Sigerico rey visigodo el año 415
Sigerico pertenecía a los
Rosomones, un linaje de gran nobleza que junto a los Amalos y Baltos había
ostentado la realeza entre los pueblos godos antes de entrar en el Imperio
romano. Su hermano Saro, fue
rival y tuvo fuertes enfrentamientos con Alarico y Ataulfo.
Nombrado muy pronto rey de los godos, Saro se puso al servicio del
Imperio, siendo promocionado a general en jefe del Ejército imperial en las
Galias, y aspirando a sustituir a Estilicón como generalísimo de los Ejércitos
de Occidente. El año 412 Ataulfo
capturó y asesinó a Saro, cuando
éste marchaba a unirse al usurpador imperial Jovino.
Posteriormente, Ataulfo
caía asesinado en Barcelona, víctima de la venganza de un antiguo miembro del
séquito armado de un rey godo, que bien pudo ser Saro. Lo cierto es que ante la
inesperada desaparición de Ataulfo,
Sigerico logró ser reconocido rey por su Ejército, en lugar de algún otro
miembro del linaje Balto.
El reinado de Sigerico
es uno de los más breves dentro de la historia de los reyes visigodos,
pues apenas ostentó el poder, durante siete días.
Los planes de Ataulfo
pasaban por la creación de un nuevo reino para los godos, al que llamarían
Gotia, aunque a pesar de la ilusión puesta por los godos, no pudo llevarse a
cabo debido a que las negociaciones con Roma fueron del todo inútiles y su
fallecimiento terminó por enterrar tal voluntad. Sigerico fue nombrado como rey
de los visigodos por aclamación, siendo la primera vez que un rey visigodo
tomaba su corona dentro de las fronteras de Hispania.
Sus súbditos, pronto
advirtieron su falta de diplomacia, lo que no es de extrañar, ya que sus
principales apoyos fueron los nobles más favorables a una guerra directa con Roma.
Así llegó su primer edicto, en el que condenaba a la pena capital a los seis
vástagos de Ataulfo con la pretensión de que ninguno de ellos pudiese llegar a
reclamar el trono en nombre de su fallecido padre. Denotaba el origen en una
venganza de sangre. Los hijos de Ataulfo
estaban al cuidado del obispo godo arriano Sigisaro, tal vez pariente suyo, También
humilló públicamente a la viuda, la princesa Placídia, hermana del emperador
Honorio, obligándola a marchar a pie junto a su caballo durante más de quince
kilómetros, junto al resto de esclavas.
Pronto fueron reunidas todas
las tropas visigodas con la intención de lanzar un gran ataque sobre Roma, el
cual podría haber tenido éxito, por la gran cantidad de efectivos, además de la
población bárbara (suevos, alanos y vándalos) que vivía en Roma, ya debilitada
por las incursiones de Ataulfo
y Alarico. Pero los
afines a Walia, que le consideraban como sucesor legítimo del asesinado Ataulfo
y aquellos que querían terminar las hostilidades contra el imperio, dieron al
traste con el plan y asesinaron a Sigerico al séptimo día de su reinado.
Debido al malestar general
que dejó tras de sí Sigerico, nadie puso ninguna objeción a su asesinato, ni a
la legitimidad de Walia como siguiente rey de los visigodos. Con Walia volvía a
restablecerse el linaje baltingo y el pueblo visigodo se encaminaba a su nueva tarea,
consistente en expulsar a los demás pueblos bárbaros de Hispania.
Ramón Martín
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