García Sánchez III Sánchez el de Nájera


Se supone que debió nacer alrededor del año 1016. Era hijo de Sancho Garcés III el Mayor y su esposa Muniadona de Castilla, siendo educado por el noble Fortún Sánchez. 

Ya en vida de su padre, desempeñó funciones públicas en tierras de Pamplona y Nájera. Como primogénito legítimo recibió, junto con el título real, los dominios patrimoniales de la monarquía, aunque las rentas del condado de Aragón, entre otras, se reservaron a su hermanastro Ramiro, bajo la soberanía, más o menos efectiva, de García. 

En los primeros años de su reinado apoyó a su hermano Fernando, depositario del condado materno de Castilla, en sus discordias con Bermudo III de León. La derrota y muerte de este soberano en los campos de Tamarón, el año 1037, elevaron a Fernando sobre el trono leonés, al tiempo que García se hacía cargo de las mandaciones de la “Castilla Vieja” (Castella Vetula), parte de la herencia de su madre. 

Las continuas discordias entre las diversas taifas le permitieron lanzar correrías por tierras zaragozanas y, finalmente, la reconquista de Calahorra, el 30 de abril del 1045, con la colaboración de Ramiro. Desde entonces, y junto con el conde de Barcelona practicó una política de explotación económica de los régulos Hudíes de Zaragoza, a quienes garantizó la paz a cambio de la percepción de parias o tributos. Estas parias hicieron posible, probablemente, la edificación de Santa María de Nájera, sede predilecta por entonces de la monarquía. 

Durante su reinado, se mantuvo la cordialidad e incluso cierta dependencia por parte de Ramiro de Aragón, mientras que se deterioraban, cada vez más, las relaciones con Fernando. El desasosiego de los nobles castellanos de arraigo leonés, que ahora estaba también ligada a Pamplona, y la inscripción de su tierra en la diócesis de Nájera, debieron de contribuir, en gran manera, a la ruptura entre los dos monarcas. De tal manera que, se llegó al enfrentamiento armado, siendo derrotado el pamplonés, por el ejército de su hermano en los campos de Atapuerca. 

Posteriormente, los ecos de la batalla, alcanzaron dimensiones legendarias. En la ulterior trayectoria de los reinos hispano-cristianos no se podía entender que el primogénito García hubiese recibido la parte menor de la supuesta herencia paterna y que se hubiese llegado hasta la guerra fratricida. Por ello, las crónicas castellanas, y fundamentalmente la Historia Silense iban a imaginarlo, un siglo después, como un hijo indigno que habría acusado injustamente a su madre de adulterio e intentado, más tarde, arrebatar a su hermano el reino castellano-leonés. Falleció en Atapuerca. Burgos, el 1 de septiembre de 1054. 

Casó en el 1038 con Estefanía, que era hija del conde Bernardo Roger de Foix, del matrimonio nacieron cuatro varones: el sucesor Sancho Garcés IV, Ramiro, Fernando y Ramón, y cuatro mujeres: Urraca, Ermesinda, Jimena y Mayor. Tuvo igualmente tres hijos extramatrimoniales, Sancho Garcés, Sancha y Mencia. 

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