Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra
Dispuestos
a conocer la historia del monasterio de San Jerónimo de la Murtra, nos hemos de
trasladar en el tiempo a principios del siglo XV, cuando Bertran Nicolau,
un rico mercader barcelonés, trató de ofrecer donaciones al monasterio del Vall
d’Hebron, pero se encontró con la oposición de la reina, más interesada en mantener
el patronato real. Nicolau queriendo poder hacer su donación, compró la casa de
Ça Murtra, que estaba situada en la Vall de Betlem, entre
Badalona y Santa Coloma de Gramanet, fundando en ella, el año 1416, el
monasterio de San Jerónimo de la Murtra. Partiendo de la antigua
casa se construyó la iglesia, el refectorio, la cocina, la bodega, una torre de
defensa, y el resto de las instalaciones del monasterio.
En 1431, el
monasterio de Sant Jeroni de la Murtra tenía catorce monjes los cuales, por
dificultades económicas, quisieron fusionarse con el también monasterio
jerónimo del Valle de Hebrón de Barcelona. Denegada la fusión, gracias a la
protección de Juan II, el
monasterio se fue consolidando; consiguiendo favores bajo los reinados de los Reyes
Católicos y del rey Carlos I, que afrontaron
la realización de grandes obras.
Uno de
los hechos más destacables, en la historia del monasterio de Sant Jeroni de la
Murtra, de las que sucedieron en el monasterio, fue la visita de los Reyes
Católicos. El motivo de dicha visita fue debido a que, el 7 de diciembre de
1492, un campesino llamado Juan de Cañamares intentó asesinar al rey Fernando el Católico, en las
escaleras del Palacio Real Mayor de Barcelona; del que solamente resultó
herido. Para poder recuperarse de las heridas, el rey decidió pasar unos días
en el monasterio, acompañado por su esposa, la reina Isabel la Católica.
Coincidieron estos sucesos, el mismo año en que Cristóbal Colón pisaba América,
por primera vez. Al regresar de aquel viaje, se le comunicó lo que le había
sucedido al rey y dónde se encontraba. Y por lo tanto allí se encaminó el
navegante, siendo en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra donde los
Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón tras la vuelta de su primer viaje
al «Nuevo Mundo».
Durante
la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica, el año 1808, los
alrededores del monasterio fueron escenario de la Batalla de San Jerónimo de
la Murtra. El monasterio acogía a los soldados y guerrilleros que combatían
contra los franceses, por esas tierras. Pero, las tropas francesas, mas
numerosas y mejor armadas, el 10 de octubre de 1808, rodearon a las tropas allí
acantonadas, originándolas una fuerte derrota.
Los
monjes de la orden de San Jerónimo habitaron el monasterio hasta el año 1835, cuando
se produjo un tremendo incendio que destruyó la iglesia, parte del claustro, la
Obra nueva y la biblioteca. De cualquier forma, la desamortización de Mendizábal, proceso que tuvo lugar entre 1835 y 1844
donde se expropiaron y se vendieron terrenos y otras pertenencias de la iglesia
católica, afectó de lleno al monasterio, que, fue subastado y
convertido en un lugar donde algunas familias iban a pasar sus vacaciones
veraniegas.
En 1947, Francesca
Güell i López recuperó el monasterio, con el objetivo de restaurarlo, convirtiéndolo
en un lugar de soledad y silencio; creando, además, la entidad Ámbito de
Reposo Religioso y Cultural Francesca Güell, que sigue activa en la
actualidad. El 20 de diciembre de 1974 fue declarado Monumento
Histórico-Artístico de Interés Nacional. Aunque exclaustrado, el monasterio
presenta en la actualidad una importante actividad religiosa y secular.
Descripción del edificio
Compuesto
por un conjunto de edificios de estilo gótico tardío, integrados en un espacio
rectangular formando un recinto cerrado. Fueron realizados, mayoritariamente,
durante los siglos XV y XVI, y sus maestros de obras fueron Pere Basets
y Jaume Alfons de Baena en el claustro, Tomàs Bersa en la iglesia
y Jeroni Matxí en la torre de defensa.
Torre de defensa. Situada
en el ángulo sud-oeste, y sobresaliendo del recinto, consta de cuatro pisos y
una galería superior, realizada por el maestro de obras Jeroni Matxí.
Iglesia. La
iglesia es del siglo XV, habiéndose realizado diversas reformas a lo largo del siglo
XVI. Originalmente, constaba de una sola nave, con tres tramos con arcos
ojivales, ábside de cinco caras en su cabecera y seis capillas laterales,
su constructor fue Tomàs Bersa, que también fue el maestro de obras del Patio
de los Naranjos del Palau de la Generalitat de Catalunya. El año
1835, durante el incendio sufrido, hubo que derribar gran parte, quedando únicamente
una parte del muro de la parte derecha y el ábside.
Edificios monacales. En el
ala norte del claustro se encuentra el refectorio de los monjes, cubierto
con tres bóvedas de crucería con claves de bóveda, cuya policromía se debe al monje
Gabriel Andreu entre los años 1483 a 1486. La clave central representa a
Sant Jeroni y en otra se puede ver la leyenda: Rex Joannes me facit referiéndose
al rey Juan II
benefactor del monasterio. El resto de dependencias son: la sala capitular, la
cocina, la bodega y el lavadero.
El Claustro, está situado
en el centro de la construcción, algo propio en los monasterios; consta de dos
pisos de galerías cubiertas con bóvedas góticas nervadas que en su arranque, en
los modillones tiene retratos y escudos de armas de sus benefactores o
personajes relacionados con el monasterio, como los reyes Fernando, Isabel, Carlos I, Cristóbal
Colon o Ramon Llull. Las claves de bóveda representan a santos y
temas heráldicos. En el piso superior se observan quince arcos escarzanos
rebajados. En el jardín del patio hay un gran arbusto de una murtra (arrayán)
y un surtidor de forma de estrella ochavada hecho en 1502, decorado con cabezas
de león.
Las imágenes son una gentileza de Monestirs.cat
Ramón Martín
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