Ricardo III, rey de Inglaterra desde 1483 a 1485

 


CASA DE YORK

Nacimiento: El 2 de octubre de 1452 en el castillo de Fotheringhay Northamptonshire

Fallecimiento: El 22 de agosto de 1485 en los Campos de Bosworth, Leicester

Padres: Ricardo, tercer duque de York y Cecilia Neville.

Reinado: Desde el 25 de junio de 1483 al 22 de agosto de 1485.

 

Nacido el 2 de octubre de 1452 en el castillo de Fotheringhay, condado de Northamptonshire, era hijo de Ricardo, duque de York y de Cecilia Neville. En octubre de 1470, su hermano Eduardo IV fue destronado por una revuelta de los nobles encabezados por el conde de Warwick, el cual puso en el trono a Enrique VI. Más un año después, ambos hermanos regresaron a Inglaterra, con la intención de recuperar el trono. Ricardo fue decisivo al frente de sus tropas, ganando, sucesivamente, las batallas de Barnett y Towkesbury, con lo que Eduardo IV recuperó el trono. Enrique VI una vez depuesto, fue encarcelado en la Torre de Londres, hallando la muerte en circunstancias poco claras. Es posible que con la participación directa de Ricardo, el cual, en premio a su fidelidad, obtuvo de su hermano gran cantidad de tierras y dinero, convirtiéndose así en uno de los personajes más poderosas del reino.

Al morir Eduardo IV, el 9 de abril de 1483, Ricardo obtiene el gobierno y la tutoría de su sobrino Eduardo V, que contaba doce años de edad. Con el apoyo de Henry Stafford, duque de Buckingham, consiguió contrarrestar a la facción encabezada por Isabel Woodville, esposa de Eduardo IV y madre de Eduardo V; Ricardo decretó el arresto y ejecución de los cabecillas, y mandó confiscar los bienes y enviar al destierro, al resto. Dejaba así sin apoyo material a los que se oponían a su política, que dio sus frutos el 25 de junio de ese mismo año cuando la asamblea de los Lores declaraba nulo el matrimonio del anterior rey, anulando los derechos al trono de Eduardo V, que fue encerrado en la Torre de Londres, junto con su otro hermano, dejando expedito el camino, para ser proclamado rey, con el nombre de Ricardo III. En agosto los dos hermanos presos fueron asesinados. Todo apuntó a que fue por orden del propio Ricardo. Esto hizo que los nobles y las capas sociales más prósperas del país fueran desarrollando un odio contra él que le costaría el reino.

En octubre de 1483, estalló una revuelta en Gales, dirigida por Henry Stafford que anteriormente había colaborado con Ricardo, pero que ahora luchaba en favor del conde de Richmond, más la revuelta no llegó a fructificar, debido al desconcierto de los rebeldes y, el duque de Buckingham fue ejecutado. A partir de entonces, Ricardo III implantó una política sanguinaria contra las continuas sublevaciones de los nobles, amparándose en el pueblo y en la naciente burguesía, a la que favoreció con reformas administrativas y financieras, destacando la protección otorgada al comercio; todo lo cual, nunca hizo que fuera aceptado por la alta nobleza, los campesinos ricos y los terratenientes. El partido nobiliario, contrario al rey, nombró a Enrique Tudor, conde de Richmond, como su jefe de filas y sucesor al trono de Inglaterra. Gracias al apoyo prestado por la nobleza, Enrique Tudor regresó de su exilio en Francia y se puso al frente de la oposición contra Ricardo III. El 7 de abril de 1485, desembarcó en Gales al frente de un poderoso ejército, dirigiéndose al encuentro de Ricardo.

Al conocerse el regreso de Enrique Tudor, Ricardo III fue perdiendo el apoyo de la nobleza y del pueblo, que aclamaba al pretendiente. Ambos ejércitos se encontraron, el 22 de agosto de 1485, en la localidad de Bosworth Field. Ricardo III, abandonado por todos, e ignorando los consejos que le hacían para huir, prefirió entablar batalla, una decisión que le costó la vida. Enrique fue proclamado rey, con el nombre de Enrique VII, quién mandó enterrar a Ricardo III bajo el coro de la desaparecida iglesia de Greyfriars, en Leicester. Con Ricardo III desapareció del trono inglés la dinastía de los Plantagenet, cuyas dos ramas: los York y los Lancaster, protagonizaron la larga guerra de las Dos Rosas. Con los Tudor, volvió a Inglaterra la paz y la prosperidad.

Aunque Ricardo III pasó a la Historia como modelo de iniquidad y de falta de escrúpulos, debido a su desmedida sed de poder, por la que no retrocedía ante nada, fue también, el paradigma del príncipe renacentista, con gran capacidad política y una concepción moderna del Estado, de las reformas promovidas durante su reinado se aprovecharan los siguientes monarcas ingleses.


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