Alfonso V el Magnánimo, rey de Aragón desde 1416 a 1458
También Alfonso III, rey de Valencia. Nacido en Medina del Campo el 18 de diciembre de de 1396, era hijo primogénito de Fernando I el de Antequera y de Leonor de Alburquerque. Heredó de su padre, en 1416, el trono de Aragón y los condados catalanes. Siendo también rey de Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
El 12 de junio de 1415, se casó en Valencia con la infanta María, hija de Enrique III de Castilla y de Catalina de Lancaster. De este matrimonio no tuvo descendencia, al pasar la mayor parte de su vida en Italia, alejado de su cónyuge. Con quien sí tuvo hijos fue con Lucrecia de Alagno con la que no pudo casarse ya que Calixto III no accedió a que repudiara a su esposa María para contraer un nuevo matrimonio.
Como rey, Alfonso se instaló en Barcelona, inaugurando un mandato de desavenencias con los catalanes. Ya a los tres años de su reinado tuvo las primeras discrepancias con las Cortes Catalanas, que exigían la destitución de los consejeros castellanos, además de oponerse a la expansión de Cataluña por el Mediterráneo. Sin embargo, El Magnánimo, ligó la prosperidad de su reino a la expansión por el Mediterráneo, a la que dedicó todos sus esfuerzos. Así, anexionó Sicilia, cuyos derechos le habían sido concedidos a su padre por Benedicto XII.
Logró consolidar el dominio catalán sobre Cerdeña en 1420. Allí una embajada de la reina Juana de Nápoles, le ofreció adoptarlo como hijo y heredero, y él, deseoso de continuar la expansión aragonesa en el Mediterráneo, aceptó el ofrecimiento. Pero la soberana se arrepintió de su propósito, y Alfonso tuvo que regresar a Aragón en 1423. Juana volvió a nombrarlo heredero, pero nuevamente lo desheredó. Alfonso, irritado, se apoderó de Nápoles. Tuvo que enzarzarse en una guerra con el monarca castellano Juan II, ante quien defendió los intereses en Castilla de sus hermanos, los infantes de Aragón. En 1432 regresa a Sicilia, dejando en su lugar a la reina María. Recelosas de este nuevo intento, se unen en su contra Venecia, Milán, Florencia y el Papa, si bien no pueden evitar que sea proclamado rey en 1435 a la muerte de Juana II. De vuelta a Aragón, es apresado en Ponza por el duque de Milán y señor de Génova, Felipe María Visconti, acordando con él repartir la península italiana en tres partes: el norte, con dominio milanés; el centro, con los Estados Pontificios y el sur, con dominio napolitano. Así, en 1443 consiguió, después de años de lucha con Venecia, Florencia, el Papado y los angevinos, la conquista total de Nápoles.
Escudo de armas de Alfonso V
A partir de este momento estableció allí su corte, convirtió la ciudad en un gran centro humanístico y se dedicó por completo a la política italiana. Sus largas estancias fuera del reino le hicieron desatender los asuntos internos a pesar de que confió el gobierno de sus reinos hispánicos a la reina María y al hermano de ésta, Juan de Navarra. Con todo, desde la distancia favoreció las aspiraciones de los campesinos catalanes en 1448, aunque no dudó en sofocar violentamente la revuelta del campesinado mallorquín. La toma de Constantinopla por los turcos en 1453 le hizo unirse a la liga de los Estados cristianos. Incluso tuvo tiempo de proyectar un ataque contra Génova, principal rival en el Mediterráneo, pero la muerte le sorprendió antes de llevarlo a cabo.
Alfonso V falleció en Nápoles el 27 de junio de 1458 en Nápoles, en el castillo del Ovo, dejándole la corona napolitana a su hijo bastardo Ferrante, y legando los reinos catalanoaragoneses a su hermano Juan II de Trastámara.
De ahì que la cultura italiana mediterránea del sud, incluso el idioma, esté tan influenciado por la dominación española. Incluso en Cerdeña donde son presente apellidos como Marras, Pirras etc con la s final algo absolutamente inédito en la genealogía italiana.
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