Uclés

 



Importantes trabajos arqueológicos realizados en la zona han podido demostrar que, los primeros asentamientos en la zona de Uclés hay que situarlos en la Edad de Hierro, e incluso en épocas anteriores. Por lo que la zona que estuvo atravesada por dos calzadas Romanas: la que desde Carthago Nova (Cartagena) se dirigía a Complutum (Alcalá de Henares) y otra que procedía de Segóbriga y terminaba en Segontia (Sigüenza), vio pasar por sus tierras a celtíberos, romanos, visigodos, árabes y cristianos. Todos ellos dejaron huella, siendo los cristianos los que convertirían Uclés en Cabeza de la Orden De Santiago.  

Será durante la dominación árabe, cuando comience a adquirir una cierta relevancia. El año 897, cuando Musa ben Sulaymán ben Zennun, regresa a Uclés procedente de Toledo, que queda en manos de Muhammad ben Ismail ben Musa de los Banu Qasi. Pero es asesinado por los toledanos, quedando la ciudad en manos de Lope ben Tarbisha, hasta la llegada de Abderramán III. Será Musa ben Zennun, quien construirá la fortaleza de Uclés.  

Uclés permanece en poder de los Banu Zennun, tras un periodo convulso en que la ciudad pasa por otras familias, hasta que en 1085, Alfonso VI, toma Toledo y se hace con toda la zona. Pero el rey de Sevilla al-Mutamid ben al-Motamid ben Abad, no estaba conforme con los progresos territoriales de Alfonso, por lo que pidió ayuda a los reyes de Granada, Almería y Badajoz, que reunidos en la Albana de Sevilla, acordaron pedir ayuda al príncipe de los almorávides Yusuf ben Taxufin. Ayuda de la que recelaba Rachid, primogénito de al-Mutamid.



Por cinco veces pasó Yusuf a la Península. Tras la Primera con la batalla de Zalaca, el año 1086, Uclés, junto a Huete, Consuegra y Cuenca, pasaron a manos del rey de Sevilla Aben Abbad (al-Mutamid). El año 1090 Yusuf, volvió a cruzar el Estrecho, con la intención de derrocar a todos los reyezuelos peninsulares. Temeroso al-Mutamid, pide ayuda a Alfonso VI, entregándole los pueblos conquistados y enviándole a su nuera Zaira (viuda de su hijo Fath al-Mamun), acompañada de sus nietos y una parte del tesoro. El ejercito enviado por Alfonso, al mando de Álvar Fáñez, fue derrotado cerca de Almodóvar, y al-Mutamid hubo de rendir Sevilla, el año 1091.

Echamos mano de la leyenda y nos enteramos que el año 1091, el rey Alfonso VI, se amanceba con Zaida, y al-Mutamid la entrega como dote, entre otras, la fortaleza de Uclés. Aunque lo más probable es que se la entregara, junto a otras, como pago por la ayuda militar prestada.

Uclés permanece en manos cristianas, hasta que el 30 de mayo de 1108, el ejército de Alfonso VI es derrotado, en la batalla de los Siete Condes, por el ejército mandado por Tamim ben Yusuf. Esta batalla supuso la perdida de una parte de la nobleza castellana, además de Sancho Alfónsez (hijo de Zaida y heredero de Alfonso VI). Los supervivientes tuvieron que replegarse hacia Madrid y Toledo.

Tras diversos cambios, en 1157 Uclés vuelve a manos castellanas, fruto de un canje entre Alfonso VII y Muhammad ben Mardanis (el rey Lobo de Murcia). Pero Alfonso VII no pudo tomar posesión de la plaza, pues murió ese mismo año a su regreso de Almería. Si lo haría, ese mismo año, su hijo el rey Sancho III. A partir de entonces, Uclés pertenecerá para siempre al reino de Castilla.


Para la realización del presente artículo, me he basado en: UCLÉS EN LA HISTORIA, de Miguel Salas Parrilla. Las imágenes de WikipediA.

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