Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, esposo de la reina Victoria de Inglaterra

 


Franz Albrecht August Karl Emanuel, nació en el castillo de Rosenau, en Coburgo (Alemania), el 26 de agosto de 1819, en el seno de una familia relacionada con muchos de los monarcas de Europa. Era el segundo hijo de Ernesto III de Sajonia-Coburgo-Saalfeld y su primera esposa, Luisa de Sajonia-Gotha-Altenburgo. Fue bautizado en la Iglesia evangélica luterana el 19 de septiembre de 1819, con agua tomada del río Itz. Fueron sus padrinos, su abuela paterna, Augusta de Reuss-Ebersdorf, su abuelo materno, Augusto, duque de Sajonia-Gotha-Altenburgo; Francisco I de Austria —quién al ser católico, figuró como «protector»; Alberto de Sajonia-Teschen, duque de Teschen; y Emanuel, conde de Mensdorff Pouilly.


Alberto y su hermano mayor, Ernesto, tuvieron en sus primeros años una relación muy cercana, marcada por el turbulento matrimonio de sus padres. Tras ser exiliada su madre en 1824, se casó con su amante, una vez obtenido el divorcio en 1826, con la condición de no volver a ver a sus hijos. Murió de cáncer en 1831, y al año siguiente, su padre se casó con su sobrina, la princesa María Antonieta de Wurtemberg, aunque ésta tuvo poco impacto en las vidas de sus hijastros. Los hermanos fueron educados con Christoph Florschütz, con quien Alberto aprendió a dominar el inglés. En 1836, la idea del matrimonio entre Alberto y Victoria había ido tomando forma. Victoria era la presunta heredera al trono británico, ya que su padre —cuarto hijo del rey Jorge III—, había muerto y su anciano tío, el rey Guillermo IV, no tenía hijos legítimos. Victoria fue coronada reina con solo dieciocho años, el 20 de junio de 1837. Alberto y su hermano Ernesto volvieron al Reino Unido en octubre de 1839, para arreglar el matrimonio. Victoria le propuso matrimonio el 15 de octubre de 1839, y contrajeron matrimonio el 10 de febrero de 1840 en la capilla real del palacio de St. James. Antes del matrimonio, Alberto fue nacionalizado por ley del Parlamento, otorgándosele al tratamiento de Su Alteza Real.

Alberto no era popular entre los británicos, lord Melbourne, aconsejó a la reina que no le concediera el título de «rey consorte», e, incluso, el Parlamento se negó a que lo nombraran par —por un sentimiento antialemán y por el deseo de excluirle de cualquier papel político. Alberto afirmó que no tenía necesidad de un título británico y durante los siguientes 17 años, fue llamado formalmente «Su Alteza Real el príncipe Alberto», hasta que el 25 de junio de 1857, Victoria le concedió el título de príncipe consorte. Su posición, por su matrimonio, le causaba grandes dificultades. Se enteraron de que la reina estaba embarazada a los dos meses de matrimonio. En junio de 1840, mientras paseaban en un carruaje, el matrimonio fue tiroteado por Edward Oxford. Ninguno resultó herido y Alberto fue elogiado por la prensa, por su valentía y serenidad. Se estaba ganando el apoyo del pueblo, así como influencia política. El Parlamento aprobó en agosto la Ley de Regencia de 1840, para designarlo regente en caso del fallecimiento de Victoria antes de que su hijo llegara a la mayoría de edad. Su primera hija, Victoria, nació en noviembre. Durante los siguientes diecisiete años tendrían ocho hijos más.



Alberto y Victoria sufrieron nuevos atentados el 29 y el 30 de mayo de 1842, pero salieron ilesos.

En 1844, Alberto había logrado modernizar las finanzas reales, teniendo suficiente recursos para comprar Osborne House en la isla de Wight, como residencia privada. Administró y mejoró otras propiedades reales, y bajo su custodia los ingresos del ducado de Cornualles —la propiedad hereditaria del príncipe de Gales—, crecieron constantemente. Apoyó los movimientos para elevar la edad requerida para trabajar y el libre comercio. Durante el mandato de Peel, la autoridad de Alberto se volvió más evidente, ya que tenía acceso a todos los documentos de la reina y estaba presente cuando Victoria se entrevistaba con sus ministros. En 1847, fue nombrado rector de la Universidad de Cambridge, utilizando su posición, para llevar adelante una campaña para modernizar los planes de estudio. El inquilino del castillo de Balmoral murió a principios de octubre y Alberto inició negociaciones para tramitar un contrato de arrendamiento, en mayo del año siguiente, y en septiembre de 1848, viajó allí con su esposa y sus hijos mayores por primera vez. Ese año, la reina, dio a luz a su hija Luisa.

Hombre de ideas progresistas y liberales, impulsó reformas en la educación universitaria, el bienestar, las finanzas reales y la esclavitud. En 1852, al morir el duque de Wellington, se le asignó el control de Trinity House y el de coronel a cargo de la Guardia de Granaderos. Alberto hizo campaña para modernizar el ejército. Pensaba que el ejército no estaba preparado para la guerra. Propuso una solución diplomática al conflicto entre rusos y otomanos. Palmerston, más belicoso, estaba a favor de evitar una expansión rusa, maniobrando fuera del gabinete en diciembre de 1853. Pero, al mismo tiempo, la flota rusa atacó a la otomana, que se encontraba anclada en Sinope. La prensa describió el ataque como una masacre, lo que motivó que la popularidad de Palmerston se incrementara y la de Alberto se desplomara. Llegaron a circular falsos rumores de que Alberto había sido detenido por traición y que estaba prisionero en la torre de Londres. En 1854, el Reino Unido y Rusia estaban enfrentados en la guerra de Crimea. Alberto, para ganar la guerra, sitió Sebastopol mientras Rusia se debilitaba económicamente. El Tratado de Paris, puso fin a la guerra en 1856. Alberto arregló el matrimonio de su hija Victoria, con el príncipe Federico Guillermo de Prusia, aunque retrasó la boda hasta que la princesa cumpliera diecisiete años; esperaba que su hija y su yerno fueran una influencia que liberara la expansión del estado prusiano. En agosto de 1859, Alberto cayó gravemente enfermo.

En marzo de 1861, murió la madre de Victoria, tía de Alberto, y la reina estaba desconsolada, por lo que Alberto se hizo cargo de la mayoría de las responsabilidades de la reina, a pesar de continuar enfermo con problemas crónicos de estómago. Para noviembre, la pareja había regresado a Windsor y el príncipe de Gales a Cambridge, donde realizaba sus estudios. En sus últimas semanas, Alberto sufrió de dolores de espalda y piernas. El 9 de diciembre, uno de los médicos de Alberto, le diagnosticó fiebre tifoidea, muriendo a las 22:50 del 14 de diciembre de 1861 en el Blue Room del castillo de Windsor, en presencia de la reina y cinco de sus nueve hijos. El dolor de la reina fue abrumador, vistiendo de negro, como señal de luto, por el resto de su larga vida. Alberto fue sepultado temporalmente en la capilla de san Jorge en el castillo de Windsor, hasta que un año más tarde, sus restos fueron depositados en el Mausoleo Real de Frogmore.

Ramón Martín


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