Juan IV el Restaurador
Primer rey de la dinastía de Braganza, nacido
en el palacio de Villaviciosa el 19 de marzo de 1604. Hijo primogénito del
duque de Braganza, Teodosio II, y de
Ana de Velasco, hija del duque de
Frías. Desde joven, mostró una gran afición a la música y a los ejercicios
corporales.
A los veintinueve años contrajo matrimonio con Luisa Francisca Guzmán, hija del octavo
duque de Medina Sidonia. Este
enlace, fue el motivo para que la casa de Braganza subiera al trono portugués. La
esposa del futuro Juan IV, no aportó una dote considerable, pero si una
inteligencia muy clara; fue ella la que impulsó a su marido a la conquista del
trono, aprovechando el odio, cada vez menos disimulado, de los portugueses a la
administración española. Además, la presión que el Gobierno español ejercía
sobre los nobles, con motivo de la sublevación de Cataluña, precipitó los
acontecimientos.
Los nobles portugueses, hicieron
proposiciones al duque de Braganza, proposiciones que no fueron rechazadas. Se
contaba con el apoyo de Richelieu,
el del arzobispo de Lisboa, junto a otros personajes. Por otro lado, Juan Pinto Ribeiro, agente de la casa
de Braganza, llevaba ya algunos meses preparando el espíritu de la población.
La rebelión estalló en esta capital el 1 de diciembre de 1640. Organizaron el
complot, sabiamente combinado, 40 patriotas y la revolución se hizo dueña de la
situación sin efusión de sangre. El duque de Braganza fue proclamado en el
mismo dia rey de Portugal, en medio del más patriótico entusiasmo del pueblo.
Juan IV hizo su entrada en la capital el 6 del mismo mes, y las Cortes,
reunidas el 29 de enero del año siguiente, ratificaron aquel nombramiento.
Al subir al trono Juan IV, carecía
de ejército, marina y armamentos, pero todo el pueblo de Portugal se levantó en
armas para ayudarle: contaba, además, el soberano con el apoyo de Francia,
Inglaterra y otras naciones, por lo que no le fue difícil rechazar a los
españoles, ocupados en luchas interiores sofocando la rebelión catalana, y los
venció especialmente en Montijo y en Montes Claros.
El nuevo soberano se mostró en todo
a la altura de su misión: constituyó las fuerzas de mar y tierra; reorganizó la
hacienda; concluyó tratados con diversas naciones, y logró que abortaran las
conspiraciones que se trataron contra su persona y contra la independencia
portuguesa. Brasil, que se hallaba en poder de los holandeses, pasó al de
Portugal, gracias a las victorias que alcanzó la flota lusitana en 1649 y 1654.
Juan IV cultivó la música durante
toda su vida, y al morir dejó varias obras teóricas en español y en portugués,
en las que dio pruebas de un buen sentido crítico; dejó también algunas
composiciones. Reunió, además, una biblioteca musical, la más notable de la
época, y fundó en su palacio un taller de tipografía, destinado principalmente
a imprimir obras musicales. De su matrimonio tuvo siete hijos, entre ellos: Alfonso VI y Pedro II, ambos reyes de Portugal, y Catalina, que casó con Carlos
II de Inglaterra.
Falleció en Lisboa el 6 de noviembre
de 1656.
Fuentes; WikipediA,
Nubeluz
Imagen:
Wikipedia
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