Segismundo Casado López, Segunda República Española (1931-1939)
Militares del Ejército Republicano
Nacido
en Nava de la Asunción (Segovia) el año 1893. Pronto le llegó la vocación
castrense, por influencia de su padre, militar profesional. Inició sus estudios
militares en la Academia de Caballería de Valladolid, finalizando en 1911. En
1918, ingresó en la Escuela Superior de Guerra y ascendió al rango de capitán
un año después. Para obtener el diploma de Estado Mayor, realizó prácticas en
distintos destacamentos de Madrid, Marruecos y Navarra. En 1923 se le encomendó
el mando de algunos regimientos de Caballería, obteniendo en 1929, el rango de
comandante. Un año más tarde fue nombrado profesor de táctica de la Escuela
Superior de Guerra en la que antes había estudiado.
Proclamada
la República y la reforma militar de Azaña, en 1931, Casado perdió su empleo, a pesar de
ser un republicano convencido. Pero pronto fue reincorporado, ya que en 1935
ocupó el cargo de jefe del escuadrón de la escolta presidencial. Al producirse,
el 18 de julio, la sublevación, seguía siendo el encargado de la seguridad del
presidente de la República. Casado acompañó a Azaña desde el palacio de El Pardo hasta Madrid, evitando
así, un más que probable atentado del regimiento de Transmisiones, que se había
sumado al golpe militar. El gobierno de Largo Caballero le incorporó al Estado Mayor.
Ascendido
a teniente coronel, fue el encargado de organizar las recién creadas Brigadas
Mixtas, que serían el cimiento del Ejército Popular. Estas brigadas fueron
entrenadas en Albacete entre octubre y noviembre de 1936. De noviembre a junio
de 1937, ocupó el puesto de Jefe de Operaciones del Estado Mayor Central.
Posteriormente fue nombrado Inspector General de Caballería y Director de la
Escuela Popular del Estado Mayor, cargo que ocupó los meses de junio y julio de
1937. A partir de julio, hasta septiembre, de ese mismo año, mandó al XVIII
Cuerpo de Ejército, para después encabezar el XXI, de septiembre a octubre. En
octubre volvió a su antiguo puesto de Inspector General de Caballería, cargo que
ocupó hasta marzo de 1938, cuando fue destinado a la Jefatura del Ejército de
Andalucía, cargo en el que estuvo de marzo a mayo de 1938. El 17 de mayo de 1938
fue ascendido a coronel y se le encomendó la dirección del Ejército del Centro,
en sustitución del general Miaja.
A
partir de ese momento se centró en la defensa de Madrid. Tuvo una participación
decisiva en las batallas de Madrid, Jarama, Brunete, Belchite y Extremadura. En
1939 las perspectivas de victoria republicana eran muy escasas. Contrario a la
opinión del presidente Negrín de aguantar hasta el final, Casado, de
acuerdo con otros oficiales de menor relevancia, trató de lograr una paz
negociada con los sublevados. Estudió minuciosamente la situación de las
unidades y el material, y empezó a considerar que la derrota era inevitable,
después de la retirada del Ebro. Realizó diversas gestiones para entablar
negociaciones de paz, algunas de ellas a través del cónsul inglés en Madrid, en
contra de la política oficial de resistencia a ultranza del Gobierno de Negrín. El 3 de febrero de 1939, se entrevistó con
el socialista Julián Besteiro, encuentro que fue el punto de partida de la
conjunción de las dos ramas: militar y civil.
Uno
de sus objetivos era que, una vez terminada la guerra, los militares
profesionales republicanos pudieran integrarse en las filas del ejército
franquista sin merma de sus rangos. La noche del 5 al 6 de marzo de 1939
decidió alzarse contra el que era legítimo gobierno republicano, creando el
Consejo Nacional de Defensa. Este consejo era una especie de gobierno
provisional compuesto por personajes como el socialista Julián Besteiro,
Wenceslao Carrillo o el general Miaja, el más laureado militar republicano.
En
ese momento se inicia una guerra interna entre las tropas republicanas. La
mayoría de las guarniciones republicanas estaban formadas en esos momentos por
comunistas que decidieron marchar hacia Madrid para combatir al consejo de
Casado. Éste tenía su apoyo más firme en una división dirigida por el militante
anarquista Cipriano Mera, gracias a cuya intervención, los leales a Casado
triunfaron sobre los comunistas. La república aún contaba con medio millón de
soldados y la cuarta parte del territorio español. Pero la división interna iba
a terminar de decantar la guerra a favor de los franquistas. Su pírrico triunfo
permitió al Consejo Nacional de Defensa iniciar negociaciones con el gobierno
fascista de Burgos. El resultado de las conversaciones fue nulo, ya que los
rebeldes, seguros de su triunfo, sólo aceptaban una rendición incondicional del
ejército republicano.
Casado
no tuvo más remedio que aceptar la situación y prepararse para la derrota. Ante
la inminente entrada de las tropas de Franco en Madrid, partió hacia Valencia y de
allí prosiguió hacia el puerto de Gandía, donde tomó un barco que le condujo a
Marsella (Francia). Pasó su exilio en Gran Bretaña, Venezuela y Colombia. En
1961 decidió regresar a España. A su vuelta, tuvo que enfrentarse a un consejo
de guerra en el que resultó absuelto de los cargos que se le imputaban, aunque
en ningún caso se le permitió reintegrarse en el ejército. Su esperanza de
conseguir una pensión por sus méritos y grado militar se vio disipada en 1966.
Segismundo Casado falleció dos años después, en 1968.
Para la realización de
esta biografía se han utilizado publicaciones de WikipediA, de mcnbiografias y
de nubeluz, entre otras. Las imágenes de Pinterest y Wikipedia.
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