García Sánchez, último conde de Castilla

Los Anales Compostelanos informan con bastante precisión del año de nacimiento del infante castellano García Sánchez, en Toro, en el año 1009. El mes de nacimiento lo señalan esos mismos Anales Complutenses y Toledanos diciendo que fue en noviembre. En 1017, siendo un niño, sucedió a su padre —Sancho García, el de los Buenos Fueros— en el condado de Castilla, quedando el gobierno en manos de un Consejo de Regencia hasta 1026. Tal Consejo, nombrado por su padre en el lecho de muerte, estaba formado por un grupo de magnates encabezados por el obispo de Burgos-Oca Pedro, y por algunos miembros de la familia entre los que destacaba su tía Urraca, abadesa de Cobarrubias, quien debió creerse llamada a repetir en Castilla las funciones desempeñadas en León. 

Estas circunstancias fueron aprovechadas por el rey Alfonso V de León, sobrino del conde Sancho García, quien no quería dejar de influir en Castilla, que como sabemos era, condado feudatario del Reino leonés. Al mismo tiempo su cuñado el rey navarro, Sancho Garcés, lo acogía bajo su protección, con lo cual, por un lado se insinuaba una protección peligrosa y por otro amenazaba una hostilidad manifiesta. La nobleza castellana al no ver con buenos ojos la presión ejercida por uno y otro Monarca, decidió concertar el matrimonio del joven conde con la infanta Sancha, hermana mayor del futuro rey Vermudo III, ambos fueron fruto del primer matrimonio de Alfonso V y la reina Elvira Menéndez

Gracias a la documentación, se sabe que el rey Sancho Garcés gobernaba en Álava y Castilla en el año 1022; por el contrario, no se puede afirmar con seguridad que el rey navarro combatiera al leonés en defensa de Castilla y le derrotara junto al Cea. Sea como fuere, lo cierto es que hubo enfrentamiento entre los dos Reyes. En esa misma fecha enviudó el rey leonés y decidió tomar como esposa a la hermana de Sancho Garcés, Urraca, con la que se casaría en 1024, hecho que hace pensar en una reconciliación entre ambos. A pesar de que el rey Sancho se intituló algunas veces Rey de Álava y Castilla, en otros documentos parece clara la dignidad real que se otorga al conde García en un documento del Monasterio de Arlanza: “el rey Alfonso y el conde García, cada cual en su reino”, Alfonso en Galicia y León; y García en Castilla y Asturias. 

Tras un período de anarquía en el Condado de Castilla, llegó la mayoría de edad del conde García, en el año 1026, y con ella el fin de la intervención del rey navarro en Castilla. Muy pronto se decidió en Castilla casar al joven conde con Sancha, hija de Alfonso V de León y por tanto primos segundos, hecho que debió alentar cierto malestar en la persona de Sancho Garcés, pues veía cómo su poder e influencia ejercida durante todos estos años en Castilla cesarían con la boda castellano-leonesa, y la vieja pretensión castellana de convertir el condado en reino podría hacerse realidad en breve. De ahí que tres años después Vermudo III, rey de León desde la muerte de su padre, Alfonso V, en 1028, reconociera dicha pretensión al casar a su hermana Sancha con Fernando I, hijo de Sancho el Mayor. 

En 1029 fue asesinado en el Palacio Real de León el infante-conde de Castilla García Sánchez a manos de la familia alavesa de los Vela, nada más llegar a la capital del Reino leonés para contraer matrimonio con la infanta leonesa Sancha. Tras la muerte del conde García, el rey de Navarra, Sancho Garcés III el Mayor, se apropió del condado de Castilla alegando que su mujer Muniadonna, hermana mayor del conde asesinado, era la legítima heredera del condado. El Rey navarro cedió el condado a su hijo Fernando con apenas doce años de edad, éste pronto se intitularía Rey de Castilla y también de León al casarse en 1032 con la infanta Sancha. Pasaría a reinar con el nombre de Fernando I.

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