Pedro II el Pacificador


            Nacido en Lisboa el 26 de abril de 1648, era el tercer hijo de Juan IV de Portugal y de Luisa de Guzmán, en 1662, su madre le entregó una casa en Queluz, para separarle del enrarecido ambiente que rodeaba a su hermano, el rey Alfonso VI. Esta situación permitió al partido contrario al conde de Castelo-Melhor, posicionarse en torno al infante don Pedro, para eliminar al valido de los ambientes políticos y la deposición del rey, que había mostrado su incapacidad para el gobierno.

            Por entonces, ya se había barajado la posibilidad de casar al infante don Pedro con María Francisca Isabel de Saboya, aunque finalmente ésta casó con Alfonso VI, a pesar de que el infante, se había enamorado de ella, nada más conocerla. El conde de Castelo-Melhor, se había dado cuenta del peligro que significaba la connivencia de los dos cuñados, ya que la reina había mostrado su voluntad de participar activamente en la política del reino, así que el ministro convenció al rey para que apresurara el matrimonio de su hermano con madeimoselle de Bouillon, sobrina del mariscal de Turenne, pero don Pedro se negó y pidió permiso al rey para abandonar la corte. El infante acusó al ministro de haber querido envenenarle y exigió que el valido fuese castigado, pero como el rey se negó, don Pedro decidió exiliarse a Trás-os-Montes y sólo regresó a Lisboa después de que el ministro y el rey fuesen depuestos por el Consejo de Estado, el 1 de enero de 1668. En las Cortes del 27 de enero don Pedro fue jurado heredero del reino y nombrado regente, título que conservó hasta la muerte del depuesto Alfonso VI en 1683.

            Ya desde finales de 1667, la reina había comenzado a solicitar la nulidad de su matrimonio con don Alfonso, declarando que seguía doncella y que el rey era incapaz de dar un heredero a Portugal, a la que manifestaba sus deseos de volver a Francia y de recuperar su dote. Comenzado el proceso de nulidad matrimonial, muchos preconizaron el matrimonio de doña María Francisca Isabel con el infante don Pedro, como medio de que las riquezas que habían constituido su dote permaneciesen en Portugal. El matrimonio por poderes entre ambos tuvo lugar en el palacio de Ribera el 28 de marzo de 1668, siendo el marqués de Marialva el procurador del príncipe y el duque de Cadaval el de la reina. En 1669 el nacimiento de la infanta doña Isabel aseguró la sucesión de don Pedro.

            El regente mantuvo preso a don Alfonso hasta su muerte, primero en el propio palacio, después en la isla Terceira y por último en Sintra, donde murió. Durante el cautiverio de don Alfonso en las Azores fue descubierta una conspiración en Lisboa, cuyo objetivo era liberar al depuesto rey, trasladarlo a España y hacerlo casar con la reina viuda, pero la conjura fue abortada, siendo encarcelados los responsables. A la muerte de don Alfonso don Pedro fue jurado rey de Portugal.

            A finales de 1683 falleció la reina doña María Francisca y un año después Pedro II contrajo segundas nupcias con doña María Sofía Isabel de Saboya Neoburgo, el 11 de agosto. De este matrimonio nacieron: el príncipe don Juan, que sólo vivió un mes; el príncipe don Juan, que sucedió a Pedro II; los infantes don Francisco, don Antonio y don Manuel y las infantas doña Francisca y doña Teresa. En 1692 regresó a Portugal la princesa doña Catalina, hermana del rey, que asumió la regencia de Portugal mientras don Pedro partió para dirigir las operaciones de la Guerra de Sucesión en España, en donde éste enfermó de gravedad, muriendo en Coimbra el 9 de diciembre de 1706. Fue enterrado en el panteón de San Vicente.


Fuentes; WikipediA, MCN Biografías
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