Crónica Silense


 

En uno de sus parrafos dice: Huic [Adefonsus] vero in regnum Yspanorum ampliando, in barbaros exercendisque bellis quanta animositas fuerit, provincias ab eorum sacrilegis manibus retractas et in Christi fidem conversas singilatim enumerando, [...] profabor. “Diré cuánta decisión hubo [en Alfonso] para acrecentar el reino de España y luchar contra los bárbaros, enumerando cada una de las provincias arrancadas de sus sacrílegas manos y devueltas a la fe de Cristo”.

    El relato de la biografía del rey Alfonso VI se interrumpe en el momento en que accede al trono de León y Castilla, tras dos digresiones genealógicas que explican su ascendencia paterna de reyes de Pamplona y condes de Castilla, y por parte materna de los reyes Asturianos.

    Nos ha llegado un único códice, correspondiente a la segunda mitad del siglo XV, en los folios 1-59 del manuscrito 1181 de la Biblioteca Nacional de España. Aunque existen dos copias, una de hacia 1490, y otra de 1181. Durante mucho tiempo se creyó que había sido escrita por un monje del Monasterio de Santo Domingo de Silos (situado a unos 60 km al sur de Burgos), de ahí le viene la denominación de «silense». En las primeras décadas del siglo XX algunos estudiosos sugirieron conexiones entre el supuesto monje silense y la Colegiata de San Isidoro de León ​ o el Monasterio de Sahagún. En cualquier caso la inacabada biografía de Alfonso VI está redactada desde un ámbito leonés, y no silense, por lo que es más adecuada la denominación de Historia legionensis.


Libro de los Testamentos


La crónica fue compuesta entre la muerte de Alfonso VI en 1109 y los primeros años del reinado de Alfonso VII antes de su coronación como emperador en 1135, y en el Reino de León, posiblemente en el entorno regio de la Colegiata de San Isidoro, que aparece muy destacada en la crónica. A esta localización contribuye el tono de profesor de escuela catedralicia o monástica con que está escrita. La vinculación con Sahagún se explicaría, no porque haya sido compuesta allí, sino porque de ese centro provienen las fuentes utilizadas por el autor. El texto es una crónica biográfica de Alfonso VI que desprende una ideología neogoticista con un enfoque más religioso que político. El asunto principal es la descripción de las cualidades de Alfonso VI, si bien su biografía quedó interrumpida en el momento en que su personaje comienza a reinar, después de relatar su acceso al trono.

    El autor de esta crónica inacabada de Alfonso VI maneja sus fuentes adaptando su contenido a sus propósitos, y modificando la literalidad de los textos de donde parte. Son crónicas latinas, aunque se hallan ecos de fuentes hagiográficas cuando narra el milagro de Coímbra y el traslado de San Isidoro. También se sirvió de la historia oral. Para la historia de los reyes visigodos se valió de la Historia de los reyes de los godos, vándalos y suevos de Isidoro de Sevilla y de la Historia de Wamba de Julián de Toledo; para cuando se refiere a los reyes asturleoneses (el linaje materno) utiliza la Crónica de Alfonso III y la Crónica de Sampiro; en el caso de los reyes de Pamplona (la genealogía paterna), los Acta translationis Sancti Isidori y otras fuentes escritas además de la historia oral. En cuanto al estilo se han señalado concomitancias con Eginardo y Salustio, y más lejanamente de Ovidio.


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Ramón Martín

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