Iglesia de San Juan del Hospital en Valencia



El conjunto histórico de San Juan del Hospital alberga la iglesia más antigua de Valencia, anterior incluso a la propia Catedral. La iglesia y hospital de San Juan del Hospital fue fundado en 1238 por la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, como recompensa por su ayuda en la conquista de la ciudad, Jaime I les hizo donación de unos terrenos y una casa-palacio propiedad de Haçach Habinbadel situadas junto a la puerta musulmana de la Xerea, junto al barrio judío. Los nombres de los caballeros sanjuanistas figuran en el Llibre del Repartiment y son: Hugo de Folcalquier (Teniente de Prior de San Juan) y fray Pedro de Egea (Comendador de Amposta) que fue quien recibió la donación. En el Llibre del Repartiment se dice: "a VI kalenda era 1276 Azach-Abun-Bedel fecha de la era hispánica" la fecha de la era cristiana es: 26 de abril de 1238.

    Del conjunto histórico de San Juan del Hospital solo se conserva la iglesia que ha mantenido su arcaico nombre desde entonces. En su origen debió contar con iglesia, cementerio, hospital y espacios conventuales para el prior, lugartenientes y comensales; en la actualidad y desde 1966 se ha hecho cargo de ella la Prelatura del Opus Dei que es quien la administra en estos momentos. La primitiva iglesia fue construida en estilo tardo-románico, aunque sufrió ampliaciones a principios del siglo XIV con formas góticas. En su origen disponía de un campanario en forma de espadaña, que fue demolido en el siglo XVIII y en su lugar se levantó una torre campanario en la cabecera del templo. La iglesia se cubre al exterior con teja cerámica de tradición árabe y tejado a doble vertiente. Por debajo del tejado encontramos una serie de gárgolas, de las cuales solo una es original del templo.

    La entrada se realiza por la calle de Trinquete de Caballeros que da paso a un corto vestíbulo (conocida antiguamente como capilla de tránsito), donde podemos destacar unas cruces rojas de la época de los cruzados del siglo XIII, hoy protegidas por un cristal. Este tipo de cruces son conocidas como cruces "epatès" o de "pata de verós", su número y tamaño parece corresponderse al cargo y número de ocupantes del conjunto hospitalario, dos de mayor tamaño para el Comendador y el Teniente prior y cuatro más pequeñas para los comensales. Enfrente encontramos una imagen de la Virgen del Milagro realizada en piedra policromada por José Luis Roig en 1972, copia de la original del siglo XIII. 


Según la tradición que se remonta a la mitad del siglo XIII, la emperatriz Constanza trajo a Valencia, procedente de Bizancio, varias reliquias de Santa Bárbara que fueron donadas a la iglesia de San Juan del Hospital, mandando erigir una capilla en honor de la Santa y pidiendo en su testamento ser sepultada en ella. La Real Cofradía de Santa Bárbara mandó construir la capilla, barroca obra del arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel entre los años 1684 y 1689. La talla de la clave y el modelado de los ángeles son de Julio Capuz. 

    Tanto la iglesia como la capilla fueron saqueadas durante la Guerra Civil, siendo la urna con los restos de Constanza destruidos, lo que vemos ahora es una fiel reproducción. Debido a la lamentable situación en que se encontraba el templo en el año 1939, la Real Cofradía de Santa Bárbara solicitó del párroco de la iglesia de San Esteban Protomártir autorización, para poder seguir practicando el culto a Santa Bárbara en una de sus capillas, dejándose en depósito las reliquias de la santa. Acabadas las obras de restauración, comenzadas por la Prelatura del Opus Dei en 1967, en el año 2002 se realizó el traslado.

    Adosado a la fachada sur del templo, se encontraba el cementerio del conjunto hospitalario. Es tradición que en este lugar se alzaba la casa-palacio del emir musulmán Azach Abunbedel (Haçach Habinbade). Las obras de restauración y rehabilitación finalizadas en 2016 son obra del arquitecto Jorge García Valldecabres. En ella se levanta una pequeña capilla, capilla hospitalaria funeraria o del rey don Jaime I. Al parecer en ella escuchaba misa el rey Jaime I, Capilla gótica cisterciense. En su origen esta capilla se encontraba ocupando un espacio central, en el año 1670 el prior de la Orden de San Juan, Joan de Pertusa, construye sobre esta capilla la casa prioral y transforma parte del antiguo cementerio en huerto. En la rehabilitación de 2016 la transformación de la capilla fue demolida y devuelta a su estado original. 

    Distribuidos por los distintos muros de la tapia, podemos encontrar toda una serie de arcosolios, en la actualidad vacíos, que eran lugares de enterramiento de familias nobles o gremiales. Los peregrinos que se encontraban de paso en la ciudad, principalmente con destino a Tierra Santa, eran enterrados en el suelo, sin más compañía que una estela discoidal funeraria o losa. En la actualidad algunas de estas losas, han sido colocadas en el suelo como recuerdo. Los arcosolios eran nichos abiertos en el muro que se rematados en arco apuntado, se fechan en los siglos XIII y XIV y en ellos eran introducidos los sepulcros en piedra de los nobles. Familias como los Peramola, los March, los Benet y los Arnau de Romaní, eligieron este cementerio como lugar de descanso eterno.

    En la fachada lateral del templo, podemos ver la puerta sur, esta puerta era la salida al área cementerial. Junto a la puerta podemos ver a la izquierda un conjunto formado por dos arcosolios con arcos apuntados, mientras que en la izquierda podemos ver un nicho ocupado por un osario de piedra, actualmente vacío. Podemos comprobar sin dificultad alguna como este nicho fue abierto con posterioridad a la portada, ya que parte de la misma fue cercenada para construir el enterramiento. En el interior podemos ver una cruz roja, perteneciente a la orden hospitalaria. Este enterramiento era propiedad de la familia Fernández-Heredia, uno de cuyos miembros Juan Fernández de Heredia (* 1310 † 1396) de origen aragonés, llegó a ser Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén.

    Y para finalizar nuestro recorrido por este conjunto histórico de San Juan del Hospital diremos que es una iglesia que ha pasado por distintos avatares, pues fue parroquia sin feligresía, sirvió de tumba a una princesa bizantina y aún de cuartel a las tropas inglesas que estuvieron de guarnición en Valencia durante la guerra de Sucesión a la Corona Española. Después de la Guerra Civil estuvo muchos años cerrada al culto y aun sirvió de teatro o cine religioso del Opus Dei. Esta orden, libró al viejo templo de toda la escayola y yeso que cubría sus muros y bóvedas, y bajo ellas apareció un soberbio gótico, un gótico casi románico, de una gran pureza, que convierten a San Juan del Hospital en una joya arquitectónica. Las obras de restauración del templo fueron realizadas a partir de 1967 por los arquitectos Francisco Pons-Sorolla Arnau, nieto del pintor Joaquín Sorolla y por el alcoyano Vicente Valls Abad.

    Además en el patio norte que le sirve de atrio, tiene sorprendentemente, importancia en la historia deportiva valenciana; porque en él se libraron los primeros "match" de boxeo que se conocieron en nuestra ciudad, ya que los organizaron, con gran asombro indígena, los soldados ingleses a que más arriba aludía. 
Ramón Martín

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