Juana Enríquez, esposa de Juan II
Nacida en Medina de Rioseco o en Torrelobatón en 1425, fue reina de Navarra y de Aragón. Era hija de Fadrique Enríquez, almirante de Castilla y de Mariana de Ayala. Fue educada en el castillo de Torrelobatón por su abuela .
Contrajo matrimonio en abril de 1444 con Juan II de Aragón y I de Navarra, que estaba viudo desde 1441 de su primer matrimonio con Blanca de Navarra. Tuvo enfrentamientos con el príncipe Carlos de Viana, hijo del anterior matrimonio de Juan II, a causa del posible enlace de éste con Isabel, hermana de Enrique IV de Castilla, que era enemigo de su familia. Muerto Carlos, se trasladó a Barcelona, como regente de su hijo Fernando. Su gestión enfrentó a los sectores populares de la Busca, con los que Juana buscaba apoyo, y la Biga, que representaba los intereses de la oligarquía catalana que controlaba la Generalitat. Esto, y el conflicto entre remenses y señores, llevó al estallido de la guerra civil. Fue acusada de haber envenenado a Carlos, por lo que huyó, con su hijo a Gerona, en busca de la protección de los remenses y del obispo, y tuvo que soportar el asedio de las tropas de la diputación al mando de Hugo Roger, conde de Pallars.
La reina se ocupó de los detalles de la defensa, hasta que, un ejército francés al mando del conde de Foix puso fin al sitio en julio de 1462. Participó en las negociaciones con Luis XI de Francia y Enrique IV de Castilla que llevaron a la renuncia de éste al trono de Cataluña, por la propuesta por el rey francés, que actuó como mediador. Juana permaneció como rehén, garantizando el cumplimiento por parte de Juan II de la cláusula que le obligaba a entregar a Enrique IV la merindad de Estella. Fue custodiada por el arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo de Acuña, en Larraga (Navarra), donde estuvo hasta marzo de 1464.
Ese mismo año, durante el reinado de Pedro IV, Juana reunió un ejército para ayudar a Juan II, en si sitio a la ciudad de Lérida. Como tutora del príncipe Fernando juró en Zaragoza los fueros de Aragón en septiembre de 1464, al ser éste reconocido como príncipe heredero de Aragón y Sicilia en la iglesia de San Salvador de la ciudad.
Tras la muerte del condestable Pedro de Portugal, la reina se trasladó al Ampurdán, dirigiendo la lucha contra los adeptos de Renato de Anjou, dirigió el sitio de Rosas y envió socorros a Gerona, que estaba sitiada por Juan, duque de Calabria y de Lorena, hijo de Renato de Anjou y su lugarteniente en Cataluña.
Juana Enríquez celebró unas vistas en Ejea de los Caballeros con su hijastra Leonor de Navarra en 1466, de las que resultó un tratado con la promesa de respetar la sucesión del reino de Navarra en la familia Foix, lo que representaba, garantizar la neutralidad del Pirineo navarro, libre de posibles maniobras de Luis XI.
Juana procuró el matrimonio entre su hijo el infante Fernando e Isabel de Castilla, que no llegó a producirse hasta después de su muerte. Además de Fernando, Juana tuvo tres hijas con Juan II: Juana, que casó con su primo Fernando I de Nápoles, y Mariana y Leonor, que permanecieron solteras.
Falleció en Tarragona en 1468.
Fuente Biografías y Vidas, Revista de Historia, WikipediA
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