La Taifa de Alpuente
La Taifa de Alpuente se creó hacia 1009 como consecuencia del vacío de
poder que sufrió el califato de Córdoba cuando Muhammad II al-Mahdí dio un
golpe de estado contra el califa Hisham II, que provocó la guerra civil (fitna)
en al-Andalus.
Esta Taifa había pertenecido a la Marca Media, ocupando un pequeño
territorio que estaba muy bien posicionado en las rutas comerciales entre el
centro y el este de la península ibérica.
La familia de los Banu Qasim perteneciente a la tribu de los bereberes
kutamíes, muy arabizados y con pretensiones de tener un origen árabe, gobernó,
seguramente, aquellos territorios desde los primeros tiempos de la conquista
musulmana a principios del siglo XVIII.
Abd Allah ben Ahmad ben Qasim al-Fihrí Nizam al-Dawla (h.1009-1030) fue su primer régulo independiente y tomó el
título honorífico de Nizam al-Dawla (el Orden del Estado). La necesidad de
afianzar su legitimidad, lo llevó en 1018 a ponerse del lado de los régulos de
las taifas de Zaragoza y Almería que apoyaban a Abderramán ben Muhammad, un
bisnieto de Abderramán III, para proclamarlo nuevo califa en oposición al
califa bereber Alí ben Hammud. La maniobra resultó fallida ya que el califa
opositor, Abderramán IV al-Murtada, fue derrotado y luego asesinado por
sicarios del régulo de Almería.
En junio de 1027, la situación política en al-Andalus era tan grave que la
alta burguesía de Córdoba decidió resolver el problema proclamando califa al
hermano mayor de Abderramán IV al-Murtada, Hisham ben Muhammad. En aquella
fecha, éste se encontraba en la taifa de Alpuente como huésped de Abd Allah
Nizam al-Dawla. Pero el proclamado califa Hisham III, que adoptó el título
honorífico de al-Mutad bi-llah (el que confía en Allah), no tuvo prisa en tomar
posesión del trono y continuó viviendo en Alpuente. Por fin, en diciembre de
1029, se presentó en Córdoba con una impedimenta tan sencilla que causó una
pobre impresión en los cordobeses.
El reinado de Abd Allah Nizam al-Dawla se distinguió por el brillo
intelectual de su corte y el mecenazgo a distintos literatos. Abd Allah Nizam
al-Dawla murió en 1030, poco antes de la desaparición del califato omeya en
1031.
Muhammad ben Abd Allah Yumn al-Dawla (1030-1042) sucedió a su padre Abd Allah y tomó el título
honorífico de Yumn al-Dawla (Bendición de la dinastía). Lo único que se conoce
de este régulo es que acuñó monedas con referencias a Hisham II, un falso
califa patrocinado por el régulo de la taifa de Sevilla y reconocido por
Alpuente y por otras taifas.
Ahmad ben Muhammad Izz (o Adud) al-Dawla (1042-1043) sucedió a su padre Muhammad
Yumn al-Dawla cuando éste murió. Tomó el título honorífico de Izz al-Dawla
(Poderío de la dinastía) o Adud al-Dawla (Fuerza de la dinastía). La línea
sucesoria seguida sin problemas desde el inicio de la dinastía se quebró a la
muerte de Ahmad en 1043.
Muhammad ben Ahmad (1043) sucedió a su padre Ahmad Izz al-Dawla cuando tenía siete años. Su
abuelo materno pretendió regir la taifa hasta la mayoría de edad de Muhammad,
pero no pudo impedir que un tío paterno del menor, Abd Allah ben Muhammad,
tomara el poder.
Abd Allah ben Muhammad Nizam (o Yanah) al-Dawla (1043-h.1106) que tomó el título honorífico
de Nizam (o Yanah) al-Dawla, encarceló al abuelo de Muhammad y se casó con su
madre para consolidar su autoridad. Abd Allah Nizam al-Dawla también acuñó
monedas con referencias al falso califa Hisham II.
La tranquilidad del reino taifa de Alpuente, debida a su escasa relevancia
política, se vio alterada por las incursiones de “el Cid” al que tuvo
que pagar tributos desde 1089. Esta situación cambió cuando Abd Allah Nizam
al-Dawla ayudó al emir almorávide Yusuf ben Tasufin en sus campañas contra
Valencia, que estaba en aquel tiempo en manos de “el Cid”.
El reino de taifa de Alpuente desapareció cuando fue conquistado por los
almorávides hacia 1106.
Ramón Martín
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