José María Alfredo Aznar López. 203º Presidente en 1996-2000, y 204º en 2000-2004
Durante el Reinado de don Juan Carlos I (1975-2014) fue el decimoprimer Presidente del Gobierno, desde el 6 de mayo de 1996 al 27 de abril de 2000; y el decimosegundo desde el 27 de abril de 2000 al 17 de abril de 2004.
Nacido en
Madrid el 25 de febrero de 1953, procedente de una familia de origen navarro,
el abuelo Manuel Aznar Zubigaray, fue embajador de España ante la ONU, y fundó
y dirigió varias cabeceras de prensa en el País Vasco, Madrid y Barcelona. Su padre, Manuel
Aznar Acedo, bilbaíno de nacimiento, desarrolló la mayor parte de su trayectoria
profesional en la radio y, finalizada la Guerra Civil, ocupó la subdirección
general de Radiodifusión en el Ministerio de Información y Turismo.
El joven
José María realizó el bachillerato en el Colegio Nuestra Señora del Pilar en
Madrid, a la vez que militaba en el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES),
organización de impronta católica. Cursó Derecho en la Universidad Complutense
de Madrid y obtuvo la licenciatura en 1975. Posteriormente, opositó al cuerpo
de inspectores de finanzas del Estado y en 1976 entró a formar parte del Ministerio
de Hacienda. Un año más tarde, José María Aznar contrajo matrimonio con Ana
Botella. De la pareja nacerían tres hijos; José María, Ana y Alonso.
Destinado en
Logroño en 1978, comenzó a darse a conocer en los ambientes políticos con la
publicación de una serie de artículos en la prensa local, en los que se mostraba
crítico con la nueva organización territorial del Estado establecida en el
título VIII de la Constitución Española.
El 17 de
enero de 1979, Aznar se afilió a Alianza Popular, partido que, hasta principios
de 1978, había funcionado como una federación de siete agrupaciones. Pero por
aquel entonces AP era ya una fuerza unitaria, bajo el liderazgo de Manuel Fraga Iribarne. Aquel mismo año, después de las elecciones legislativas del 1
de marzo de 1979, Aznar fue designado secretario general del partido en La Rioja.
Cargo que ocupó hasta 1980.
Estrenó el
acta de diputado, por la provincia de Ávila, en las elecciones generales de
1982, que convirtieron a AP en la segunda fuerza del Congreso de los Diputados.
Durante la II legislatura, Aznar fue secretario segundo de la Comisión
Constitucional y vocal de las Comisiones de Presupuestos, Régimen de las
Administraciones y Mixta para asuntos relacionados con el Tribunal de Cuentas.
En las elecciones generales de 1986 renovó su escaño, y en la nueva legislatura
intervino como vocal en las Comisiones de Presupuestos y de Control Parlamentario
de RTVE.
Dentro del
partido, en enero de 1984 asumió la coordinación general en el área de Política
Autonómica y Local y el 22 de junio de 1985 alcanzó la presidencia de AP en
Castilla y León. En el VIII Congreso Nacional, celebrado con carácter
extraordinario el día 7 de febrero, se impuso la candidatura de Antonio
Hernández Mancha; circunstancia que desplazó a Aznar de la portavocía en la
Comisión Parlamentaria de Asuntos Sociales y de la Secretaría General Adjunta
del partido, aunque siguió en la Ejecutiva Nacional como secretario de Formación
Política.
Abandonado
su escaño en Madrid, el 10 de junio de 1987 fue elegido procurador de las
Cortes de Castilla y León y, el 21 de julio, fue investido presidente de la
Junta con el respaldo de su partido y del CDS. Después del fracaso de la
experiencia de Hernández Mancha, Manuel Fraga retornó a la presidencia nacional
del partido en el IX Congreso, celebrado en enero de 1989, su regreso posibilitó
la promoción de Aznar, que fue designado primer vicepresidente para Asuntos
Económicos. El IX Congreso, posteriormente bautizado como "Congreso de
la Refundación", sentó las bases de un nuevo proyecto político. AP
pasó a denominarse Partido Popular (PP) y absorbió a elementos de la Democracia
Cristiana, encabezada por Javier Rupérez, y del Partido Liberal. En esta nueva
aventura, la figura de Aznar se configuraba como la del candidato más adecuado
a la Presidencia del Gobierno de cara a las elecciones del otoño de 1989. El 4
de septiembre de 1989 el Comité Ejecutivo Nacional del PP, confirmó a Aznar como
candidato a la Presidencia del Gobierno. Renunció al cargo de jefe del Ejecutivo
de la Junta de Castilla y León en favor de Jesús Posada, desde ese momento,
y aunque Fraga era el presidente nominal de la formación, José María Aznar
asumió el ejercicio de liderar al Partido Popular.
En las
elecciones del 29 de octubre de 1989, el PP logró unos resultados que convirtieron
a Aznar en nuevo jefe de la oposición al PSOE como primer diputado por Madrid y
portavoz del grupo parlamentario popular.
El X
Congreso Nacional del PP, celebrado en la primavera de 1990 bajo el lema "Centrados
en la Libertad", consagró el liderazgo de Aznar quien, tomó posesión
de la presidencia nacional del partido. En su discurso de proclamación, Aznar
ofreció un "proyecto de libertad" y reivindicó el centro del espectro
político. Por otro lado, los escándalos que salpicaban al Gobierno de Felipe González, anunciaban la pérdida de confianza de buena parte del electorado socialista.
Las elecciones legislativas de 1993 volvieron a enfrentar a González y Aznar.
El líder socialista repitió triunfo aunque el resultado obligó al PSOE a gobernar
con mayoría simple. El partido también cosechó buenos resultados en los
comicios europeos de 1994 y en las municipales y autonómicas de 1995, lo que
desató la euforia entre los populares.
Precisamente
el 19 de abril de 1995, un mes antes de los comicios autonómicos, Aznar fue objetivo
de un atentado terrorista con coche bomba cuando viajaba con su vehículo en la
confluencia de las madrileñas calles de Arturo Soria y José Silva. El blindaje
del automóvil salvó la vida del jefe de la oposición y sus escoltas. El
atentado se atribuyó al comando Madrid de ETA.
En enero de
1996 y con la vista puesta en las elecciones del 3 de marzo, el XII Congreso
del PP proclamó de nuevo a Aznar candidato a la Presidencia del Gobierno. En
los citados comicios generales los populares lograron la victoria y José María
Aznar recibió el encargo de formar Gobierno. Aznar necesitó pactar con los partidos
nacionalistas de centro-derecha varios acuerdos para asegurar la gobernabilidad
del Estado. El PP cerró acuerdos bilaterales con Convergencia y Unión, el Partido
Nacionalista Vasco y Coalición Canaria.
Conseguidos
los apoyos necesarios, el 4 de mayo de 1996 y en la segunda sesión del debate
de investidura, Aznar fue investido presidente en el Congreso de los Diputados.
Al día siguiente, cumplimentó el juramento constitucional en presencia del rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela para convertirse en el
presidente número 97 de la historia de España y cuarto desde la recuperación de
la democracia. En la toma de posesión, el líder popular anunció un nuevo estilo
de Gobierno basado en el "diálogo abierto" con todos los actores sociales
y en un programa que definió como "centrado y centrista, reformista y reformador".
Para formar
Gobierno, Aznar se rodeó de sus hombres de confianza. Para la Vicepresidencia
Primera y el Ministerio de la Presidencia eligió a Francisco
Álvarez-Cascos Fernández, y reservó la Vicepresidencia Segunda y el Ministerio
de Economía y Hacienda para Rodrigo Rato Figaredo, hasta entonces portavoz
del grupo parlamentario. Redujo el número de ministros a catorce, al frente de
los cuales colocó a diez hombres y cuatro mujeres. Aznar se fijó como tareas
básicas de su gestión el recorte del déficit de las cuentas del Estado,
liquidar deudas, asfixiar la inflación y estimular la actividad generadora de
empleo; entonces, la tasa de paro sobre población activa era del 22,9%.
El equipo económico
de Aznar pronto logró resultados positivos en forma de crecimiento estable y
saneamiento financiero, lo que permitió al país afrontar con confianza el
cumplimiento los criterios de convergencia requeridos para participar en la
tercera fase de la Unión Económica y Monetaria en enero de 1999.
El 12 de
marzo de 2000 José María Aznar se presentó a la reelección en las elecciones
legislativas y logró la mayoría absoluta. El presidente del Gobierno confirmó
en el cargo al ministro de Economía, Rodrigo Rato, a su vez Vicepresidente Segundo,
y creó el Ministerio de Hacienda, donde situó a Cristóbal Montoro. Por su
parte, Rajoy pasó a ocupa la Vicepresidencia Primera y el Ministerio de la
Presidencia, convirtiéndose con ello en el número dos del gobierno.
El 9 de
julio de 2002, cumplida la mitad de la legislatura, el presidente acometió la
mayor crisis de Gobierno desde su desembarco en La Moncloa y la resolvió con
una segunda remodelación de su Gabinete que incluyó seis destituciones, cinco
nuevas incorporaciones y tres cambios de cartera. Sólo siete de los dieciséis
ministros del Ejecutivo anterior mantuvieron idéntico cargo tras la remodelación
presidencial. La tercera remodelación del Gobierno constituido tras las
elecciones de 2000 llegó el 9 de marzo de 2003.
Pocos meses
antes del final de la legislatura, el presidente aún acometió un último ajuste
ministerial para reorganizar el Ejecutivo tras la salida de Mariano Rajoy,
nombrado sucesor de Aznar en la Secretaría General de los populares.
Durante el
XIV Congreso del PP celebrado en Madrid el último fin de semana de enero de
2002, Aznar confirmó su intención de no presentarse a la reelección, algo
insólito en la política española moderna, y permitir la sucesión tras ocho años
en el Gobierno. Fue designado presidente nacional del partido y Javier Arenas
secretario general. Aclarado el futuro del presidente Aznar, comenzó la carrera
por la sucesión dentro del partido. Por aquel entonces sonaban con fuerza los
nombres de Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato.
La incógnita
se desveló después del verano de 2003: Mariano Rajoy era el candidato del partido
a las elecciones generales de marzo de 2004. El 3 de septiembre de 2003, el
político gallego fue nombrado secretario general del Partido Popular y
candidato a las elecciones generales de 2004 por el Comité Ejecutivo Nacional.
Javier Arenas pasó a ser vicesecretario general.
La mayoría
absoluta conseguida en las elecciones generales de 2000 propició una línea
política desligada de pactos con otras formaciones políticas, lo que
desencadenó algunos momentos de crispación a partir de 2002. Las mayores
dificultades del segundo mandato de José María Aznar estuvieron relacionadas
con asuntos como la inmigración ilegal; la huelga general de junio de 2002; la
catástrofe ecológica del Prestige; la aplicación de la Ley de Calidad
de la Enseñanza; el fuerte incremento del precio de la vivienda; y la agudización
de las tensiones con los nacionalismos catalán y vasco.
Desmarcándose
de la política exterior europeísta que España había priorizado hasta entonces,
Aznar apostó por una línea de claro acercamiento al presidente estadounidense George
W. Bush, especialmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en
Nueva York. La decisión de Aznar de alinearse con la postura estadounidense en
favor de una intervención armada en Irak, pese a tener al resto de las
formaciones políticas españolas y a buena parte de la ciudadanía en contra, fue
uno de los asuntos más controvertidos de los últimos meses de su gestión.
Aznar se
despidió del Gobierno en un momento político profundamente marcado por el atentado
terrorista que, el 11 de marzo de 2004, se cobró la vida de 191 personas en
Madrid. En las elecciones generales, celebradas tres días después, el PP fue
derrotado. Alejado de las tareas de Gobierno, José María Aznar asumió la tarea
de presidir la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), para así seguir ejerciendo un importante influencia, en algunos dirigentes del Partido Popular, y sus decisiones. El 21
de abril de 2005 ingresó en el Consejo de Estado.
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