Ana de Austria

CUARTA Y ÚLTIMA ESPOSA DE FELIPE II

    Nacida en Cigales (Valladolid) el 1 de noviembre de 1549, era hija del emperador Maximiliano II y de María de Austria, hija de Carlos I y de Isabel de Portugal. Aunque nacida en España, se educó en Viena hasta que en 1567 regresó como prometida de su primo el príncipe Carlos. Pero Carlos murió al año siguiente, y poco después moría la tercera esposa de Felipe II, Isabel de Valois. Era necesario un nuevo heredero, por lo que se pensó en preparar el matrimonio de Felipe con su sobrina Ana, al tiempo que se fortalecían las relaciones de las dos ramas de los Habsburgo, los españoles y los austriacos.

    Obtenida la necesaria dispensa pontificia, el 24 de enero de 1570 en Madrid, se firmaron las capitulaciones matrimoniales; como representante del rey firmó el cardenal Espinosa, obispo de Sigüenza, y por el emperador, su embajador Adan von Dietrichstein. El enlace por poderes, tendría lugar en Praga el 4 de mayo; representando a Felipe II su primo, el  archiduque Carlos.

    La nueva reina inició un largo viaje hacia España, navegando primero por el Rin hasta Flandes, donde fue recibida por Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, y tras embarcar en el puerto de Bergen-op-Zoom, desembarcó en Santander el 3 de octubre, y de allí fue conducida a Burgos y luego Segovia, en cuyo alcázar se ratificó la boda con grandes festejos el 14 de noviembre.

    Ana de Austria tenía veintiún años, y Felipe II, cuarenta y tres, pero a pesar de la diferencia de edad y de ser un enlace por razones de estado, hubo bastante afinidad entre ambos durante los diez años que duró el matrimonio. La reina, de talante sencillo y religioso, no intervino en ningún momento en la política española.

Ana y Felipe II tuvieron los siguientes hijos:

- Fernando: nacido en 1571 y fallecido en 1578.

- Carlos Lorenzo: nacido en 1573 y fallecido en 1575.

- Diego: nacido en 1575 y fallecido en 1582.

- Felipe: nacido en 1578, futuro Felipe III.

- María (nacida en 1580 y fallecida en 1583).

    Ana de Austria cuidó con auténtico cariño de las hijas de Isabel de Valois, Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. En junio de 1580 los monarcas se trasladaron a Badajoz, con motivo de la incorporación de Portugal a la corona española. Sin embargo, se extendió en esta ciudad extremeña una epidemia de gripe, enfermedad que el rey contrajo también; cuidado personalmente por Ana de Austria, se recuperó, pero ella se contagió y a causa de las fiebres murió el 16 de octubre de 1580, con poco más de treinta años.

    Su cuerpo fue trasladado al Panteón Real del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su esposo, el rey, viviría aún dieciocho años más, sin volverse a casar. Según retratos de Alonso Sánchez Coello en 1570 y de Sofonisba Agnosciola en 1575, era bien parecida, rubia, de piel blanca y de ojos grises. Gustaba de pasear y cazar en los bosques próximos a El Escorial.