Calle de Espoz y Mina en Madrid

 

La calle de Espoz y Mina comienza en la Puerta del Sol para acabar en la plaza del Ángel.

 

En los años 30 del siglo XIX el país se encuentra en una situación económica penosa. Es necesario reducir la deuda pública, y una de las medidas tomadas por el presidente del Gobierno, don José María Queipo de Llano, conde de Toreno, fue decretar la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica del 25 de julio de 1835, por la que se suprimirían todos aquellos conventos que no contaran, al menos, con doce religiosos. Una vez dimitido Queipo de Llano, ocupó la presidencia del Consejo de Ministros don Juan de Dios Álvarez Mendizábal, quien, en los tres primeros meses de 1836, decretó la venta de esos establecimientos religiosos.

Uno de esos conventos sería el de la Victoria, fundado en recuerdo a que, en 1487, los Reyes Católicos pusieron sitio a la ciudad de Málaga, profetizando san Francisco de Paula la victoria cristiana. Razón por la cual, los reyes avalaron la fundación, en 1493, del primer convento español de la Orden de Mínimos en la ciudad de Málaga, y en 1561 el de Madrid. La construcción de este convento contó con el apoyo de Isabel de Valois. Pero fue uno de los nominados para ser demolido. El inmenso solar que ocupaba entre la Puerta del Sol y la calle de Cádiz permitió ampliar la Carrera de San Jerónimo y abrir la calle de Espoz y Mina, así como otras calles y pasajes, como el pasaje Matheu, abierto una década después.

La calle Espoz y Mina se va adentrando en el Barrio de las Letras, ensanchándose al confluir con la calle de la Cruz, justo en el lugar donde, en el siglo XVI, estaba el famoso Corral de la Cruz, que, convertido en Teatro de la Cruz, sobrevivió hasta el año 1856, en que fue derribado, lo que supuso la prolongación de la calle Espoz y Mina hasta la plaza del Ángel, que también pudo ser ampliada.

No puedo acabar este artículo dedicado a la calle sin incluir la biografía del personaje que la da nombre, el general liberal, don Francisco Espoz y Mina Illundáin.

 

Para la realización del presente artículos se ha consultado: NOTICIAS Tradiciones y Curiosidades – LAS CALLES DE MADRID de Hilario Peñasco y Carlos Cambronero.

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Ramón Martín