María Cristina de Borbón, reina de España de Vicente López Portaña
Datado en 1830, es un óleo sobre lienzo de 96 x 74 cm.
Éste es el retrato de bodas pintado por Vicente López a la cuarta y última esposa de Fernando VII, su sobrina María Cristina de Borbón y Dos Sicilias, con quien casó tras quedar viudo y sin descendencia de sus tres primeros matrimonios con María Antonia de Nápoles, María Isabel de Braganza y María Josefa Amalia de Sajonia.
La joven reina está retratada de más de medio cuerpo a sus veinticuatro años, vistiendo un espectacular traje azul bordado de plata con motivos florales y abejas. Peinada a las tres potencias, se adorna el cabello con un soberbio tocado de brillantes, en forma de flores y plumas, al que van prendidas plumas de ave del paraíso y un velo blanco de blondas, que le cae por el hombro izquierdo. Tiene cubiertos sus brazos por guantes y las manos cruzadas, sosteniendo en la izquierda un abanico cerrado, con varillas también engarzadas en piedras preciosas.
Luce además un espléndido broche de diamantes en forma de cesto floral prendido al collar, asimismo de brillantes, al igual que los pendientes y el magnífico cinturón con que se adorna la cintura. Cruzada al pecho ostenta la banda de la orden de María Luisa y sobre el hombro izquierdo la venera de la orden del Águila y la Estrella de Isabel Teresa de Austria. Pintado como efigie nupcial para su esposo y tío, éste es sin duda el retrato más suntuoso de todos cuantos pintara Vicente López Portaña a lo largo de su carrera y muestra bien elocuente del carácter ostentoso de la reina, verdadera apasionada de las joyas y los adornos llamativos y lujosos en su vestuario y aderezos. Constituye además ejemplo soberbio del asombroso virtuosismo y las excepcionales dotes técnicas que demostró este maestro valenciano hasta sus últimos años, gracias a los que alcanzó extraordinaria fama y reputación en la corte del rey Fernando VII, en su calidad de primer pintor de cámara.
Vicente López Portaña pintó este espectacular retrato algunos meses después de las bodas reales, durante una estancia de la reina en el Real Sitio de Aranjuez, para formar pareja con otro de El rey Fernando VII, vestido de civil.
Fuente: Museo del Prado
Imagen: Museo del Prado
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