claudia, Enrique, duque de Orleans, se convirtió en delfín de
Francia y duque de Bretaña, reinando en Francia como Enrique II.
Ramón Martín
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