Wamba, rey Visigodo desde 672 a 680
REINO DE TOLEDO
Nacimiento:
Alrededor del año 630 en Pujerra.
Fallecimiento: El
año 688 en Pampliega
(Burgos).
Padres: Se desconocen
Reinado: Desde
el año 672 al 680
Reunidos
los nobles en Gerticos, que corresponde a la actual Wamba
(Valladolid), y ante la posibilidad de tiempos conflictivos, decidieron elegir
a Wamba como rey, puesto que, le consideraban la única persona capaz de resolver
los problemas con la energía necesaria. Wamba se negó a aceptar la corona,
debido a su avanzada edad, pero un oficial del palacio le amenazó, espada en
mano, diciéndole que sólo saldría de la sala con la condición de rey, o muerto.
Así las cosas, Wamba, tuvo que aceptar la corona, siendo ungido por el obispo
Quirico en Toledo, el 19 de septiembre del año 672.
Enterado
Hilderico, gobernador de Nimes (Septimania), que aspiraba a obtener la
corona, se rebeló con el apoyo de Gunhildo, obispo de Maguelona; el
ejército por él reunidos, junto a un numeroso grupo de judíos, descontentos por
las medidas antisemíticas que se habían llevado a cabo con anterioridad, tomaron
las armas. La cruel conducta empleada por Hilderico motivó las protestas
de Gunhildo, que fue encerrado y sustituido por Ranimero al
frente de la diócesis. Wamba puso al frente del ejército encargado de sofocar
la rebelión en la Galia al general de origen griego Pablo, el cual, al
llegar a Nimes, convenció a sus oficiales de que se revelarán contra el anciano
rey. Los rebeldes de Hilderico hicieron causa común con Pablo,
que fue aclamado como rey por sus oficiales y coronado en la iglesia de Gerona.
Wamba, se encontraba combatiendo una insurrección de los vascones, y una vez
sometida, se dirigió con su ejército hacia Narbona; en pocos días rindió,
prácticamente, todas las plazas fuertes, quedando solo Nimes, donde se había
refugiado Pablo. Ciudad que fue sometida tras un sangriento asalto el 3
de septiembre de 673.
Una vez
restablecida la paz y asegurado el gobierno de la Galia, Wamba regresó a Toledo,
entrando triunfalmente, como si fuera un césar romano, seguido por los
prisioneros sublevados con la cabeza rapada y los pies descalzos, y entre ellos
Pablo, vestido de forma burlesca. Durante el reinado de Wamba, hubo un
intento de desembarco, por parte de los árabes en el sur; Intentona que Wamba
hizo fracasar, hundiendo casi toda la flota invasora.
En
cuanto a política interior, Wamba intentó reforzar el poder de la corona ante
los nobles y el clero; para lo cual, dictó nuevas leyes y modificó otras del Liber
Iudicorum, destacando las tendentes a reorganizar el ejército y el reclutamiento
de tropas, en el que se obliga a participar, tanto a nobles como a clérigos, además
de aportar a sus siervos, bajo pena de destierro y la confiscación de sus
bienes. Dos años después de promulgar dicha ley, convocó el XI Concilio de
Toledo, al que sólo acudieron obispos y clérigos de la Cartaginense. En el se
dictaron medidas para evitar los abusos frecuentes cometidos por los obispos:
como era tomarse la justicia por su propia mano, sin esperar la intervención de
los jueces; ordenar a otros obispos por dinero; o incautarse de los bienes de
los encausados. En ese mismo año 675, convocó el Concilio de Braga,
capital de la Gaélica.
El 14
de octubre del 680, a causa de un accidente o enfermedad, o por un
envenenamiento, sufrió una afección que le dejó inconsciente, por lo que, siguiendo
las tradiciones —pensando en su próxima muerte—, le fue afeitada la cabeza y se
le vistió de monje, porque según esa tradición, los que exhalaban el último
suspiro en esta disposición obtenían la gracia en la otra vida. Pero pasadas
veinticuatro horas, el rey, recuperó el conocimiento y, al conocer lo sucedido,
reconoció que, según el derecho godo, el cual impedía reinar a los que hubiesen
vestido hábito, debía renunciar al trono, por lo que dejó la corona a Ervigio.
Hay quienes mantienen que, esto fue una estratagema para alejarle del poder sin
causarle la muerte. Estratagema planeada por Julián, obispo de Toledo, y
por el propio Ervigio, que habría sido quien le suministró el brebaje
causante del desmayo.
Ervigio fue ungido como rey en Toledo, y Wamba se retiró a un monasterio para el resto de sus días. A su muerte, su cuerpo fue enterrado en la puerta de la iglesia de Pampliega hasta que Fernando III ordenó el traslado de los restos a la iglesia de Santa Leocadia, en Toledo, junto a Recesvinto.
Wamba
fue el último rey godo notable. Es posible que la trama de su invalidación se
debiera, precisamente, a su intento de atajar el creciente poder de los nobles
y el clero, que minaba al pueblo y la cohesión del estado.
Ramón Martín
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