Andrew Johnson, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica entre 1865 y 1869

 


Andrew Johnson nació el 29 de diciembre de 1808, en Raleigh (estado de Carolina del Norte), huérfano de padre desde muy pequeño, con diez años comenzó a trabajar como ayudante de sastre en Greeneville (estado de Tennessee)¸utilizando su escaso tiempo libre para aprender a leer y a escribir de forma autodidacta. Era tal su empeño en su trabajo que, en 1827, pudo abrir su propia sastrería. Pronto contrajo matrimonio con Eliza McCardle, una mujer culta que le ayudó mucho en su preparación intelectual. En el año 1830 —debido a su buen hacer en todos los sentidos—, fue nombrado alcalde de Greeneville, y cinco años más tarde, muchos de los pequeños artesanos y agricultores de Greeneville le apoyaron para que pudiera conseguir un escaño en la Asamblea General de Tennessee. En 1837 volvió a presentarse para el mismo puesto, pero fue derrotado por negarse a conceder un empréstito, escaño que volvió a recuperar en 1839. Dos años más tarde fue elegido senador de su estado por el Partido Demócrata y, en 1843, miembro de la Cámara de Representantes en Washington, donde permaneció hasta 1853, período en el que apoyó, sin reservas, la política expansionista practicada por las administraciones presidenciales, en especial la del presidente James Knox Polk, y declarándose a favor de la Guerra Mexicanoestadounidense. Ese mismo 1853, fue elegido gobernador por Tennessee; cargo que renovó dos años más tarde, gracias a su política educativa en favor de la extensión de la enseñanza y de la construcción de escuelas en todo el estado. En 1857, fue elegido senador en Washington por Tennessee, período en el que se comenzaba a gestar la futura Guerra de Secesión, Johnson, aunque auténtico sudista, fue el único senador sureño en oponerse a la salida de Tennessee de la Unión Federal, iniciando una campaña en la que fue tildado entre por sus correligionarios de traidor y vendido a los intereses del Norte. A raíz de su postura política, se unió a los republicanos de Abraham Lincoln para evitar la secesión, negándose a abandonar su escaño una vez iniciada la guerra, en 1861.

Al poco de comenzar la contienda, Johnson se vio obligado a huir de Tennessee, pues estuvo a punto de ser linchado por sus oponentes. Abraham Lincoln lo nombró general de brigada y miembro del Comité Conjunto para la Gestión de la Guerra, y tras la toma de Nashville por la Unión, Lincoln le nombró, en marzo de 1862, gobernador militar de Tennessee, que aceptó con la esperanza de poder atraer a los ciudadanos rebeldes a la causa unionista. Desde ese puesto practicó una política generosa basada en la reconciliación y reconstrucción de las instituciones políticas básicas del estado.

Al poco de comenzar la contienda, Johnson se vio obligado a huir de Tennessee, pues estuvo a punto de ser linchado por sus oponentes. Abraham Lincoln lo nombró general de brigada y miembro del Comité Conjunto para la Gestión de la Guerra, y tras la toma de Nashville por la Unión, Lincoln le nombró, en marzo de 1862, gobernador militar de Tennessee, que aceptó con la esperanza de poder atraer a los ciudadanos rebeldes a la causa unionista. Practicó una política basada en la reconciliación y reconstrucción de las instituciones políticas básicas del estado.

En noviembre de 1864, la Convención republicana le eligió como candidato a la vicepresidencia, acompañando en las elecciones presidenciales a Abraham Lincoln, algo poco usual, ya que él nunca abandonó su militancia en el Partido Demócrata. La intención de los republicanos nordistas no era otra que equilibrar la candidatura unionista y federal de Abraham Lincoln con un demócrata sudista como Andrew Johnson, el cual había dado suficientes muestras de fidelidad a la causa unionista, y atraer todos los votos posibles de los demócratas y la población de los estados fronterizos. Tras la victoria de la candidatura de Abraham Lincoln, Johnson convocó una convención en Tennessee, en la que estableció un nuevo gobierno estatal, cuya primera medida significativa fue la de abolir la esclavitud.




 

 

Asesinado Abraham Lincoln el 15 de abril de 1865, Johnson asumió la presidencia, disfrutando de un enorme apoyo por parte de las clases populares de todo el país. Partidario de mantener la política de reconstrucción iniciada por su antecesor, extendió un perdón general a los estados confederados que estuvieran dispuestos a prestar juramento de fidelidad a la Unión. Pero aún fue más allá: reabrió la brecha entre el Norte y el Sur al devolver, a los grupos confederados poderosos, el control sobre sus antiguas haciendas, que habían sido confiscadas durante la guerra, además de permitir los reglamentos políticos discriminatorios en contra de la población negra. A finales de 1865, el Congreso se negó a admitir a los representantes sureños en tanto que éstos no se comprometieran y dieran garantías de un desarme completo y de acatar las leyes abolicionistas, concretamente la Ley Sobre los Derechos Civiles. Las elecciones al Congreso de principios de 1866 otorgaron la mayoría a los republicanos radicales, que eran contrarios a la política de concesiones que Johnson estaba llevando a cabo con los estados sudistas. Intentó vetar la Agencia de Libertos (Freedmen´s Bureau), pero el Congreso utilizó su fuerza para denegarle el veto e incorporar a la Constitución la Enmienda Decimocuarta, la Ley Sobre los Derechos Civiles, un plan de reconstrucción nacional propio que no contaba con el parecer del presidente. Andrew Johnson reaccionó declarando la medida como si se tratase de un gesto de rebeldía y secesión más.

Con el conflicto presidente-Congreso en su cúspide, la Cámara de Representantes promulgó, el 2 de marzo de 1867, la Ley de Permanencia en el Cargo, por la que el presidente no podía destituir a ningún cargo oficial sin el consentimiento del Senado, junto a otra serie de medidas destinadas a recortar el poder presidencial, leyes que Johnson vetó, al igual que hacía el Congreso con todos los edictos que éste intentaba sacar adelante. La lucha Congreso-presidente entró en una dinámica peligrosa y sin una salida política aparente; ambos poderes se desgastaban. La mayoría de los congresistas buscaron una oportunidad para destituir a Johnson, pero su hoja de servicios era intachable; por lo que, la ocasión de atacarle no se produjo hasta diciembre de 1867, cuando Johnson destituyó a su Secretario de Guerra, el general Stanton, decisión que no fue aprobaba, como era de esperar, por el Senado. Mientras tanto, el 24 de febrero de 1868, la Cámara de Representantes comenzó a gestionar el impeachment contra Johnson, votación que arrojó el resultado de 126 votos a favor del procesamiento presidencial y 47 votos en contra. Andrew Johnson se había salvado por dos votos, los necesarios para que no se alcanzara los dos tercios legales para procesarlo. El juicio posterior en el Senado, le fue más favorable, ya que 35 senadores le dieron su voto favorable, frente a 19 en contra. Johnson mantuvo el cese de Stanton, al que sustituyó por un auténtico héroe de la pasada guerra, el general Ulysses S. Grant. Pasó el resto de su presidencia vetando la política de reconstrucción del Congreso, aunque nunca se opuso a su ejecución. En 1868, los republicanos nombraron candidato presidencial a Ulysses S. Grant, mientras que la Convención demócrata no renovó la candidatura de Andrew Johnson. Retirado en su casa de Greeneville, intentó varias veces volver a la política, pero en todas fue derrotado. Sin embargo, en el año 1874, consiguió ingresar de nuevo en el Senado. Ocupó su escaño a principios del año 1875, pero murió en Elizabethton, el 31 de julio de 1875, sin haber participado en cuestiones importantes.


Bibliografía e imágenes

  • WikipediA y Biografías MCN.





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Ramón Martín


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