Ramón Borrell I
Hijo de Borrell II y de su esposa Ledgarda de Roergue. Hacia 986, poco después del asalto de Almanzor a Barcelona, en julio de 985, Ramón Borrell fue asociado el gobierno por su padre, a quien sucedió en 992. Los primeros años continuó la política hostil de Almanzor que culminó con un ataque en el curso del cual la ciudad de Manresa fue destruida. Ramón Borrell esperó a la muerte de Almanzor en 1002 para dar la respuesta. Lo hizo junto con su hermano Armengol I de Urgel en un ataque contra las posiciones musulmanas de la zona de Lérida en el curso del cual hubo un enfrentamiento con las tropas del general amirí Wadih, en Albesa, donde murió el obispo de Elna y quizá Armengol cayó prisionero. Las represalias musulmanas no tardaron en llegar: ‘Abd al-Malik, hijo de Almanzor, y Wadih atacaron posiciones de la frontera catalana, expugnaron numerosos castillos (Meyá, Montmagatre, Castellolí), llegaron hasta las proximidades de Barcelona y regresaron con numerosos cautivos.
En el 1006 ‘Abd al-Malik realizó una nueva incursión contra la Segarra y la Ribagorza, pero será derrotado en la batalla de Torá por la coalición de Ramón Borrell I de Barcelona, Bernardo I Tallaferro de Besalú, Wifredo II de Cerdaña y Armengol I de Urgel. Pero muy pronto, con la muerte de ‘Abd al-Malik, en el 1008 y la crisis del califato, la situación militar cambió radicalmente. Estalló entonces una guerra por el poder en el califato. Ramón Borrell fue entonces persuadido por Wadih para intervenir en el conflicto a favor de Muhammad II, cosa que hizo al frente de un numeroso ejército, junto con los condes de Urgel y Besalú, y los obispos de Gerona y Vic.
Después de una victoria en Akabat al-Bakr y una derrota cerca del Guadiana, las tropas de los condes catalanes entraron en Córdoba, que fue completamente saqueada. A continuación los expedicionarios regresaron, y aunque lo hicieron cargados de riquezas, en el balance final no puede ignorarse que experimentaron numerosas pérdidas humanas, entre las cuales estaba la del propio conde de Urgel, Armengol I.
En 1015-1016 Ramón Borrell realizó una nueva expedición contra al-Andalus, hacia tierras occidentales, hasta más allá de Balaguer, en el curso de la cual conquistó los castillos de Montmagastre, Rubió, Alós, Malagastre y Artesa, y firmó un pacto con al-Mundir, gobernador musulmán de Zaragoza. Debió de ser entonces, con ocasión de la estancia de Ramón Borrell en Zaragoza, cuando se entrevistó con el conde castellano Sancho García, con quien pactó el matrimonio de su primogénito, Berenguer Ramón, con Sancha, la hija del conde castellano.
El gobierno de Ramón Borrell señala definitivamente el alejamiento del reino franco y la asunción de la plena independencia condal, lo cual quiere decir el ejercicio de las prerrogativas regias, entre las cuales estaba la acuñación monetaria con piezas grabadas a su nombre. Estimuló la repoblación de la parte oriental de la Segarra, la Conca de Barberà y el Campo de Tarragona. Incorporó definitivamente el Penedés.
Como habían hecho sus predecesores, ejerció la tutela de las instituciones eclesiásticas, particularmente las sedes episcopales de Vic, Gerona y Barcelona, donde impulsó la construcción de su catedral y monasterios: Sant Benet de Bages, Santa Cecilia de Montserrat, Sant Cugat, que dotó con tierras y privilegios.
En el 1002 acompañó al obispo Arnulfo de Vic a Roma, donde se entrevistó con el papa Silvestre II para resolver un problema relativo a Sant Benet de Bages. En 1009 celebró un sínodo en Barcelona, con ocasión de la restauración de la canónica, a la que asistieron los obispos de Barcelona, Gerona, Osona, Urgel y Elna, y los condes de Urgel y Besalú. A la vuelta de la expedición de Córdoba del 1010 también una concentración de jerarcas religiosos y civiles en la Seo de Urgel, con ocasión de la consagración de su canónica. Al acto asistieron, además del arzobispo de Narbona, los obispos de todos los condados catalanes y los condes de Barcelona, Cerdaña, Pallars y Urgel.
Como derivación de los acuerdos de Zaragoza con al-Mundir, en 1017 marchó de nuevo en expedición hacia Córdoba. El propósito era entonces el de entronizar a Abderramán IV, pero parece ser que durante el viaje se sintió enfermo y regresó a Barcelona el 28 de agosto. Pocos días después, el 8 de septiembre murió en dicha ciudad y fue enterrado en el claustro de la catedral románica de Barcelona, que él había impulsado y en favor de la cual otorgó en su testamento una importante suma de oro. El abad Oliba le dedicó un canto fúnebre en el cual le tributa enormes elogios. Fue sucedido por su hijo Berenguer Ramón I, aunque bajo la regencia de su viuda Ermesenda de Carcasona.
Ramón Borrell se casó antes de 993 con Ermesenda de Carcasona, hija de Roger I, conde de Carcasona con quien tuvo dos hijos: Berenguer Ramón I, quien le sucedió, y Estefanía Ramón, posiblemente la esposa de García III Sánchez de Navarra
Es el primer conde de Barcelona que acuña moneda a su nombre. Las monedas son de plata con las leyendas RAIM(mundus)/BARC(ino)A, es decir, Raimundus / Barcelona. Asimismo aparecen una cruz y tres anillos.
FUENTE. Condado de Castilla
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