Batalla de Tamarón-1307
Es esta la última
batalla en la que participó el condado de Castilla, como entidad política. Es
un enfrentamiento entre el último conde castellano, Fernando
Sánchez,
ayudado por su hermano García
III Sánchez, rey de Navarra, enfrentados a Bermudo
III, rey de León, que tuvo lugar a finales de agosto de 1037, en el entorno
de la localidad de Tamarón (Burgos).
Muerto Sancho
III de Pamplona, su hijo Fernando Sánchez gobernaba en el condado de
Castilla subordinado tanto a su hermano García III como al rey de León, a quien,
en teoría, pertenecía el territorio de dicho condado. No existe constancia, en los
documentos de la época, de que hubiera algún conflicto entre el rey leonés
Bermudo III y el conde castellano, hasta el verano de 1037, cuando dan comienzo
las hostilidades entre los cuñados.
Referido
a las desavenencias que provocaron dicho enfrentamiento, dice textualmente, la Crónica
Silense una primera razón:
«Pues Sancho, rey de
los cántabros, tras la muerte de Alfonso, príncipe de los
gallegos, se había apoderado de parte del reino de éste, a saber desde el río
Pisuerga hasta el Cea; por lo tanto, Vermudo, que había alcanzado ya la edad
adulta cuando el rey Sancho expiró, se dispuso a recobrar para sí el reino de
su padre. Pero esto le parecía a Fernando, que se había casado con la hija de
Alfonso, injusto y algo ajeno a cualquier razón, el verse él despojado de este
reino. Enfrentados ambos, de esta forma surgió entre ellos un altercado.»
Esta explicación
no parece demasiado correcta, ya que sabemos que Sancho III se retiró, en el
año 1035, de las tierras del condado de Cea, no existiendo indicios de que
Fernando Sánchez las ocupara, a pesar de que éste dominaba el condado de Monzón,
situado al este del río Pisuerga. También es necesario tener en cuenta que, entre
León y estos territorios, estaba el condado de Saldaña, en el que se enseñoreaba
el conde Fernando Díaz En nuestra opinión es posible que, tras el retiro
de Sancho III, parte del condado fuera anexionado por el reino de Pamplona,
mientras que, el resto del territorio castellano estaba gobernado por el
hermano del rey de Pamplona; lo cual suponía, perder toda la parte oriental del
reino leonés; lo cual, de ninguna manera, podía ser aceptado por Bermudo III.
La Crónica
Silense, escrita al tiempo que se desarrollaban estos hechos, nos dice que,
fue Bermudo III quien inició las hostilidades. Lo cual nos parece lógico, ya
que era el único que tenía algo que ganar.
El relato
es continuado, textualmente, por la Crónica Silense en estos
términos:
«Pero porque las
fuerzas militares eran muy desiguales, hasta el punto de que Fernando no podía
resistir el ataque de Vermudo, solicitó con insistencia el auxilio de su
hermano García para hacer frente al enemigo… Fernando y su hermano García,
habiendo reunido gran número de poderosos combatientes, mientras se dirigían a
combatir al enemigo, he aquí que Vermudo, habiendo atravesado la frontera de
los cántabros, avanzó armado hacia ellos. Y ya en el valle de Tamarón,
brillando las armas, se dieron vista los dos ejércitos enemigos, he aquí que
Vermudo, valiente e impertérrito, pica con las espuelas a su famoso caballo
Pelayuelo, y deseando herir al enemigo penetra con la lanza tendida en un
densísimo pelotón. Pero la lúgubre muerte, a la que nadie puede escapar, se le
adelantó, mientras el feroz García y Fernando instaban con más fuerza, durante
la carrera del caballo se ensartó, y cayendo a tierra muerto siete de sus
soldados sucumbieron en montón encima de él. Su cuerpo fue llevado a León y
sepultado entre los otros reyes. Más tarde, desaparecido Vermudo, Fernando,
regresando de tierras de Galicia, puso sitio a León y todo el reino pasó bajo
su autoridad.»
Como
hemos expresado anteriormente, la iniciativa fue de Bermudo III, el cual
penetró en tierras de Castilla, enfrentándose a las tropas de castellanos y
pamploneses, en las cercanías de Tamarón, en el valle del arroyo
Penillas. En lo que respecta a la fecha exacta, nos es difícil precisarla,
ya que no aparece en las crónicas. Se sabe que Bermudo se encontraba en el
monasterio gallego de Celanova el 9 de junio de 1037. Un salterio de la
reina Sancha hace referencia a
la muerte de su hermano y textualmente dice: «Ovitum Veremudi regis /
bello pugnator fortis / die IV feria mensis stbr (septembris) era TLXXV» (Habría
muerto un miércoles del mes de septiembre). No obstante, en los obituarios
de la catedral de León se recoge el 30 de agosto como la fecha de la muerte,
durante un combate, del rey Bermudo III. De lo cual podemos deducir que, la
Batalla de Tamarón, debió tener lugar entre finales de agosto y principios
de septiembre.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la batalla de Tamarón?
Al morir Bermudo
III, supuestamente, a manos de siete enemigos cuando se adelantaba a sus
huestes en busca del conde castellano. Autopsias realizadas en el siglo XXI, demuestran
que sufrió dieciséis heridas de lanza, todas ellas mortales, desaparecía el
último descendiente varón de la dinastía leonesa, siendo la heredera natural, su
hermana Sancha, esposa del conde castellano. Éste, en virtud de los derechos de
su mujer, se encaminó a la ciudad de León, asediándola durante unos pocos días.
Vencida la resistencia, en vez de coronarse inmediatamente, se fue a Galicia, posiblemente
para negociar con los poderosos condes gallegos su reconocimiento como rey. A
su regreso a León, en mayo de 1038, aún encuentra una pequeña resistencia,
posiblemente dirigida por el conde Fernando Flaínez, siendo coronado el
22 de junio de 1038, una vez vencida esta.
Con esta
coronación desaparece el título de conde de Castilla, dignidad que asumirá, a
partir de entonces, el reino de León hasta que décadas después se cree el reino
de Castilla. Castilla queda fragmentada y sin un gobernante propio. Costará
años recuperar el territorio perdido frente al reino de Pamplona, no consiguiéndose
por completo hasta la época de Alfonso
VI.
También hay controversia sobre la localización del lugar exacto del enfrentamiento, entre Tamarón y Támara de Campos
Sí, el
lugar exacto donde ocurrió la batalla ha sido objeto de disputa entre dos
localidades: Tamarón (Burgos), población cercana a Castrojeriz; y Támara de
Campos (Palencia). Tanto la Crónica Silense, la Crónica Najerense
y el Chronicon Mundi de Lucas de Tuy sitúan la batalla en el
valle de Tamarón. Mientras que, la crónica de Rodrigo Jiménez de Rada,
escrita casi doscientos años después del hecho, sitúa el lugar de la muerte del
rey Bermudo junto al río Carrión, probablemente confundiendo Tamarón con la
villa, más importante, de Támara de Campos. Por lo tanto, lo más probable, es
que fuera en Tamarón, localidad situada más al este del río Pisuerga,
considerada la frontera natural de Castilla con León.
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