Vicente López Portaña, Biografía


Autorretrato

Nació en Valencia el 19 de septiembre de 1772 y murió en Madrid el 22 de julio de 1850. Manejó todas las técnicas del momento, tanto el óleo y el pastel como el fresco, en el que destacan sus trabajos en algunas de las bóvedas del Palacio Real de Madrid, en especial la del Salón de Carlos III, otrora dormitorio de dicho rey y salón oficial desde Fernando VII, para la que López pintó la Institución de la Orden de Carlos III. No han llegado a nuestros días los frescos con los que decoró el Casino de la Reina o el Palacio de Vista Alegre.

Durante su juventud, recibió numerosos encargos de pintura religiosa, así el Nacimiento de San Vicente Ferrer para la Catedral de Valencia, un San Agustín y un San Rufo para la de Tortosa. Siguió cultivando dicha temática en templos de Madrid (Virgen de los Desamparados) o el de Santo Tomé de Toledo (La duda de Santo Tomás). En estos cuadros, la técnica de López es tan perfecta que resulta anticuada para su época y, pasando por encima de Goya, enlaza directamente con la pintura del alemán Antón Rafael Mengs, pintor de cámara de Carlos III antes que Goya. Excelente ejemplo de esta mirada atrás, tan acorde, con el reinado de Fernando VII, es su Familia de Carlos IV, encargada por la Universidad de Valencia y posterior a la de Goya aunque mucho menos novedosa que ésta, el cuadro de Goya no fue del agrado de los reyes por su excesivo realismo en la pintura de tan poco agraciada familia.

Goya

Trató también los temas históricos y mitológicos, de esta faceta destacaremos cuadros como Los Reyes Católicos recibiendo la embajada del rey de Fez.

Con todo, lo mejor y lo más abundante de la obra de Vicente López son los retratos, en los que los detalles hacen perder importancia al rostro del retratado. Es el caso de retratos tan suntuosos como el de la reina María Cristina de Borbón. Por esta causa, se han alabado sobre todo aquellos retratos en los que la vestidura del retratado es sobria (así el del Marqués de la Remisa) o en el que el formato de medio cuerpo permiten dar mayor expresión al rostro (así el llamado Médico de Fernando VII). Los años irán compatibilizando el gusto de pintor por los detalles con el retrato en sí, lo que se muestra de forma especialmente brillante en el gran retrato del general Narváez, firmado sólo unos días antes de su muerte, que hoy se conserva en el Museo de Pinturas del Palacio Real de Madrid.

Busto en Bronce por José Esteve Edo

Es digno de destacarse también el Retrato de Goya, probablemente la imagen más conocida del pintor de Fuendetodos junto con el Autorretrato, del que resulta complementario por lo acabado del cuadro y por la certeza con la que está captado el fuerte carácter de Goya. A partir de copias, tenemos noticia de varios retratos como el del Duque de Bailén o el de Pedro González Vallejo, ambos en el Palacio del Senado.

La Familia de Carlos IV

Fernando VII con uniforme de Capitán General

Isabel de Braganza

María Cristina de Borbón

San Sebastián

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