Teatro Real de Madrid

 


El origen del emplazamiento se remonta a 1738, reinando Felipe V, cuando se inaugura el Real Teatro de los Caños del Peral con la puesta en escena de la ópera Demetrio, de Johann Adolph Hasse y libreto de Pietro Metastasio.

En 1818, bajo el reinado de Fernando VII dan comienzo los trabajos para la construcción del Teatro Real, colocándose la primera piedra el 23 de abril de ese mismo año, a consecuencia de la Real Orden que dictaba la remodelación de la Plaza de Oriente, incluyendo la construcción de un teatro de ópera en el solar en el que, hasta hacía un año, se había ubicado el Real Teatro de los Caños del Peral. El monarca impulsaba así la construcción de un coliseo lírico que se pudiera equiparar a los mejores de Europa.



Inicialmente, se encarga el diseño y la construcción al arquitecto, Antonio López Aguado. Fueron notorias las interrupciones y los periodos de abandono, a causa de la falta de presupuesto y, también, por la muerte del arquitecto, que fue sustituido por Custodio Teodoro Moreno. Las obras son acabadas en 1850, habiendo transcurrido 33 años desde su inicio. En 1841 es sede parlamentaria, acogiendo al Congreso de los Diputados. A partir del 19 de noviembre de ese 1850, día de su inauguración reinando Isabel II, el Real se convierte en uno de los principales teatros europeos.

Tras la revolución de 1868 y el exilio de la reina Isabel II, se le llamará Teatro Nacional de la Ópera. Llegamos a octubre de 1925, cuando, un hundimiento provoca el cierre provisional del teatro y el consiguiente inicio de las obras de reconstrucción, las cuales se prolongarán durante 41 años. Durante la Guerra Civil, estalló un polvorín instalado dentro del edificio y las dificultades económicas de la posguerra fueron un obstáculo aún mayor para las obras, que quedaron en un estado de semiparalización.



En 1966 se abre al público como auditorio y sede del Real Conservatorio Superior de Música y Escuela de Arte Dramático, pero Madrid necesitaba un teatro de ópera que se equiparara a los mejores del mundo. El 13 de octubre de 1988 se celebra el último concierto, realizado por la Orquesta Nacional, reiniciándose las obras de rehabilitación como teatro de ópera el 2 de enero de 1991. Obras que durarán otros 7 años, hasta el 11 de octubre de 1997, cuando bajo la presidencia de SS.MM. los reyes don Juan Carlos y doña Sofia, el Teatro Real, construido en una primera fase por José Manuel González Valcárcel y, tras su fallecimiento, completado por Francisco Rodríguez de Partearroyo, se vuelve a abrir con la ópera La vida breve y el ballet El sombrero de tres picos, ambos de Manuel de Falla.

Debemos constatar que, desde su reapertura en 1997, el Real ha acogido el estreno de otras catorce óperas mundiales: Don Quijote en el 2000, La señorita Cristina en el 2001, Dulcinea en el 2006, El viaje a Simorgh en 2007, Faust-Bal en 2009, La página en blanco en 2011, Poppea e Nerone en 2012, The Perfect American en 2013, Brokeback Mountain en 2014, El Público en 2015, La ciudad de las mentiras en 2017, El pintor en 2018, Je suis narcissiste en 2019, Marie en 2020, Tránsito en 2021, El abrecartas y Extinción en 2022.



En diciembre de 2007, con el inicio de la crisis económica, el Ministerio de Cultura, dotaba al Teatro Real de autonomía propia en las principales instituciones culturales del Estado, con el nombramiento del primer presidente independiente, Gregorio Marañón, a propuesta del ministro de Cultura. Esta fecha marcó el inicio del actual modelo, que garantiza la autonomía de la institución, alejándola de los vaivenes políticos a los que, hasta entonces, había estado sometida, permitiendo consolidar una gestión profesionalizada y estable.

Durante estos últimos años, el Teatro Real se ha convertido en la ópera nacional de referencia en España, recuperando el prestigio internacional que tuvo históricamente, siendo reconocido en 2021 como MEJOR TEATRO DE ÓPERA INTERNACIONAL por los prestigiosos International Opera Awards.

Ramón Martín

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