Batalla del Jarama
FECHAS: Entre el 6 y el 27 de febrero de 1937
CONTENDIENTES:
Gobierno: Ejército Popular
Republicano y las Brigadas Internacionales, mandado por el Teniente Coronel
Ricardo Burillo Sthole.
Sublevados: Ejército de África,
unidades del reino de Italia y la Brigada Irlandesa, al mando del general Luis
Orgaz Yoldi.
Desarrollo de la Batalla
Esta Batalla es el tercer intento de
las tropas sublevadas para tomar Madrid. El primero fue el fracasado intento de
conquistar la capital mediante un ataque frontal, partiendo del río Manzanares
y la Casa de Campo; el segundo desarrollado en la zona norte partió desde la
línea Majadahonda-Aravaca. La ofensiva fue iniciada por los sublevados con el
objetivo, mediante una acción de gran envergadura, desarrollada por el este de
Madrid, que debía atravesar el río Jarama, tomar Arganda del Rey y alcanzar Alcalá
de Henares, cortando las comunicaciones de la capital, con Valencia y
Barcelona, quedando la ciudad aislada. Esta Batalla está considerada como la
primera batalla moderna de la Guerra Civil Española, puesto que constituyó el
primer enfrentamiento en campo abierto con grandes movimientos de tropas. Desde
el punto de vista político significa la total internacionalización de la guerra,
ya que en ella participaron las Brigadas Internacionales, los asesores llegados
desde la Unión Soviética y la Legión Cóndor alemana. Con lo que se
demostraba el fracaso del Comité de No intervención.
Los dos ejércitos adversarios, habían
decidido preparar una ofensiva en ese sector, que, además, se desencadenarían
prácticamente a la vez. Por parte sublevada, los combates se retrasaron por las
lluvias. Su zona elegida era la divisoria entre las jurisdicciones militares de
los generales Miaja y Pozas. El primero, esperaba el
ataque rebelde cerca de Vallecas, por lo que se negó a aportar medios a la
ofensiva planificada por Pozas.
El buen tiempo llegó finalmente el día
5 de febrero, y el día 6 se pudieron iniciar las operaciones. Los sublevados comenzaron
a mover sus tropas desde Pinto, Valdemoro y La Marañosa, pero al volver las
persistentes lluvias, tuvieron que paralizar las operaciones de nuevo. Por fin,
el 10 de febrero de 1937, las tropas rebeldes comenzaron a prepararse para tomar
los puentes sobre el río Jarama, y, al amanecer del día 11 se retomaron las
hostilidades cuando el I Tabor de Tiradores de Ifni se hizo con el control del
puente de Pindoque. Los combatientes republicanos, cogidos por sorpresa, no
pudieron volar las cargas instaladas a lo largo del puente. El siguiente
objetivo de los atacantes era el puente de Arganda, que estaba defendido por el
Batallón Garibaldi, de voluntarios italianos. Ante su firme resistencia, las
unidades rebeldes intentaron ocupar la meseta de Morata y poner rumbo a
Arganda, pero, tres brigadas republicanas, junto con las Brigadas
Internacionales XI y XV, dirigidos por el general ruso Paulov, lograron frenar el
ataque. No obstante, durante el día 15, las tropas sublevados continuaron con
su intento de cruzar la zona, aunque no sería hasta el día 16 cuando se
produjeron los avances más importantes, pero, tras cortar la carretera que
conducía al puente de Arganda, se vio frenado el avance, ya que, el ejército republicano,
una vez reorganizado y producido el relevo en el mando, logró frenar al
enemigo, que, se acabó atrincherándose para mantener bajo su control el
territorio conquistado. Los republicanos, al mando de Enrique Lister,
con la intención de expulsar al enemigo hasta la otra orilla del Jarama, insistieron
en sus ataques para retomar el cerro Pingarrón, que se hallaba en poder de los
sublevados.
El cerro Pingarrón fue el escenario de
uno de los episodios más cruentos de la guerra. El 23 de febrero, los
republicanos estuvieron a punto de hacerse con aquella posición, pero sus
esfuerzos fueron en vano. Por fin, el 27 de febrero, en un nuevo intento por
recuperar el cerro, el Batallón Lincoln (una sección de la XV Brigada
Internacional formada por estadounidenses afiliados al Partido Comunista), al
mando Robert Hale Merriman, se lanzaron contra las posiciones enemigas situadas
junto a la carrera a San Martín de la Vega, pero fueron rechazados, sufriendo
tantas bajas que los supervivientes recordarían aquel lugar como "La
Matanza". Este sería uno de episodios más sangrientos de la guerra;
hubo entre 6.000 y 7.000 bajas en el bando rebelde y entre 9.000 y 10.000 por
parte del bando republicano. El frente se estabilizó sin que los contendientes
consiguieran sus objetivos. Aunque, los republicanos pudieron conservar la carretera
de Valencia.
Tras dar por terminada la batalla del
Jarama, ambos bandos se dedicaron a fortificar y consolidar sus posiciones. Los
republicanos sus posiciones defensivas tras el río Tajuña, en previsión de
futuras ofensivas rebeldes; mientras, el bando sublevado conservó el terreno
conquistado y fortificó sus posiciones, donde permanecieron durante el resto de
la contienda.
Las Brigadas Internacionales
compusieron una canción, Jarama Valley:
Fue en España en el valle del Jarama
lugar que nunca podré olvidar
pues allí cayeron camaradas
jóvenes que fueron a luchar.
Nuestro batallón era el Lincoln
luchando por defender Madrid
con el pueblo hermanados peleamos
los de la Quince Brigada allí.
Lejos ya de ese valle de lágrimas
su recuerdo nadie borrará
Y así antes de despedirnos
recordemos quién murió allá.
BIBLIOGRAFÍA
Crónica de la Guerra Española de la Editorial Codex, S.A.
Buenos Aires (Argentina)
Diversos capítulos de mis Blogs Personales: COSAS DE
HISTORIA Y ARTE y Una biografía en tu pantalla de Ramón Martín Pérez
Más información obtenida de libros, periódicos, páginas web
y folletos, en los cuales no se hace mención alguna de titularidad de derechos.
La mayoría de las fotos están tomadas de Internet y en
algunos casos son del propio autor.
En el caso de la existencia de un titular de los derechos
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Ramón Martín
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