La Taifa de Málaga

El proceso de formación de la Taifa de Málaga, fue diferente al de otros reinos, ya que se creó alrededor de los conflictos dentro de la dinastía califal bereber de los Hammudíes. La escalada de esta familia hacia el califato de Córdoba comenzó con dos hermanos de la misma, Alí y al-Qasim ben Hammud que se autoproclamaban descendientes de Alí, yerno del profeta Mahoma, y fundadores del reino de Fez en el Magreb. Estos hermanos habían entrado en al-Andalus en 1016 y conseguido hacerse con el califato.
En 1026, se encontraba en Málaga el califa hammudí Yahya ben Alí al-Mutali, cuando su visir en Córdoba, Abu Chafar auxiliado por una tropa de bereberes, fue expulsado de la capital por los cordobeses y los régulos de Almería y Denia. Ante aquella situación, Yahya ben Alí al-Mutali decidió continuar siendo califa, pero desde sus territorios de Málaga y Algeciras.
Yahya I Ben Alí Al-Mutalí, había sido califa de Córdoba en dos periodos: desde 1021 a 1023 y desde 1025 a 1026; y pretendió seguir siéndolo desde Málaga. Pero al no lograr ser reconocido por todo al-Andalus, intentó asegurar su supremacía sobre los pequeños reinos de taifas del Sur. En 1027, al-Mutali, secundado por Muhammad ben Abd Allah, régulo de Carmona, sitió Sevilla y consiguió que fuera reconocido califa por Muhammad ben Abbad. Para asegurar su fidelidad, obligó al sevillano a entregarle su hijo como rehén. En 1034, al-Mutali ocupó el reino de Carmona, por lo que su régulo Muhammad ben Abd Allah tuvo que huir y refugiarse en Sevilla, hasta allí le persiguió el califa malagueño que murió, víctima de una emboscada, ante sus muros en 1035, había dejado como heredero a su hijo Hasan.
Idris I ben Alí al-Mutaayyad, fue el segundo califa de Málaga. Era hermano de Yahya al-Mutalí y aunque no le correspondía reinar porque el heredero era su sobrino Hasan, las intrigas de los cortesanos Abú l-Fawz ben Naya y Ahmad ben Baqanna lo auparon al califato. Idris ben Alí, que estaba en el norte de África, se presentó en Málaga y fue proclamado en 1035 por los malagueños y por Habus de Granada y Zuhayr de Almería, aunque con la condición de nombrar heredero a su sobrino Hasan. Tomó el título honorífico califal de al-Mutaayyad bi-llah (el ayudado por Dios), una de sus primeras acciones fue ordenar la muerte de su tío Al Qasim, el que fuera califa de Córdoba, que se hallaba en prisión.
En aquel mismo año, el régulo de Sevilla, Muhammad ben Abbad, para legitimarse y oponer un califa omeya al hammudí Idris ben Alí, encumbró como califa a un falso Hisham II. Muchos régulos reconocieron a este personaje, por convicción o forzadamente, pero otros no. Entre estos últimos se encontraba Habus ben Maksan de Granada que reconoció a Idris al-Mutaayyad. También en aquel mismo año de 1035 o en 1039, Muhammad, hijo del que fuera califa hammudí de Córdoba al-Qasim, se independizó de Málaga y creó su propio califato en Algeciras y su territorio.
En 1036, Al-Mutaayyad, en coalición con los régulos Habus de Granada y Zuhayr de Almería, atacaron diferentes plazas del reino de Sevilla y sitiaron su capital y, aun sin lograr tomarla, proclamaron califa a Idris al-Mutaayyad en sus inmediaciones. En 1039, el régulo de Sevilla Muhammad ben Abbad, en su afán expansionista atacó al reino de Carmona. Acudieron en su ayuda Al-Mutaayyad, Badis de Granada y otros régulos, que derrotaron a la taifa de Sevilla en los campos de Écija, donde murió Ismail, hijo y heredero del régulo sevillano.
En aquel mismo año murió Idris al-Mutaayyad víctima de una enfermedad en Bobastro. Según las fuentes árabes, Idris al-Mutaayyad fue un hombre generoso y con dotes de buen gobernante que proporcionó prosperidad a su pueblo.
Yahya II Ben Idris Al-Qaim, sucedió en el califato de Málaga a su padre Idris al-Mutaayyad, aunque éste había designado heredero a su sobrino Hasan, que se encontraba gobernando en Ceuta. Nuevamente las intrigas del visir, que temía perder su posición si Hasan alcanzaba el califato, hicieron que Yahya fuera proclamado califa el mismo día de la muerte Idris al-Mutaayyad. La proclamación de Yahya, que tomó el título honorifico califal de al-Qaim bi-Amr Allah, no fue aceptada por Abú l-Fawz ben Naya que denunció su ilegitimidad e hizo proclamar califa a Hasan en Ceuta, reconocido por las plazas del norte de África. A continuación, atravesó, junto con Hasan, el Estrecho de Gibraltar y puso sitio a la ciudad de Málaga. Cuando la situación se hizo insostenible, Yahya se avino a parlamentar con los sitiadores y acabó abdicando en Hasan con la condición de que se respetara su vida y la de sus partidarios. Vivió alejado del poder y murió envenenado hacia 1042.
Hasan Ben Yahya Ben Alí Al-Mustansir Bi-Ilad, fue reconocido califa por los malagueños tras la abdicación de Yahya al-Qaim, así como por las plazas del norte de África. También lo reconocieron los granadinos y otros régulos. Tomó el título honorífico califal de Al-Mustansir Bi-llad. Se casó con una hermana de Yahya al-Qaim y nombró visir a Ibn Baqanna, a pesar de no fiarse de él. Más tarde, mandó asesinarlo. A instancias de Abú l-Fawz ben Naya, designó para el puesto de visir al mercader Al-Satifi y nombró gobernador de las plazas del norte de África a Ibn Naya. Éste, desde allí, envió a Málaga a Idris, hermano de Hasan pero el califa, al no estar convencido de la fidelidad de su hermano, lo mandó encarcelar, aunque lo nombró heredero. También ordenó envenenar a Yahya al-Qaim, al considerar que era un peligro para su permanencia en el trono. Muy poco tiempo después, la esposa de Hasan al-Mustansir vengó la muerte de su hermano envenenándolo en 1042. Murió sin dejar hijos.
Abú I-Fawz Ben Naya (usurpador), era el cortesano eslavo que había participado en las intrigas para propiciar el acceso al trono califal de Málaga de Idris al-Mutaayyad y de Hasan al-Mustansir. Cuando murió Hasan al-Mustansir, Abú l-Fawz ben Naya se encontraba en el norte de África y fue llamado por el visir Al-Satifi, que mantenía encarcelado a Idris. Ibn Naya se alzó en Ceuta y cruzó el Estrecho de Gibraltar con un ejército bereber para usurpar el poder y hacerse con los reinos de Málaga y Algeciras. Consiguió hacerse con Málaga e intentó hacerse con el de Algeciras. Para ello realizó una expedición para capturar al califa algecireño Muhammad y hacerse con aquel reino. No lo consiguió y volvió a Málaga, donde fue asesinado por un esclavo de Muhammad. A continuación, en la capital, sus habitantes asesinaron al visir al-Satifi y pusieron en libertad a Idris.
Idris II Ben Yahya Al-Alí, que se encontraba en prisión por orden de su hermano Hasan, fue puesto en libertad por los malagueños y entronizado como califa con el título de al-Alí (el excelente) en 1043. Recibió el acatamiento de casi todos los régulos bereberes de al-Andalus liderados por Badis de Granada, su gran valedor. Durante su califato, al-Andalus se encontraba dividida en dos grandes bandos: el de los que le invocaban a Idris al-Alí como califa, liderado por el régulo beréber Badis de Granada; y el de los que invocaban al supuesto Hisham II, a cuyo frente se encontraba Ibn Abbad de Sevilla.
En 1047 se produjo una rebelión contra Idris al-Alí que comenzó en la fortaleza de Ayrus, donde Idris al-Alí tenía prisioneros a dos de sus primos, Muhammad y Al-Hassan. La rebelión dio como resultado que fueran liberados y uno de ellos, Muhammad, tomara el poder y se proclamara califa. El depuesto Idris al-Alí tuvo que refugiarse en Bobastro.
Muhammad I Ben Idris Ben Alí Al-Mahdí, usurpó el califato a su primo Idris al-Alí en 1047 y tomó el título honorífico de al-Mahdí. Los régulos de las taifas de Granada, Carmona, Morón y Arcos, disconformes con esta acción, le retiraron su reconocimiento como califa y lo trasladaron al califa de Algeciras, que tenía el mismo nombre. Durante su reinado manifestó un profundo rechazo hacia los bereberes que lo dejó sin partidarios. En 1053 murió envenenado por orden de Badis de Granada debido a su política antibereber. Le sucedió su sobrino Idris ben Yahya.
Idris III Ben Yahya Ben Idris Al-Sami, heredó el califato de Málaga de su tío Muhammad al-Mahdí y tomó el título honorífico de al-Sami. Era un hombre débil. A los pocos meses de su entronización, durante un viaje por el Magreb, fue descubierto, capturado y llevado a Ceuta, donde su gobernador Suqut lo asesinó.
Idris II Ben Yahya Al-Alí Al Zafir, fue entronizado califa de Málaga por segunda vez y tomó, además, el título honorífico de al-Zafir (el victorioso). Falleció de muerte natural en 1054 y fue sucedido por su hijo Muhammad.
Muhammad II Ben Idris Al-Mustali, sucedió a su padre Idris al-Alí al-Zafir y tomó el título honorífico de al-Mustali. Durante su califato, Badis de Granada, ante la intención de Al-Mutadid de Sevilla de anexionarse la taifa de Málaga, fue preparando el terreno para adelantarse a los sevillanos mediante dinero, dádivas y halagos a la aristocracia malagueña para atraérsela. A la muerte de Muhammad Al-Mustali, fue sucedido por su hermano Yahya.
Yahya III Ben Idris Al-Mahdí, sucedió a su hermano Muhammad al-Mustali y tomó el título honorífico de al-Mahdí. En 1056, Badis de Granada, ya con la situación a su favor, se anexionó la taifa sin la menor resistencia por parte de los malagueños, colocando a su hijo Buluggin como gobernador. Yahya al-Mahdí se refugió en Almería y luego en Córdoba.
La taifa de Málaga siguió desde entonces bajo dominio de la taifa granadina, aunque llegó a independizarse de ella bajo el mando del príncipe granadino Tamim ben Buluggin ben Badis desde 1073 hasta que fue conquistada por los almorávides en 1090.
Ramón Martín

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