Martin Van Buren, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica entre 1837 y 1841
Martin Can Buren nació
el 5 de diciembre de 1782, en el barrio holandés de Kinderhook, en Nueva York
(estado de Nueva York. Miembro de una familia de clase media de origen
holandés, recibió una esmerada educación en la Kinderhook Academy de Nueva
York, que abandonó con catorce años para comenzar sus estudios de Derecho,
graduándose en 1803, para comenzar a ejercer en un bufete de su barrio. En el
año 1807, Van Buren contrajo matrimonio con su prima Hannah Hoes. Gracias a su bien
hacer como abogado y a su don de gentes, comenzó a ser conocido con el apodo
de Little Magician (el Pequeño Mago). Desde 1808 a 1813, fue juez
testamentario en Nueva York, desde donde saltó al Senado del estado de Nueva
York, en el año 1812. Reelegido en 1816 por el Partido Republicano, en
1815, dejó la política para desempeñar el puesto de rector en la Universidad
de Nueva York; cargo que abandonó al año siguiente, al ser nombrado Fiscal
General de Nueva York, permaneciendo en el cargo hasta 1819. En 1821, Van
Buren se reincorporó a la política al ser nombrado miembro del Senado de los
Estados Unidos. Un año antes de este nombramiento, había creado su propio
grupo político, el Albany Regency, con el que controló las actividades
del partido en Nueva York, así como las convenciones y afiliados, lo que le
proporcionó ser reelegido como senador en 1827.
En las elecciones presidenciales
de 1828, Jackson fue derrotado por John Quincy Adams a pesar de haber obtenido
más votos, gracias a una coalición entre este último y Henry Clay, por lo que Jackson fundó
un nuevo grupo político, el Partido Demócrata, al que Van Buren se
adhirió, convirtiéndose en la mano derecha del general y en el forjador del
diseño político de la nueva formación. Ambos personajes lucharon durante toda
la administración contra las medidas políticas de Adams; Van Buren organizó una
campaña tan implacable que acabó llevando, en 1828, a Jackson a la Casa
Blanca, quien, para premiar sus buenos servicios, le nombró secretario
de Estado (ministro de Asuntos Exteriores), al mismo tiempo que Gobernador
del Estado de Nueva York. Como secretario de Estado, fue criticado por
extender demasiado la práctica del spoils system (sistema de
expolios), que había sido instituido por el propio Jackson, y por los que el
nuevo Gobierno institucionalizó el reparto de cargos administrativos y públicos
entre amigos o colaboradores, a fin de fortalecer al Partido y a la clase
dirigente de aquel momento. Como consecuencia de dichas críticas, el año 1831,
Van Buren dimitió para hacerse cargo de la embajada en Londres.
A finales del año 1831, poco
antes de que diera comienzo la campaña presidencial, Van Buren se aprovechó de
las cada vez más tirantes relaciones entre Andrew Jackson y su vicepresidente John
Calhoun, consiguiendo ser nominado candidato a vicepresidente por el primer Congreso
Nacional del Partido Demócrata, acompañando a su gran amigo Andrew Jackson
en las elecciones del año 1832, que condujeron a una segunda presidencia del
general. Designado por Jackson como líder del partido y candidato presidencial
por los demócratas, se enfrentó al candidato republicano William H. Harrison en
las elecciones celebradas a finales de 1836, que ganó de manera aplastante.
La administración de Van Buren se vio mediatizada por
dos hechos concretos que acabaron por desgastar su Gobierno y su popularidad:
la cuestión de la esclavitud, con el territorio de Texas como telón de fondo; y
una profunda crisis económica heredada de la presidencia de Andrew Jackson que
asoló a todos los estamentos del país, causada por la política bancaria
practicada y que él había ratificado íntegramente. Aunque nunca ocultó su sentimiento
antiesclavista, no tuvo más remedio que condescender con dicha práctica,
evitando un gran debate en el Congreso. En junio de 1839, cuando cincuenta y
tres esclavos negros amotinados en el barco español La Amistad dirigieron
la nave hacia las costas estadounidenses, Van Buren trató de devolverlos a las
autoridades españolas, antes de que cualquier tribunal del país reclamase su
libertad. Esta medida soliviantó a los estados sudistas. Van Buren se negó, tal
como habían hecho los anteriores presidentes, a requisar cualquier embarcación
inglesa que, en aguas estadounidenses, fuera sospechosa de traficar con
esclavos, lo único hizo fue retrasar la entrada en la Unión de la esclavista
República de Texas. Pero, a pesar de los problemas por la controversia
esclavista, las mayores dificultades fueron de tipo económico. Continuando la
política económica de Jackson, Van Buren expresó, en un Congreso
extraordinario, que consideraba que su tarea sólo era la de resolver las
dificultades financieras del Gobierno y no las de la nación, por lo que, se dispuso
a controlar la crisis apoyando la emisión de dinero en metálico y redactando la
Independent Treasury Bill (Ley de Independencia del Tesoro
Público), por la que separó la política monetaria federal de los diferentes
bancos del país. Tras más de dos años de discusiones, en los que el sector
demócrata más conservador atacó dicha ley, el 4 de julio de 1840, ésta fue
aprobada por el Congreso.
A pesar de gozar de una cota de
popularidad bajo mínimos entre el electorado, volvió a ser postulado como
candidato demócrata para las elecciones del año 1841 por la Segunda
Convención Nacional del Partido Demócrata, donde fue derrotado por el
candidato republicano William Henry Harrison, que se presentó acompañado de John
Tyler como vicepresidente. Antes de entregar el poder a su sucesor, logró
sacar adelante una ley que establecía las 10 horas diarias de trabajo para
todos los funcionarios federales.
En cuanto a su política
exterior, los cuatro años de su administración fueron problemáticos. La guerra que
sostuvo contra los seminolas de La Florida, su negativa a la anexión de la
República de Texas a la Unión y su poco tacto a la hora de resolver las fricciones
territoriales con Gran Bretaña en la frontera norte, acabaron por trasladar su
figura política a un segundo plano; algo que pudo constatar cuando en el año
1844, cuatro años después de su salida de la presidencia, la Convención
Nacional de los demócratas desestimaría su candidatura a un nuevo mandato a
la presidencia en favor de James Knox Polk, personaje desconocido a nivel nacional, quien, para sorpresa
de propios y extraños, acabó ganando las elecciones. Se opuso a
las pretensiones del nuevo presidente, John Tyler, de anexionar a la Unión la República
de Texas. Como el candidato demócrata a la presidencia, James Knox Polk,
apoyaba dicha decisión, Van Buren abandonó el Partido Demócrata para encabezar
la nominación presidencial de una nueva formación de efímera vida, el Free
Soil Party (Partido de la Libertad del Suelo), con el que volvió a ser
derrotado por el candidato republicano Zachary Taylor. Retirado de la política activa,
realizó un viaje a Europa, que duró cinco años, de donde regresó en 1855,
asentándose el resto de su vida en su barrio natal de Kinderhook (Nueva York), donde
escribió una autobiografía en la que justificaba todas sus decisiones como
político. Falleciendo el 24 de julio de 1862.
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Ramón Martín
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