Castillo de Pozaldez en Valladolid


Por su excelente situación, debió formar parte de las fortificaciones de la línea fronteriza, al sur del Duero, entre el reino de León y el de Castilla, a raíz de la división de Alfonso VII rey de León, en 1157, hasta la unificación por Fernando III, rey de León y de Castilla, en 1230. 

La localidad de Pozaldez, donde se encuentra este castillo, goza de la presencia de un viejo olivar, con unas vistas excepcionales. En su núcleo urbano tiene las iglesias de San Boal y de Santa María, cuyas torres se pueden divisar desde diversas poblaciones de la comarca, entre ellas de la capital: Valladolid. Un conocido refrán dice: “Portillo y Pozaldez, que desde los infiernos se ven”. Posee, además, una fuente de Carlos III, y sus edificaciones tienen una arquitectura tradicional en ladrillo mudéjar, que le dan un sello de buen gusto. 

Aunque hay bastantes olivares en la zona de Rueda-Rodilana, esta muestra orgullosa sus centenarios olivos, todos más veteranos que los de los distintos olivares de la zona. 

Contemplada la belleza del olivar, nos acercamos al castillo por la zona que da a la Tierra de Medina, para ver los múltiples pueblos de dicha zona: la Mota, con su castillo de la Mota, las altas torres de Madrigal; además de los extensos pinares. 

Del castillo de Pozaldez, apenas queda una pared de argamasa con cantos rodados. Su situación le permitía dominar y controlar la zona Noreste de Medina del Campo.

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