Puente de La Trinidad en Valencia


         Construido entre 1401 y 1407 por el piquer de pedra, Mateu Texidor, es el más antiguo de la ciudad, además de ser el primero realizado en piedra sillar (piedra labrada por varias de sus caras). En el momento de su construcción, el emplazamiento no era el actual, ya que tuvo que ser reedificado, tras ser derribado en 1517, por una riada del río. Por cierto, según nos cuenta, textualmente, Gaspar Joan Escolano, cronista de la ciudad, refiriéndose a acontecimientos que tuvieron lugar: “…A esta calamidad del agua, se juntó en Valencia, otra no menos espantosa, y fue, que aquella noche del diluvio, fue visto andar bramando un león por las calles, que realzaba el horror en los corazones de los miserables ciudadanos. Al principio se entendió que se habría soltado alguno de los que, de ordinario, hay en la leonera del palacio real. Pero desengañáronse presto, porque apenas le veían unos en la calle, cuando se les hacía invisible y se sentían gritos en otra muy apartada, donde se aparecía de nuevo; y a este tono en un instante se mostraba en diferentes cabos, y al acometerle se desaparecía: y como lo contaban a voces y atónitos, los que le habían visto a los que no, decían e, y estos que aquellos tenían dañada la imaginación, y el corazón tan perdido de la pasada fortuna, que se les antojaban leones las sombras. Más los que realmente le habían visto, se enfurecían contra los incrédulos y venían a las manos sobre ello. Yo he creído siempre que aquel era el ángel percutiente, comisario de la justicia de Dios, a quien se había cometido el castigo de nuestra ciudad. Pero quién quiera que él fuese, le quedó nombre de león de la Germanía”

    El puente es conocido entonces como “dels Catalans”, puesto que parece ser que en su entorno se instalaron los repobladores que, procedentes de Lleida, vinieron a Valencia, tras la conquista del Reino de Valencia, y que seguramente fueron nombrados en la puerta del Palau de la Catedral de Valencia

    Si nos ponemos justo delante de la puerta del Palau, podremos observar 14 cabezas humanas juntadas entre sí en parejas formando un total de 7. El número 7 nos hace pensar que lo dispuesto allí, no es pura casualidad, dado que el 7 es un número mágico, divino y muy presente a lo largo de la historia: 7 pecados capitales, 7 notas musicales, 7 días que tiene la semana…o por ejemplo, como dice la Biblia, el número perfecto. Otra curiosidad, aún mayor, es que estas 7 parejas se disponen en número alterno con corona, una si, una no, una si, una no… 

    Según la tradición que se atribuye a estas cabezas, es que corresponden a siete matrimonios que se encargaron de traer desde Lleida a Valencia a las trescientas (y no 700 como se puede leer en algunos artículos) doncellas que serían las esposas de los primeros pobladores cristianos tras la conquista de la ciudad. A pesar de todo esto, no es más que una leyenda de la que se hizo eco Pere Antoni Beuter, en 1551. 

    Las dos estatuas que encontramos en el puente corresponden a San Luis Beltrán y Santo Tomás de Villanueva, realizadas por el escultor italiano Jacobo Antonio Ponzanelli en 1693 y 1694, respectivamente. Ninguna de las dos es originaria de este puente, ya que son originarias del puente de San José, del que se retiraron en 1906, para depositarlas en el Museo de Bellas Artes de Valencia, del que saldrían para ser colocadas en el puente de La trinidad en 1942, ya que este no poseía ninguna estatua en sus orígenes, aunque sí estuvo adornado en 1722, por unas esculturas, ya desaparecidas, que estaban cubiertas por casalicios, semejantes a los de algunas de las cruces que delimitan el término municipal de la ciudad de Valencia. Aquellas primeras esculturas representaban al mártir Bernardo de Alzira y a las hermanas, también mártires, María y Gracia, patronas de Alzira. Estas esculturas fueron destruidas junto a sus casalicios, durante el asedio de la ciudad por parte del ejército francés, durante la guerra de la Independencia de 1808. Finalmente fueron retiradas del puente en 1823, estando el puente sin ninguna escultura hasta 1942, fecha en la que fueron colocadas. 

    Para finalizar, solamente decir que el puente debe su nombre al cercano Monasterio de La Trinidad, que como podemos leer en el enlace fue fundado en 1242 como cenobio y hospital, ocupado en su origen por religiosas clarisas, por deseo de la reina María, esposa de Alfonso el Magnánimo

    Consta el puente de 10 arcos de entre 3,60 y 4,30 m, góticos con 16,30 m de luz. Más sus 9 pilas correspondientes de 3,00 y 3,40 m. Y tiene una longitud de 158,31 m.


Fuentes varias. Imágenes propias 

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