Alejandra de Dinamarca, esposa de rey de Inglaterra Eduardo VII



La princesa Alejandra nació el 1 de diciembre de 1844, en el palacio Amarillo (Copenhague). Fueron sus padres, el príncipe Cristian de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y la princesa Luisa de Hesse-Kassel. Su infancia fue relativamente normal, ya que su familia no poseía una gran riqueza. En 1852, las grandes potencias mundiales convocaron una conferencia en Londres, donde se acordó que el padre de Alejandra, el príncipe Cristián, sería el heredero de Federico, hijo de Cristián VIII de Dinamarca en todos sus dominios. Al príncipe se le dio el título de príncipe de Dinamarca, por lo que la familia se mudó al palacio de Bernstorff. Aunque la condición de la familia se había elevado, no hubo ni un pequeño incremento en sus ingresos, no participando en la vida cortesana de Copenhague, puesto que se negaron a reconocer a la tercera esposa y antigua amante de Federico, Louise Rasmussen. Durante su estancia en Bernstorff, Alejandra creció hasta convertirse en una joven agraciada.

La reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto, buscaban encontrar una novia para su hijo y heredero, Eduardo, y decidieron que Alejandra era la única opción posible. El 24 de septiembre de 1861, se conocieron Eduardo y Alejandra, pero no fue hasta el 9 de septiembre de 1862, que Eduardo le propuso Alejandra, matrimonio. La pareja se casó el 10 de marzo de 1863, en la capilla de St. George, del castillo de Windsor; la ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Canterbury. A finales del año siguiente, el padre de Alejandra ascendió al trono de Dinamarca, y Alejandra había dado a luz, a principios de 1864, a su primer hijo, Alberto Víctor, dos meses antes de tiempo. Alejandra se dedicó con devoción a sus hijos, seis en total: Alberto Víctor, Jorge, Luisa, Victoria, Maud y Alejandro. El nacimiento de su tercer hijo en 1867 se complicó con un ataque de fiebre reumática que amenazó su vida y la dejó con una cojera permanente.



Eduardo y Alejandra visitaron Irlanda en abril de 1868, la empezaba a caminar de nuevo sin la ayuda de los bastones y estaba embarazada de su cuarto hijo. Realizaron una gira por Austria, Egipto y Grecia que duró seis meses entre 1868 y 1869, incluyendo la visita a su hermano, el rey Jorge I de Grecia, a los campos de batalla de Crimea y, solamente para ella, al harén del Jedive Ismail. Fue la primera mujer en sentarse a cenar con el sultán de Turquía, Abdülaziz.

El matrimonio fue feliz en muchos sentidos, sin embargo, algunos afirman que Eduardo no atendía a su esposa como ella deseaba y poco a poco la pareja se fue alejando, hasta que a finales de 1871 el príncipe sufrió un ataque de fiebre tifoidea lo que produjo una reconciliación. A lo largo de su matrimonio, el príncipe de Gales siguió manteniendo relaciones con otras mujeres, aunque la mayoría de esos romances fueron conocidos por Alejandra. Sin embargo, ella se mantuvo fiel, pero se fue aislando debido al agravamiento de su sordera, y cada vez pasaba más tiempo en casa con sus hijos y mascotas. Su sexto y último embarazo terminó en tragedia, pues su recién nacido murió tras un solo día de vida. La princesa suplicó privacidad, pero la reina Victoria, anunció un período de luto en la corte. Ocasión que aprovecharon los elementos hostiles de la prensa, describiendo el nacimiento como un «desdichado aborto» y el funeral como una «mascarada repugnante».

El príncipe de Gales, estuvo ausente de Gran Bretaña, durante ocho meses entre 1875 y 1876, mientras realizaba un viaje por la India, mientras Alejandra tuvo que quedarse en casa. Alejandra pasó la primavera de 1877, en Grecia, recuperándose de su mala salud y visitando a su hermano el Jorge. Durante la guerra ruso-turca, de 1877 a 1878, se declaró a favor de Rusia, ya que su hermana estaba casada con el zarévich. Pasó los tres años siguientes, alejada de sus dos hijos, ya que fueron enviados a un crucero por todo el mundo como parte de su educación naval. En 1881, la pareja real, viajó a San Petersburgo, en representación de Gran Bretaña, para asistir al funeral por el asesinato de Alejandro II de Rusia, y confortar a su hermana Dagmar, que se había convertido en la zarina. Alejandra asumió muchas responsabilidades en eventos públicos; tanto que la reina Victoria, llegó a decir: «me quitó la tensión y la fatiga de muchas funciones. Abre bazares, asiste a conciertos, visita hospitales en mi lugar... no solo nunca se queja, sino que se esfuerza por demostrar que ha disfrutado lo que para otro sería un deber agotador». Por lo general, era recibida con entusiasmo, pero durante una visita a Irlanda en 1885, sufrió un momento de hostilidad cuando visitaba la ciudad de Cork, semillero del nacionalismo irlandés. La pareja fue abucheada por una multitud que blandía palos y banderas de color negro.



La muerte, en 1892, de su hijo mayor, el príncipe Alberto Víctor, fue un duro golpe para Alejandra. Con la muerte de la reina Victoria en 1901, Eduardo se convirtió en rey y Alejandra en reina consorte. Cercana la fecha de la coronación de Eduardo y Alejandra, en junio de 1902, Eduardo cayó gravemente enfermo de apendicitis, y la coronación tuvo que ser pospuesta y Eduardo operado para extirpar el apéndice infectado. Tras su recuperación, fueron coronados en agosto, por los arzobispos de Canterbury y de York. Poco cambiaron sus responsabilidades, y cuando Jorge y María partieron hacia la India Británica, durante el invierno de 1905 a 1906, volvieron a hacerse cargo de sus nietos. Su padre, el rey Cristián IX de Dinamarca, murió en enero de 1906.

En 1910, se convirtió en la primera reina consorte en visitar la Cámara de los Comunes durante un debate. En una situación sin precedente, durante dos horas, se sentó en la Galería de las Damas mientras que se debatía el proyecto de ley del Parlamento, que pretendía reformar el papel de la Cámara de los lores. Poco después fue a visitar a su hermano, el rey Jorge I de Grecia, en Corfú. Estando allí, la llegó la noticia de que el rey Eduardo estaba gravemente enfermo, regresando de inmediato un día antes de la muerte de su marido. Ese mismo año, se mudó del palacio de Buckingham a Marlborough House. No asistió a la coronación de su hijo Jorge en 1911, al no ser costumbre que una reina coronada asistiera a la coronación de otro rey o reina. El 17 de septiembre de 1916, Alejandra se encontraba en Sandringham en el momento de producirse un ataque desde un Zepelín. En Rusia, el zar Nicolás II fue derrocado y asesinado por los revolucionarios junto a su esposa e hijos.

Alejandra murió el 20 de noviembre de 1925 en Sandringham, tras sufrir un ataque al corazón, siendo enterrada, junto a su marido, en la capilla de St. George en el castillo de Windsor.

Ramón Martín

Comentarios

Entradas populares