Berenguer Ramón I, conde de Barcelona desde 1018 a 1035
Fue llamado el Corcovado (El Corbat), debió nacer en el 1006. Era hijo del conde Ramón Borrel y de su esposa Ermesenda de Carcasona. En el 1018, cuando tendría unos doce años murió su padre, dejándole el condado en régimen de condominio con su madre. Ermesenda, además de ejercer la tutoría, gobernó en más de treinta y dos castillos, situados en los condados de Ausona, Manresa, Urgel y Barcelona.
Una vez alcanzada la mayoría de edad en el año 1023, Berenguer Ramón comienza a realizar actos de gobierno, ya sin la compañía de su madre, aunque sigue firmando con ella todos aquellos actos en que ésta está presente. Le habían desposado en 1016 en Zaragoza, con Sancha, hija de Sancho García de Castilla, cuando contaba con diez años de edad, por lo que no se le permitió casarse hasta el año 1021. Asociando a su mujer a partir del 1021 al gobierno, algo que motivó conflictos entre su madre y su esposa, que logró zanjar su tío Pedro, obispo de Gerona. Sancha, le dio dos hijos, Ramón Berenguer y Sancho, aunque falleció en 1027.
Entre 1018 y 1023, Berenguer firma un acuerdo con el conde Ermengol II de Urgel, primo suyo, mediante la cual éste le presta homenaje y le jura fidelidad y ayuda. Cuatro barones del condado de Urgel garantizan el acto de sumisión, a los cuales suma Ermengol, en prenda, los cinco castillos de Alós, Rubió, Montmagastre, Malaguaste y Artesa. En contrapartida, Berenguer se compromete a no atentar contra la vida de Ermengol, ni contra sus bienes, y promete ayudarle en cualquier circunstancia, dándole en feudo el obispado de Barcelona, el castillo de Aramprunyà y otros honores en los condados de Barcelona y Gerona, por los cuales varios caballeros prestarán homenaje a Ermengol. Berenguer promete dar la espada Tizona a Ermengol, o 5.000 dirhemes, o 100 onzas de oro, o el equivalente en especies. Esta espada permanece entre los bienes patrimoniales de la Casa de Barcelona hasta 1090, fecha en la cual Berenguer Ramón II, prisionero del Cid, la entrega a éste. La Tizona se convierte en el arma legendaria del Cantar del Cid Campeador.
Entre tanto, en 1023, Berenguer Ramón concertó la amistad con Guillem I de Besalú y con Guifred II de Cerdaña, pues prefirió la paz con los vecinos a las conquistas. El sobrenombre de El Corbat con que le conoce la historia puede corresponder a un defecto físico que le aquejaba desde temprana edad. Su corto período de gobierno de poco más de ocho años, dominado por su madre, Ermesenda, y por su mujer, Sancha, no favoreció a su gestión. Aunque quiso continuar la labor reconquistadora de su padre, tuvo escasos éxitos, aunque en 1025 confirmó las franquicias a los habitantes de Olérdola y la comarca del Penedés garantizando el poblamiento de estos territorios.
Además, mantuvo el límite de la zona fronteriza en el curso del río Gaià. También a los barceloneses les concedió, en 1025, notables franquicias para favorecer el desarrollo del comercio. Viudo ya de Sancha, Berenguer Ramón volvió a casarse, en 1027, esta vez con Guisla, hija del conde de Empúries Hugo I, que le dio otros dos hijos: Guillem y Bernat.
Berenguer Ramón I murió el 31 de marzo de 1035 en el Palacio Condal de Barcelona, poco antes de cumplir los treinta años de edad, en vísperas de realizar un viaje a Roma. En su testamento de 30 de octubre de 1032, dejaba a su primogénito, Ramón Berenguer I, los condados de Barcelona y Gerona; a Sancho, las zonas fronterizas al este del Llobregat con Olérdola y el Penedés, y al primer hijo de Guisla, Guillem, el condado de Vic-Ausona. El menor, Bernat, no había nacido todavía. Ermesenda debía coordinar la política y gobernabilidad de estos territorios y asumió su papel con gran valentía y ecuanimidad.
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