Evaristo Pérez de Castro y Colomera, regencia de María Cristina de Borbón (1834-1841)

Decimosegundo Presidente del Consejo de Ministros durante la Regencia de la reina María Cristina de Borbón (1833-1840), desde el 9 de diciembre de 1838 al 20 de julio de 1840.

    Nació en Valladolid el 26 de octubre de 1769. Era hijo de Pedro Antonio Pérez de Castro, secretario de la Suprema Junta de Caballería y del Consejo de Su Majestad, y María Colomera. Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y en 1796 consiguió en Berlín la titulación de “Joven de Lenguas”.

    En 1798 ejercerá el cargo de Oficial en la embajada española en Viena, después la oficialía mayor en la Secretaría de Estado y en 1800 fue secretario de la Encargaduría de Negocios en Lisboa.

    Con la llegada de Napoleón a España, Fernando VII le envía a Madrid para una misión secreta ante la Junta de Gobierno de Murat. Contrajo matrimonio con la portuguesa de clase acomodada Francisca Brito y militó en el Partido Moderado. El 17 de enero de 1809 se trasladó a Sevilla, donde fue nombrado Encargado de Negocios en Lisboa por la Junta Central, con el cometido de ver la predisposición de Portugal para luchar contra Napoleón aliada con España.

    En 1810 la Junta de Gobierno lo envió a Bayona con el encargo de entrevistarse con Fernando VII. El 21 de septiembre de 1810 fue elegido diputado suplente por Valladolid. Siendo secretario de las Cortes de Cádiz y de la Comisión Constitucional, participó en la redacción y en la firma de la Constitución de 1812 "La Pepa", proclamada públicamente el 19 de marzo de 1812 a las puertas del oratorio gaditano de San Felipe Neri. Apoyó el decreto de Argüelles sobre la libertad de imprenta en España.

    En 1814 editó en Madrid "Una correspondencia entre Godoy y la reina María Luisa". Entre otros cargos, fue diputado a Cortes en 1814, ministro de España en las ciudades hanseáticas en el norte de Europa entre 1817 y 1820, Ministro de Estado y de Gracia y Justicia durante el Trienio Liberal y consejero honorario de Estado entre 1822 y 1823.

    Tras la muerte de Fernando VII, fue designado embajador en Lisboa en 1834, donde permaneció hasta que la regente María Cristina, con la promulgación de la Constitución de 1837, le requirió para ser Presidente del Consejo de Ministros de España, puesto que ocupó entre 1838 y 1840.

    Le fue otorgada la Gran Cruz de la Orden de Carlos III y fue Académico honorario de la Academia de San Fernando.

    En 1840 promulgó una polémica Ley de Ayuntamientos, que dividió a la sociedad política y provocó una revolución en julio de ese año, lo que trajo la renuncia de María Cristina y llevó al cargo de regente a Espartero. Pérez de Castro tuvo que huir a Francia, donde permaneció hasta la caída del general en 1843. Falleció en Madrid el 28 de noviembre de 1848.

    En una de las lápidas conmemorativas que hay en la fachada del oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, que rinden homenaje a “La Pepa”, a la izquierda de la puerta y ocupando la tercera altura está una placa, con coronas de laurel y el escudo de Valladolid en bronce, en la que se lee: "A la memoria de Evaristo Pérez de Castro, Secretario de las Cortes de Cádiz y de la Comisión Constitucional de 1812. Homenaje del Ayuntamiento de Valladolid, 1912".

    Su amigo Francisco de Goya, lo inmortalizó en un retrato fechado entre 1803 y 1808, cuando éste estaba destinado en Lisboa. Este cuadro está expuesto en el Museo del Louvre de París.