Castillo de la Mota
Este castillo es, sin lugar a dudas, uno de los más atractivos y majestuosos de nuestra geografía. Enclavado en Medina del Campo (Valladolid). La ciudad fue fundada en el siglo XI, en la mota donde hoy se encuentra ubicado el castillo. Gracias a la repoblación que tuvo lugar en los comienzos de la Baja Edad Media, y a las ferias comerciales que, en ella se celebraron, a lo largo de los siglos XV y XVI, Medina adquirió gran importancia dentro de Castilla, llegando a tener una población de 20.000 habitantes, a finales del siglo XV, similar a la que tiene en la actualidad.
Se tiene constancia de la existencia, en el cerro de La Mota, de una fortaleza en la época de Pedro I de Castilla, en la primera mitad del siglo XIV. En realidad, no se trata del castillo que actualmente conocemos, ya que este comenzó a construirse durante el reinado de Juan II de Castilla, entrado ya el siglo XV, concretamente en 1440, cuando la familia Fonseca comenzó a edificarle sobre los restos de un antiguo recinto árabe. La construcción fue dirigida por arquitectos mudéjares, que idearon un novedoso diseño marcado por el foso, la barbacana que rodea el conjunto edificado y la Torre del Homenaje, de 40 metros de altura y cinco pisos. Más tarde, es Enrique IV de Castilla, el que se encarga de continuar con la obra, especialmente en lo referido al recinto interior. Desde sus comienzos su función principal fue defensiva, aunque también acogió las funciones de archivo de la Corona, además de ser, en ocasiones, cárcel para presos tan ilustres como Hernando Pizarro, Rodrigo Calderón, Fernando de Calabria o Cesar Borgia. Cesar Borgia es otro de los personajes relacionados con este castillo, ya que estuvo preso en él, escapando del mismo al descolgarse de la torre ayudado por un sirviente.
Militarmente, la fortaleza permaneció fiel a la Corona, a pesar de que Medina estaba por los Comuneros, por lo que fue uno de los objetivos primordiales de las tropas imperiales de Carlos I en 1520.
Los Reyes Católicos, son los artífices de la barrera defensiva, del foso que rodea el edificio y, especialmente, de la galería de tiro, una de las primeras, de entre todos los castillos existentes en Europa en adaptarse al uso de la artillería, lo que lo convirtió en todo un ejemplo a imitar, toda una referencia en su época.
El castillo consta de dos recintos. El recinto exterior o barbacana, blasonado por el escudo de armas de los Reyes Católicos, que rodea completamente la fortaleza y es de estilo mudéjar. Alrededor de dicha barrera encontramos un profundo foso, y en un nivel subterráneo, las galerías de tiro para la artillería, con casamatas. Al castillo se accede gracias a un imponente puente levadizo (hoy fijo). En el recinto encontramos los almacenes, las mazmorras y un gran número de galerías subterráneas y pasadizos fascinantes. El recinto interior está formado por cuatro torres y un patio cuadrado. Allí se encuentran las habitaciones del castillo, además de las bodegas, las cuadras, etc.
Resulta, especialmente interesante, visitar el famoso Mirador de la Reina. Una cámara del siglo XV cubierta por una bóveda policromada espectacular. Y que era la estancia preferida de la reina Isabel la Católica.
En lo que respecta a la apariencia del castillo y a los elementos que forman parte del mismo, cabe destacar su Torre del Homenaje, de planta cuadrada y 13’5 metros de ancho, siendo su altitud, como hemos mencionado, de 40 metros y cinco pisos. También destaca su Patio de Armas, que tiene una portada gótica, obra de un artista musulmán, o la Capilla, que está consagrada a Santa María del Castillo y que muchos consideran como la estancia más bella del edificio, encerrando en su interior un gran número de valiosas obras de arte.
Los muros de este castillo han sido testigos de importantes acontecimientos, y han cobijado en ellos a personajes históricos de tanta envergadura como Isabel la Católica, que nació en la localidad de Madrigal de las Altas Torres, a tan solo 27 kilómetros de Medina del Campo, y que vino a acabar sus días en el Castillo de la Mota, dictando su testamento en una de sus estancias.
También vivió en él la heredera al trono de Castilla doña Juana, conocida popularmente como Juana la Loca, que deseaba marchar del mismo e irse a Flandes para reunirse con su amado Felipe el Hermoso, y sufrió un grave ataque de locura entre los muros del castillo, en el cual se encontraba encerrada por orden de sus progenitores.
A pesar de la época de esplendor que vivió el castillo, y tal como suele suceder, el edificio fue cayendo en desuso con el paso del tiempo, empezando para él el declive. Sin embargo, a principios del siglo XX es declarado Monumento Nacional, lo que trae consigo que se lleven a cabo en él diversas restauraciones, instalándose en él, en los años 40 del pasado siglo, una escuela de mandos de la Sección Femenina de Falange.
Actualmente, el castillo es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en su interior se llevan a cabo actividades culturales como talleres, exposiciones, cursos, conferencias y otros eventos de la misma índole.
Ramón Martín
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