Pedro II el Católico, rey de Aragón y Conde de Barcelona desde 1196 a 1213

Nacido en Huesca, en julio de 1178. Era hijo de Alfonso II, rey de Aragón, a quien sucedió, y de doña Sancha, hija de Alfonso VII, rey de León. Según constaba en el testamento de su padre no podía reinar, con pleno gobierno, hasta no haber cumplido los veinte años, entretanto su madre quedaba como tutora. Por el mismo testamento se le nombraba rey de Aragón y conde de Barcelona, Rosellón y Pallás; su hermano Alfonso heredaba el condado de Provenza, Aimillán, Gavaldán y Redón, en el sur de Francia. En septiembre de 1196 tomaba posesión solemne del reino en las Cortes de Daroca.

Los primeros años de reinado enfrentaron a madre e hijo; en el año 1200 ambos acuerdan que la reina posea los castillos de Embid, Épila y Ariza. Al año siguiente se reúnen los dos en Daroca donde acuerdan poner fin a sus diferencias. En julio de 1204 Pedro II se casa con doña María, hija única de Guillermo, señor de Montpellier, añadiendo con ello nuevos territorios a la Corona de Aragón. Ambos esposos mantendrán a lo largo de su vida una antipatía mutua que llevará al rey a pedir la anulación del matrimonio para casarse de nuevo con doña María, reina de Jerusalem, a lo que el Papa Inocencio III se opondrá en 1206. De este matrimonio nacerá el futuro rey de Aragón Jaime I el Conquistador el 1 de noviembre de 1208. Tendrá además una hija ilegítima, Leonor, que casará con el senescal don Guillén Ramón de Moncada, y un hijo ilegítimo, don Pedro de Rege, que llegará a ser canónigo sacristán en Lérida.
    Pedro II será el primer rey aragonés que se corone. El 11 de noviembre de 1204, Inocencio III le impondrá la corona como rey de Aragón. Corrió la leyenda de que los papas, para resaltar el predominio espiritual de la iglesia, imponían la corona con los pies en lugar de con las manos, razón por la cual Pedro, se hizo coronar con una corona de pan blando, con ello Inocencio III se vio obligado a hacerlo con las manos. Con este acto el rey de Aragón constituía a su reino —regnum meum— en feudatario de la Santa Sede y se declaraba vasallo de San Pedro. Será también el primer monarca aragonés en conceder a un municipio, Montpellier, el privilegio de poder nombrar a sus propios magistrados.
    En estos primeros años se reafirmará la amistad con Castilla, materializada por la ayuda prestada a su rey Alfonso VIII en las campañas contra Navarra y fundamentalmente en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Fruto de esta alianza tendrán lugar entre los reyes de Aragón y Castilla las vistas celebradas en Campillo Susano, cerca de Tarazona, en 1204, donde quedarán fijadas definitivamente las fronteras entre ambos reinos.

Pedro II se había convertido desde fines del siglo XII en señor feudal de casi todo el Midi francés. Influencias provenzales penetrarán en la Corte aragonesa. Pedro II responde al ideal de caballero feudal “de elevada estatura y arrogante presencia”, alabado por sus trovadores Ramón de Miraval, Giralt de Calansó y Guin de Usez, que protegidos por el rey difundieron la literatura provenzal en la Corte aragonesa.
    Los intereses aragoneses en el sur de Francia le obligarán a dedicar a esta zona la mayor parte de sus esfuerzos. Su hermano don Alfonso se había enemistado con Guillermo, conde de Folcalguer, comenzando un largo período de hostilidades en el que se verá involucrado el propio rey de Aragón.
    Ambos hermanos habían firmado un tratado de amistad con el conde de Tolosa, Raimundo VI. A comienzos del siglo XIII prende con fuerza en el sur de Francia la herejía de los cátaros albigenses, encabezada por el conde de Tolosa; contra ellos se predicará una cruzada en 1208. Al año siguiente una coalición formada por los condes de Nevers, Montfort, Leicester y Saint Paul toma Béziers y sitia Carcasona. El aragonés acude en ayuda de sus vasallos, presentándose en Carcasona donde intenta convencer al vizconde Ramón Roger, jefe de los sitiados, para que dialogue con los sitiadores y evite el enfrentamiento. Éste se niega pero logra evitarse la lucha.
    Pedro II regresa a Aragón y forma un poderoso ejército para conquistar el reino de Valencia. Aragón había quedado configurado territorialmente en 1204 al conquistarse Rubielos de Mora. En esta campaña se conquistan Ademuz, Castielfabib y Sertella, ya en Valencia. Los acontecimientos del sur de Francia impiden al aragonés continuar sus conquistas en Levante. En enero de 1211 asiste en Narbona a la conferencia entre Simón de Montfort, el conde Ramón de Tolosa y los legados Arnau, abad del Cister, y Ramón, obispo de Usez, para tratar de conciliar a los condes de Tolosa y Foix con la Iglesia. Simón de Montfort, buscando la avenencia con Pedro II, propuso casar a su hija con el príncipe de Aragón don Jaime; el matrimonio no llegó a celebrarse pero don Jaime quedó en poder del de Montfort, que ofreció homenaje al rey de Aragón por Carcasona.
    A su regreso a Aragón, Pedro II toma parte en la batalla de las Navas y en la toma de Jaén el 1212. Surgen de nuevo los problemas en el Midi y a instancias del conde de Tolosa se traslada al Languedoc a comienzos de 1213 para ayudar a sus vasallos albigenses contra las amenazas de los cruzados de Simón de Montfort. Pone bajo su protección a los condes de Tolosa, Foix y Comenges y al mando de un fuerte ejército se dirige contra los cruzados, que se habían fortificado en Muret doce kilómetros al sur de Tolosa. Las tropas del rey de Aragón sitian la plaza el 10 de septiembre, el 13 se produce la batalla en la que Pedro II cae muerto. El cadáver del rey será, recogido por los hospitalarios, que lo llevarán a Tolosa, para ser definitivamente enterrado en el monasterio oscense de Sijena en 1217.
    El reino de Aragón quedaba en una lamentable situación, con un rey menor de edad y en poder de Simón de Montfort. Tras el fracaso en el sur de Francia la Corona de Aragón centrará su impulso en la conquista de Valencia y la expansión por el Mediterráneo.




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